Durante más de una década, Beijing ha hecho numerosos intentos para impedir que Shen Yun, una compañía de artes escénicas con sede en Nueva York, llegue al público de todo el mundo.
La misión de la compañía de revivir 5000 años de civilización china a través de la música y la danza, y sus representaciones de la cultura china como inspirada por lo divino, han irritado al régimen comunista oficialmente ateo, y ahora, una carta recientemente obtenida por La Gran Época revela que el régimen chino trató de disuadir a diplomáticos de las Naciones Unidas de asistir a las actuaciones de Shen Yun, utilizando propaganda de odio para difamar a la compañía.
La carta decía que Shen Yun era un montaje de Falun Dafa, a quien calumniaba, alegando que se trataba de un grupo malvado que “daña a la sociedad y viola los derechos humanos”. Pidió a los países de las misiones de la ONU que “recuerden a sus diplomáticos y personal que no apoyen o asistan al espectáculo [Shen Yun]”. La carta fue escrita en anticipación a una serie de presentaciones de Shen Yun en el Lincoln Center de la ciudad de Nueva York del 11 al 15 de enero de 2017.
La carta difunde la persistente propaganda de Beijing sobre Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, una antigua práctica espiritual china basada en ejercicios meditativos y enseñanzas morales a partir de los valores de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Presentada al público en China en 1992, pronto atrajo a millones de interesados y las agencias de noticias occidentales informaron en 1999 que 100 millones de chinos habían adoptado la práctica.
En julio de 1999, Jiang Zemin, presidente de China Comunista, lanzó una campaña nacional para arrestar y detener a los practicantes de Falun Dafa en campos de trabajo forzado, prisiones, cárceles negras y centros de lavado de cerebro, donde generalmente eran torturados y abusados, y se confirmó que miles de ellos habían sido asesinados. El Partido Comunista Chino (PCCh) también teme que la gente de China y de todo el mundo se familiarice con la auténtica cultura china. (Fuente: La Gran Época)