El euro digital sería una forma de pago digital que se almacenaría en un monedero electrónico. Los usuarios podrían utilizar el euro digital para realizar pagos en línea, en persona o por teléfono.
Sería una moneda centralizada, lo que significa que sería emitida y controlada por el BCE. Esto contrasta con las criptomonedas, que son monedas descentralizadas que no están controladas por ningún organismo central.
Sus promotores la impulsan diciendo sus aparentes beneficios, entre los que incluyen:
- Seguridad: El euro digital sería una forma de pago segura, ya que estaría protegido por las medidas de seguridad del BCE.
- Eficiencia: El euro digital sería una forma de pago eficiente, ya que las transacciones serían rápidas y sin comisiones.
- Inclusión financiera: El euro digital podría ayudar a aumentar la inclusión financiera, ya que sería una forma de pago accesible para todos.
Pero también tiene una serie de desafíos potenciales, entre los que se incluyen:
- Privacidad: El euro digital podría plantear desafíos en materia de privacidad, ya que las transacciones se registrarían en un libro mayor público.
- Seguridad cibernética: El euro digital podría ser vulnerable a los ataques cibernéticos, ya que sería un objetivo atractivo para los piratas informáticos.
¿Para nuestro beneficio?
Asimismo, “los entusiastas de la robotización y la deshumanización, que aún no nos han explicado qué tal han sentado los cambios a los ancianos que ya no tienen un empleado del banco que les atienda en la ventanilla y a duras penas pueden retirar o ingresar el dinero de la cartilla en los cajeros automáticos”, reclama el periodista Javier Torres.
Por otro lado, los euros digitales codificados podrán ser cancelados por una decisión política, dejando a los ciudadanos sin recursos. Esta sería una triste herramienta de control total, así se observa que el súper control sobre la población avanza, aunque veladamente, adornado de palabras bonitas y ventajas engañosas.
Torres, cierra su columna con una versión que nos puede sonar familiar: “Pero no debemos preocuparnos, seguro que no lo hacen para controlarnos, al fin y al cabo es una posibilidad remota, casi imposible, más o menos como encerrar a todo un país en casa, prohibirnos trabajar y obligarnos a caminar por la calle con mascarilla”.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada (Toma de YT / @dwespanol).
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