Prohibir los Móviles a Menores de 14 Podría Prevenir Ansiedad y Depresión
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El comisionado de salud de Nueva York recomienda oficialmente que los niños no reciban teléfonos con acceso a redes sociales antes de los 14 años para prevenir problemas de salud mental, destacando los riesgos de ansiedad y depresión asociados con su uso.
El debate sobre el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes sigue ganando fuerza, y ahora el comisionado de salud de la ciudad de Nueva York ha emitido una advertencia contundente. Ashwin Vasan, comisionado de salud de Nueva York, y Michelle Morse, directora médica del Departamento de Salud e Higiene Mental, recomendaron oficialmente que los niños no utilicen dispositivos que les permitan acceder a redes sociales antes de los 14 años. Esta recomendación se basa en crecientes preocupaciones por la relación entre el uso de redes sociales y el aumento de problemas de salud mental en adolescentes.
Un Alerta para Padres y Médicos
En una carta dirigida a los profesionales de la salud el 5 de septiembre, Vasan y Morse sugirieron que los pediatras discutan los peligros de las redes sociales durante las consultas médicas de rutina con los padres y sus hijos. Su recomendación se enfoca en retrasar la entrega de teléfonos inteligentes o dispositivos similares a los niños hasta al menos los 14 años, una medida preventiva frente a los riesgos asociados con la salud mental.
Según Vasan y Morse, los adolescentes que utilizan redes sociales corren un mayor riesgo de desarrollar síntomas de depresión y ansiedad, lo que subraya la importancia de un enfoque cauteloso por parte de los padres. Además, se alentó a las familias a implementar un “plan de medios familiar”, una estrategia para reducir el uso excesivo de la tecnología y fomentar un entorno más controlado para los jóvenes.
Estadísticas Alarmantes
Las advertencias de las autoridades de salud de Nueva York están respaldadas por datos preocupantes. Una encuesta reciente reveló que el 38% de los estudiantes de secundaria en Nueva York reportaron sentirse tan tristes o deprimidos en 2021 que dejaron de participar en sus actividades cotidianas, un aumento significativo desde el 27% registrado en 2011.
Además, la ideación suicida en este grupo aumentó en un 34% durante el mismo período. Aunque algunos de estos cambios pueden estar relacionados con las consecuencias psicológicas de la pandemia de COVID-19, los datos sugieren que la adicción a las redes sociales podría ser un factor importante en este incremento de la angustia mental en los jóvenes.
El Impacto Directo en la Salud Mental
Los informes señalan que los niños y adolescentes que utilizan redes sociales muestran tasas más altas de ansiedad y depresión en comparación con aquellos que no las utilizan. Aproximadamente el 27% de los adolescentes que usan redes sociales presentan síntomas de ansiedad, y el 14% padece depresión, frente al 9% y 4%, respectivamente, entre los adolescentes que no las usan. Estas cifras revelan una disparidad preocupante que refuerza la necesidad de tomar medidas preventivas.
¿Por Qué los 14 Años?
El límite de los 14 años propuesto por las autoridades se basa en el desarrollo psicológico de los adolescentes. A esta edad, los jóvenes comienzan a enfrentarse a desafíos emocionales significativos, y el uso desmedido de redes sociales puede exacerbar los problemas ya presentes en esta etapa de la vida. Al retrasar el acceso a estas plataformas, se busca minimizar la exposición a contenido que podría influir negativamente en su desarrollo mental y emocional.
La carta de Vasan y Morse destaca que la protección de la salud mental de los adolescentes es una responsabilidad compartida entre padres, pediatras y la sociedad en su conjunto. Además, se sugiere que cuando los padres decidan entregar teléfonos a sus hijos por razones de seguridad, estos dispositivos no deberían tener acceso a redes sociales, reforzando así un control sobre el uso de la tecnología
La advertencia del comisionado de salud de Nueva York resalta una tendencia preocupante que no solo afecta a los jóvenes de la ciudad, sino también a nivel mundial: el impacto negativo de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes. En un mundo cada vez más digitalizado, la recomendación de retrasar el acceso a las redes sociales hasta los 14 años ofrece una solución preventiva frente a los riesgos psicológicos, proporcionando a padres y profesionales de la salud una vía para cuidar el bienestar emocional de los jóvenes.
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