7 minutos de lectura. Niños son Víctimas de Persecución por su Fe en China. La persecución a sus padres deja a muchos en la indigencia.
Los hijos de los practicantes de Falun Dafa en China normalmente tienen una infancia muy triste e infeliz, debido a la persecución perpetrada por el Partido Comunista Chino.
Falun Dafa, también llamado Falun Gong es una práctica espiritual de cultivación que se originó en China en el año 1992. Se realizan ejercicios suaves de meditación y se estudia un conjunto de enseñanzas basadas en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia.
Por sus grandes beneficios para la salud tanto física como emocional, se estima que 100 millones de personas practicaban Falun Gong en China a fines de la década de 1990.
Jiang Zemin, el fallecido exjefe del Partido Comunista Chino (PCCh), percibió la creciente popularidad de la disciplina espiritual como una amenaza para la ideología atea del PCCh y en el año 1999 emitió una orden para prohibir la práctica.
De inmediato se inició una cruel persecución a todos sus miembros, provocando arrestos, encarcelamientos, torturas y muchos perseguidos hasta la muerte por no renunciar a su fe.
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Cuando los papás son encarcelados por su fe, la mayoría de estos niños tienen que renunciar a sus escuelas y quedarse bajo la custodia de algún familiar durante años.
Algunos tienen pocos recuerdos de sus padres quienes murieron a causa de la persecución cuando ellos eran muy pequeñitos.
Mencionaremos algunos casos de niños hijos de practicantes perseguidos en la provincia de Liaoning, una de las provincias de China donde Falun Dafa ha sido más acosada.
Xu estuvo con su padre solo 13 días antes de que él muriera
“Pasé la mayor parte de mi infancia huyendo y sintiéndome aterrorizada”, dijo Xu Xinyang, hija de los practicantes Xu Dawei y Chi Lihua, de la ciudad de Gaizhou. Esta pareja fue detenida el 13 de enero de 2001, cuando su madre estaba embarazada de ella.
La policía golpeó a su madre y la encarceló durante tres semanas. Su padre fue condenado a ocho años y torturado en la Prisión de Dongling por no renunciar a su fe hasta que le fallaron los órganos y quedó mentalmente incoherente. Duro ocho años en prisión, fue liberado en febrero de 2009, hubo que hospitalizarlo y murió 13 días después, a la edad de 36 años.
Xu relata su historia y comienza diciendo que solo pudo estar con su padre esos 13 días en el hospital. Ella cuenta: “Cuando tenía unos siete años, vi a mi padre por primera vez en la cárcel. Sabía que era pariente mío. Era la persona a quien más quería ver mi madre y era muy importante para ella. Intentó abrazarme. Me asusté porque no le conocía. Me escondí detrás de mi madre y no dejé que me abrazara, de lo que me he arrepentido el resto de mi vida”
“Mientras crecía, sabía que yo era diferente de los demás niños. Cuando era pequeña, mi madre me dejaba a menudo con parientes o amigas. Me visitaba de vez en cuando y luego se iba rápidamente”.
Señaló también: “Cada vez que mi madre se iba, me escondía en un rincón y lloraba. Tenía miedo de que no volviera. La echaba de menos y quería estar con ella. Cuando mi madre me visitaba, siempre hablaba con sus amigas de mi padre, al que yo no conocía. No sabía cómo era, ni por qué estaba en la cárcel, ni por qué mi madre tenía que rescatarlo. Las palabras que le oía decir la mayoría de las veces eran ‘exponer el mal, peligroso, vehículos policiales y seguridad'”.
Xu hoy de 21 años, estudia en Estados Unidos y puede practicar Falun Dafa legalmente. “Por suerte, llegamos a Estados Unidos, donde podemos disfrutar de libertad religiosa. Aquí no tengo que preocuparme de que la policía se lleve a mi madre y yo me quede huérfana. Nunca tengo que temer la persecución ni la tortura”.
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Padres en prisión y abuela discapacitada
El Sr. Bi Shijun y su esposa, la Sra. Sun Li, de la ciudad de Xiongyue, eran practicantes de Falun Dafa. Cuando empezó la persecución en el año 1999, el Sr. Bi fue a Beijing para hablar en favor de Falun Dafa pero la policía lo detuvo durante un mes antes de trasladarlo de vuelta a casa. Posteriormente los agentes del Departamento de Policía de Bayuquan lo encerraron durante tres años en un campo de trabajos forzados.
En los años siguientes fue objeto de persecución permanente y en septiembre del año 2009 fue detenido junto con su esposa. En 2010 fue condenado a siete años y torturado en la prisión de la ciudad de Dalian.
Su esposa Sun fue condenada a cinco años en julio de 2010 y trasladada a la Prisión de Mujeres de la ciudad de Shenyang, donde enfermó gravemente varias veces a causa de las torturas.
La Sra. Wang Aiyun, madre de Sun también era practicante de Falun Dafa y fue perseguida y acosada. La Sra. Wang fue detenida en 2003 e internada en el Campo de Trabajo Forzado de Masanjia, donde sufrió una hemorragia cerebral que le provocó una parálisis permanente.
El hijo de Bi y Sun estaba en la escuela primaria cuando la pareja fue detenida en 2009. Al quedar paralítica su abuela la Sra. Wang, apenas podía cuidar de sí misma, y mucho menos de su nieto. El niño tuvo que abandonar la escuela e irse a vivir con su abuela paterna a una zona rural.
Niña quedó en la indigencia cuando murió su abuela y su madre fue encarcelada
La Sra. Fu Yan, fue detenida e internada en agosto de 2001 en el Campo de Trabajo Forzado de Masanjia y el 17 de febrero de 2003 fue condenada a ocho años.
En el centro de detención, Fu desarrolló hipertensión y problemas cardíacos. Consiguió escapar cuando estaba hospitalizada, pero fue detenida 2 meses después y su condena fue aumentada cinco años más para un total de 13 años.
La hija de Fu, Qingquan, tenía tres años cuando su mamá fue detenida en 2001. La niña tuvo que vivir con su abuela Tong Shuping, también practicante y ambas debían caminar hasta la prisión para visitar a su madre durante los siguientes 13 años y medio. Debido a la persecución, su padre se divorció en 2008 y se negó a hacerse cargo de Qingquan.
Una de las hermanas de Fu, Fu Ying, también era practicante. También fue detenida en julio de 2001 y condenada a nueve años de prisión y liberada de la Prisión de Mujeres de Liaoning en julio de 2010.
Cuando la abuela de la niña falleció ocho meses después, en marzo de 2011, y su madre aún seguía en prisión, su tía Fu Ying tuvo que asumir la responsabilidad de la niña.
Por desgracia la policía detuvo a la Sra. Fu en agosto de 2013 y obligó a la niña Qingquan a abandonar la escuela con la excusa de que su madre estaba en prisión. Ella y la señora Fu volvieron a caer en la indigencia.
El sufrimiento por el que han pasado estos niños de las historias anteriores son solo unas pocas de las innumerables históricas trágicas en la China de hoy. La persecución a Falun Gong ha continuado durante estos 23 años. ¿Durante estos años cuantas familias han sido destruidas? cuántos niños han perdido a sus padres?
Qué representan los niños
Los niños son puros e inocentes. El nacimiento de un niño no solo debería ser una fuente de alegría para la familia, sino también la esperanza de una nación. Es por esto que muchas buenas personas en el mundo, están comprometidas con una disposición sólida y perfecta con el bienestar infantil.
No obstante, en los últimos 100 años desde el origen del partido comunista chino (PCCh), no solo se ha exterminado por completo la antigua cultura tradicional de China, sino que también se ha sometido a niños inocentes, cuyas mentes y cuerpos han sufrido un daño sin precedentes.
Artículo escrito por Margarita Restrepo para VCSradio con información de Minghui
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