Un artículo de BBC News Mundo publicado el 7 febrero 2019, informa sobre una polémica que produjo 400 estudios científicos chinos en los que se habrían empleado órganos de presos ejecutados.
Wendy Rogers, profesora de ética clínica de la Universidad Macquarie en Sídney, Australia, afirma, o más bien denuncia, en el sitio The Conversation, que acreditadas revistas médicas en inglés son cómplices en el uso de métodos “salvajes” para obtener órganos de prisioneros ejecutados en China.
En un estudio divulgado este mes en la revista médica BMJ Open (British Medical Journal Open) Rogers, y otros investigadores australianos, solicitaron el retiro de más de 400 estudios chinos sobre trasplantes, publicados en revistas médicas internacionales prestigiosas.
Ellos aseguran que existen razones para creer que los órganos trasplantados provienen de presos ejecutados, entre los cuales estarían prisioneros de conciencia.
“Lo que hemos constatado plantea preguntas importantes y perturbadoras sobre las omisiones éticas en el proceso de revisión y publicación de investigaciones sobre trasplantes”, afirmó Rogers.
El grupo de investigadores de Rogers examinó 445 estudios sobre trasplantes de corazón, hígado y pulmones, publicados por investigadores chinos en revistas médicas entre enero de 2000 y abril de 2017, donde mencionaban un total de 85.477 trasplantes.
Rogers afirma que, de este total, el 99% no menciona el consentimiento de los donantes.
Además, en 19 estudios, que abarcaron 2.688 órganos trasplantados antes de 2010, se afirmó que las fuentes fueron donantes voluntarios, pero lo extraño es que el programa de donantes voluntarios de China, fue introducido sólo en 2010.
Por lo anterior, Wendy Rogers pide el “retiro inmediato de todos los estudios que de acuerdo a nuestra investigación no son consistentes con estándares internacionales sobre donación de órganos”.
También propone un aplazamiento en la publicación de los estudios clínicos sobre trasplantes procedentes de China hasta luego de una cumbre internacional que discuta “procesos apropiados para manejar estudios originarios de China en el futuro”.
Pero, ¿cuál es el origen real de los órganos trasplantados en china?
Desde hace años hay debates al respecto.
En 2016 un informe mostró una discrepancia grande entre el número de trasplantes reportado por el gobierno chino y el divulgado por los hospitales. El gobierno aseguró que cada año se realizaban cerca de 10.000 trasplantes, mientras que los hospitales hablaron de más de 60.000.
En 2016 el Parlamento europeo, en una declaración condenó la “cosecha” de órganos de prisioneros de conciencia en China y llamó al gobierno de Beijing a poner fin a esta práctica, en los siguientes términos:
“ha habido informes creíbles y persistentes de que el Estado autoriza la cosecha de órganos de prisioneros de conciencia en China, fundamentalmente de practicantes de Falun Gong, que realizan meditaciones y ejercicios pacíficos, y también de uigures, tibetanos y cristianos”.
Por otro lado, Amnistía Internacional expresó preocupación de que “en algunos casos, la sentencia y la fecha de aplicación de la pena de muerte se vean influidas por la necesidad de órganos para trasplantes”.
En 2017, la reconocida revista médica Liver International retiró un estudio de médicos chinos sobre 564 trasplantes de hígado realizados en un período de cuatro años. Los expertos señalaron que era imposible que un hospital adquiriera un número tan elevado de hígados aptos para trasplante, cuando el número de participantes en el programa oficial de donantes era tan reducido en ese tiempo en China
En ese estudio afirmaban que los donantes habían muerto por “muerte circulatoria”, en la cual al paciente se le retira la asistencia médica por sufrir heridas graves, y este muere por paro cardiaco.
(Fuente: BBC News Mundo)