El pasado 26 de marzo de 2019, se realizó un debate titulado “Extracción forzada de órganos vivos en China” en la Casa del Parlamento Británico. Varios parlamentarios de diversos partidos expresaron su enojo y preocupación por los crímenes de la sustracción forzada de órganos, organizada por el estado, en China. BBC Radio 4 cubrió el debate durante el programa “Ayer en el Parlamento”, el 27 de marzo.
Doce parlamentarios de diversos partidos políticos asistieron al debate, el cual fue organizado por Jim Shannon, presidente del grupo de libertad religiosa y de creencia de todos los partidos.
Los legisladores instaron al gobierno del Reino Unido a responsabilizar a China por un crimen que algunos pueden encontrar difícil de creer: la práctica de la sustracción forzada de órganos de prisioneros de consciencia.
En respuesta a varios discursos de parlamentarios, Mark Field, Ministro de Estado para Asia-Pacífico, de la Oficina para Extranjeros y la Commonwealth (FCO), dijo que tocaría el tema de la sustracción forzada de órganos internacionalmente.
“Hoy los miembros [del parlamento] han detallado sus preocupaciones que no solo se están sacando órganos de los prisioneros sentenciados a muerte, sino también de prisioneros de consciencia, principalmente practicantes de Falun Gong, como también otras minorías étnicas y religiosas”.
“Se ha expresado preocupación de que a veces los órganos son sustraídos cuando la víctima aún está viva, y casi sin anestesia”, dijo él.
El parlamentario Jim Shannon condenó energéticamente la persecución a Falun Gong y otras religiones, como también minorías en China.
“Sentí que quizás podría haber sido un poco más fuerte”, dijo Shannon, pero agregó: “No creo que eso diluya su compromiso con lo que estamos intentando hacer”.
“Tenemos que inculcar a China que no es ético. Eso es asesinar por demanda”, dijo él.
Fiona Bruce, parlamentaria conservadora, llamó a la sustracción de órganos forzada “un acto sumamente siniestro” y “un crimen contra la humanidad”, “Una forma de genocidio escondido en medio de los matorrales médicos modernos” y “el crimen de crímenes”.
Ella dijo: “En el caso de matar o asesinar por medio de sustraer los órganos de prisioneros de consciencia en China, no están las víctimas que puedan contar su historia. Esto es porque nadie sobrevive. Es un crimen casi perfecto. ¿Debería eso prevenir que levantemos la voz? No debería”.
La parlamentaria Patricia Gibson de North Ayshire y Arran dijo: “Esta práctica horrorosa tiene que terminar… …la comunidad internacional, incluyendo el Reino Unido… tienen que dejar en claro a China que esta práctica es tan repugnante para cualquier país que tiene un sentido de decencia o que coloca cualquier valor a la dignidad de la vida humana. No puede haber equivocación, sin excusas, ni ojos ciegos… el gobierno del Reino Unido y la ONU tienen que hacer más con este vasto horror de escala industrial que solo puede ser categorizado como crímenes contra la humanidad”.
El parlamentario Andrew Griffiths de Burton comparó la sustracción forzada de órganos con el Holocausto Nazi.
“La gente era perseguida por su fe, y sabemos en qué terminó eso, porque millones de personas murieron como resultado del Holocausto. Si miramos la historia, vemos que hubo muchas oportunidades para que los gobiernos intervengan y actúen, pero no lo hicieron. ¿No estamos ahora en el punto donde deberíamos decir ‘esto tiene que parar’?” dijo él.
La parlamentaria Carol Monaghan de Glasgow North West preguntó: “Dado que el primer informe se publicó en 2006, ¿están de acuerdo mis honorables colegas que el Reino Unido está 13 años atrasado en pedir una investigación intergubernamental sobre estas prácticas chinas?”
El parlamentario Afzal Khan de Manchester condenó energéticamente este crimen, y dijo: “El silencio del mundo en este asunto horroroso tiene que terminar”.
Los parlamentarios Afzal Khan, Jim Cunningham de Coventry South, y Bambos Charalambous de Enfield prestaron especial atención a la persecución a Falun Gong.
Ellos señalaron que los objetivos principales de la sustracción forzada de órganos son los practicantes de Falun Gong, y que es tiempo de parar esta persecución.
El parlamentario Gibson dijo: “El hecho de que los practicantes de Falun Gong sean objetivos de esta forma en China va al corazón del asunto, como el honorable miembro de Strangford lo expresó, porque un ataque sobre la libertad de religión es un ataque a todas las libertades. El derecho de toda la gente de adorar su Dios en paz, como sea que perciban a su Dios, es un derecho fundamental. Amenazar ese derecho amenaza la misma base de la libertad, en su sentido más amplio”.
Shannon también pidió prestar atención a la conclusión sobre este asunto a la cual llegó el Tribunal Popular, que fue establecido para investigar la sustracción forzada de órganos en China. El Tribunal emitió un veredicto interno el pasado diciembre, con su presidente, Sir Geoffrey Nice, diciendo que la sustracción forzada de órganos de prisioneros de consciencia está sucediendo en China “a una escala sustancial”.
Él también señaló: “Toda la evidencia ha sido revisada por muchas diferentes organizaciones de todo el mundo incluyendo cuerpos parlamentarios, parlamentarios mismos, en Italia, España, Canadá, Israel, Taiwán, Irlanda, República Checa y los Estados Unidos, como también cuerpos no parlamentarios tales como la Comisión de Derechos Humanos del Partido Conservador del Reino Unido”.
Bruce también mencionó el trabajo hecho por el tribunal popular y otros investigadores.
“El Tribunal hizo su trabajo. Tuvo días de audiencias, escuchó evidencia de más de 30 investigadores, y queda claro una y otra vez que la evidencia producida por en el informe de 2016 de David Kilgour, David Matas, y Ethan Gutman, el cual creo tiene 700 páginas y se titula “Cosecha Sangrienta/La matanza: Una actualización”, la tiene que revisar un nivel gubernamental. En su reciente evidencia oral al tribunal, David Matas enfatizó que, aunque hay problemas en establecer datos exactos, genera suficiente preocupación como para investigar este asunto a nivel superior, tanto por gobiernos como por la ONU”, dijo ella.
Al momento de esta publicación, 40 parlamentarios firmaron una moción (anteriormente la moción 2138), que pide al gobierno del Reino Unido que condene la práctica de la sustracción forzada de órganos. También pide que se introduzcan leyes prohibiendo a los ciudadanos que participen del turismo de trasplantes.
El parlamentario Gibson cree que pasar tales leyes, “podría colocar nuestra posición moral en el mapa y establecer una marca, la cual es muy importante… éticamente, es muy importante que presentemos tales medidas y no puede estar más allá del sentido común de cualquier gobierno del Reino Unido de implementarlas”.
La parlamentaria Bruce: “El turismo de trasplante, como se lo llama, ha sido prohibido en varios países, incluyendo Italia, España, Israel, y Taiwán, y el Senado canadiense ha aprobado leyes similares. Tenemos que hacer lo mismo. Enviaría un mensaje concreto de la preocupación del gobierno del Reino Unido”.
(Minghui.org)