Los movimientos y partidos de izquierda protagonizaron una violenta jornada en Argentina frente al Congreso de la Nación durante la discusión de la Ley Ómnibus. A pesar de asegurar que no buscaban violencia, interrumpieron el tránsito, se enfrentaron a la policía y generaron disturbios. Un escudo policial incendiado y un gendarme herido son algunos de los saldos de la jornada.
Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, intentó utilizar la situación para culpar al gobierno de Patricia Bullrich por la violencia. Sin embargo, las imágenes muestran a manifestantes con el rostro cubierto y lanzando objetos contra la policía. La izquierda busca desgastar al gobierno de Milei, pero la sociedad argentina ya no tolera el “vale todo”.
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Desesperación de la izquierda
El paquete de leyes de Milei incluye penas más duras para quienes ataquen a la policía y el libre tránsito. Esto genera temor entre la dirigencia de izquierda y los sindicatos, que tienen mucho que perder. Sus reclamos son más por sus privilegios que por el bienestar del pueblo.
La izquierda amenaza con otro paro general, similar al del 24 de enero que tuvo escaso acatamiento. La población argentina ya no apoya estas medidas que solo buscan generar caos.
La ministra Bullrich ha sido clara: “Se terminó el vale todo”. El cambio cultural que necesita Argentina llevará tiempo, pero el gobierno de Milei está decidido a poner fin a la violencia y la manipulación de la izquierda.
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Imágenes que hablan
Un gendarme herido, Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero en el suelo (supuestamente herido), una mujer con una menor en brazos gritando “hay hambre”, son imágenes que retratan la herencia del kirchnerismo: sindicalistas que defienden sus privilegios y una población manipulada.
La izquierda apelará al desgaste, pero el gobierno de Milei está decidido a construir una Argentina nueva, donde la paz, el trabajo y el respeto sean los pilares fundamentales.
Imagen de portada: Captura de video, Agencia EFE.
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