La Corte Suprema de Georgia ratificó la ley estatal que prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación en adelante, lo que convierte al estado en uno de los que más proteje a los bebés en gestación y a sus madres.
La ley, conocida como “Heartbeat Law”, prohíbe el aborto a partir del momento en que se detecta un latido cardíaco fetal, que suele ocurrir alrededor de las seis semanas de embarazo.
La aprobación de la ley fue celebrada por los grupos provida, que argumentaron que protege la vida humana. Los grupos proa borto, por su parte, la criticaron por ser una restricción draconiana a los supuestos derechos reproductivos de las mujeres.
La ley entrará en vigor en enero de 2024. Sin embargo, puede que sea impugnada en los tribunales por los abortistas.
La decisión de la Corte Suprema de Georgia se produce en un momento en que los derechos de los bebés en gestación están siendo reconocidos.
En junio de 2022, la Corte Suprema anuló el caso Roe v. Wade, que durante casi 50 años había garantizado el asesinato de los seres humanos en el vientre materno, a través del aborto en todo el país.
Una amenaza mundial
Los niveles que han alcanzado los abortos resultan espeluznantes, el desprecio por la vida humana, manifestado en los abortos, se convierten en una amenaza para la subsistencia de la raza humana.
Un estudio de la Universidad de Oxford ha estimado que se realizan entre 42 y 56 millones de abortos al año en el mundo, lo que representa entre el 5 y el 10 por ciento de la población humana.
El estudio, publicado en la revista The Lancet, ha utilizado datos de 1990 a 2019 de 195 países. Los autores del estudio señalan que los datos son estimaciones, ya que en muchos países no se registran los abortos.
Este crimen masivo ha generado un debate sobre la ética del aborto y sus consecuencias para la población mundial.
Como se mencionó en una edición anterior, para el ingeniero Pablo Benavides esta es una era abortera de la historia humana. Según cita en su libro Señales del Fin: “La lacra del aborto (aborto quirúrgico) se lleva más de 100.000 vidas al año en España, más de 70 millones en todo el mundo.
Y agrega: “Pero no se queda ahí la cosa, porque estas escalofriantes cifras hay que multiplicarlas por 5 o por 10 para añadir la destrucción de embriones generados en laboratorios de fertilidad y descartados por diversos motivos”.
Completa diciendo: “O sea, que podemos estar hablando de entre 350 y 700 millones de vidas segadas cada año, lo que supondría entre un 5 y un 10 por ciento de la población mundial aniquilada cada año”.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada (Toma de YT /@BabySuite_Centro ).
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