El Brahmán Astuto

3:40 minutos de lectura. No siempre el mostrarse piadoso y seguidor de Dios demuestra que alguien tiene un comportamiento recto. La historia del brahmán astuto nos muestra por qué.

Cierto día, en una pequeña aldea perdida en un profundo bosque del norte de la India, se reunieron un asceta, un buscador espiritual y un brahmán. Allí, en medio de las escarpadas montañas, donde solo llegan quienes buscan la verdad o quienes huyen del caótico ruido humano de las ciudades, parecía ser un buen sitio para reflexionar sobre asuntos elevados.

De modo, pues, que después de conversar sobre algunos temas banales, rápidamente comenzaron a deliberar sobre sus métodos para la búsqueda de la divinidad. Hablando de todo esto, llegaron al punto de las limosnas que recibían de los fieles que los seguían. Querían saber cuánto de esas limosnas entregaba cada uno para el servicio de Dios.

El asceta tomó la palabra en primer lugar, diciendo:

-Verdaderamente nunca quise establecer una cantidad determinada para esto. Lo que hago es muy simple: suelo trazar un círculo en el suelo y después lanzo las monedas al aire. Aquellas que caen dentro del círculo, las tomo para mis necesidades. Las que caen fuera, las destino para ofrendarlas a la divinidad. De esta forma, dejo que sea la fortuna quien decida cómo debo distribuir las limosnas.

En seguida, el buscador espiritual se expresó de la siguiente forma:

-Mirad que yo utilizo un método similar. Igualmente trazo un círculo en el suelo, y lanzo las monedas al aire. Pero, contrario a tu método, yo tomo para mis necesidades las que caen fuera del círculo, y destino para el Divino aquellas que caen dentro de él.

Entonces, el brahmán intervino para explicar su método:

-Me dejáis perplejo, porque yo utilizo un método mucho más simple, y creo que, con él, Dios se puede servir más directamente: sencillamente lanzo las monedas al aire. Las que caen al suelo, las conservo para mis necesidades y las que no caen, son para Dios.

Reflexión: Hay muchos que se dicen creyentes fervorosos, pero realmente muestran dos caras: una para engañar al mundo haciendo creer que son hombres piadosos, y otra, la verdadera, con la cual creen engañar a Dios. Pero solo se engañan a sí mismos.

Cuento anónimo indio adaptado para VCSmedia.net

Música: Earth  – Envato

Narración: Javier Hernández

Portada: Carlos Morales Galvis

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