10:40 minutos de lectura. Desde tiempos remotos, la luna ha fascinado al ser humano. Pero, ¿cuál es realmente su origen? Ese es uno de los enigmas jamás resueltos.
Cuando en noches de luna llena miramos nuestro satélite en lo alto del firmamento, corriendo hacia el occidente detrás de las nubes, pocas veces nos preguntamos cómo llegó allí. Pero este es uno de los mayores interrogantes que existen sobre ella.
Desde cuando el hombre tuvo la facultad de discernir los fenómenos naturales que lo rodeaban, ha estado maravillado por la luna. Todas las antiguas mitologías la involucran como una de las principales divinidades. Alrededor de ella se tejieron miles de historias y fábulas, tanto trágicas como propiciatorias.
Pero considerando que en la actualidad la luna ya ha sido estudiada minuciosamente, no la podemos seguir viendo como un ser semidivino o mitológico. No obstante, indudablemente debemos aceptar que, en muchos casos, ciertamente rige nuestro destino.
Eso lo observamos en las mareas o en las cosechas, e inclusive en muchos aspectos de nuestro comportamiento.
Sin embargo, aun la luna continúa retándonos con misterios que la ciencia no logra resolver completamente. Y tal vez, el mayor de todos es el que tiene que ver con su origen.
Diversas teorías
La teoría más aceptada entre los científicos es la llamada “del Impacto Gigante”. De acuerdo con ella, un planeta, llamado Theia, nombrado así en honor a la diosa griega madre de la diosa Luna Selene, chocó con la tierra en formación hace 4500 millones de años. De esta colisión surgió nuestro satélite, formado por los escombros resultantes.
Sin embargo, otros especialistas se oponen a esta teoría, argumentando que la luna debía tener en su mayoría componentes procedentes de Theia, pero en cambio de esto muestra gran similitud con la Tierra.
A cambio de ello, proponen la colisión de un objeto mucho más pequeño, que habría desprendido suficiente material de nuestro planeta para formar a la luna. Pero esto también es imposible de comprobar plenamente; de este modo, se van formando bandos que defienden su propia teoría a ultranza.
Existe otra que especula que la luna era un objeto externo que fue atrapado por la tierra e integrada a su órbita. Pero científicos tan respetables como Isaac Asimov dicen que “La Luna es demasiado grande para haber sido capturada por la Tierra. Las posibilidades de tal captura, después de la cual la luna adoptó una órbita casi circular alrededor de la Tierra, son demasiado pequeñas para hacer creíble tal eventualidad”.
Todo lo anterior nos muestra que no existe consenso respecto al origen de la luna como satélite de nuestro planeta. Por ello, no se puede descartar ninguna hipótesis.
Teoría de la luna artificial
La teoría más controvertida sobre este tema es la que asegura que la luna fue creada artificialmente y colocada en órbita con fines que no nos han sido revelados. Esto, a primera vista parece otra de esas teorías extrañas, como la del terraplanismo; pero también tiene unos fundamentos que parecen darle sustento. Veamos por qué podría ser cierta.
Los científicos rusos Mijail Vasin y Alexander Sherbakov fueron los pioneros de esta teoría, cuando en la década de 1960 la formularon por primera vez. Para ello, emitieron una serie de postulados, que reforzaban su hipótesis.
Primero: satélite relativamente grande
La luna tiene un cuarto del tamaño de la tierra. Esto es un caso excepcional en el sistema solar, donde los planetas pequeños no tienen lunas. Los grandes planetas, cada uno tiene varias lunas, pero de unos tamaños significativamente pequeños.
Por otro lado, la distancia de nuestro satélite hasta la tierra hace que se vea del mismo tamaño que el sol, lo cual es sumamente llamativo.
Segundo: una órbita inexplicable
El centro de la masa de la luna está 1.800 metros más cerca de la tierra que su centro geométrico. Esto debía generar una órbita inestable y con algún tambaleo, además de una masa fuera de su centro. Pero a cambio de eso, mantiene una órbita circular casi perfecta.
Tercero: la formación de los cráteres
Como sabemos, la luna está compuesta por miles de cráteres que han dejado los cuerpos celestes que chocan con ella. Sin embargo, los más grandes presentan una profundidad relativamente pequeña de acuerdo con su diámetro.
Esto sugiere que bajo la superficie se encuentra una capa extremadamente dura, la cual evita mayor penetración en esos incidentes. Los científicos rusos propusieron que el interior del satélite debía estar compuesto por algún material muy resistente, el cual podría ser titanio.
De hecho, en julio de 2020, científicos de la NASA concluyeron que el subsuelo de la luna estaba compuesto por altas dosis de hierro y titanio. Esto podría reforzar la hipótesis de la resistencia a la penetración.
Cuarto: los océanos lunares
Se cree que los llamados océanos lunares se formaron por fluidos de lava emanada del interior por el impacto de los meteoritos. Pero si es cierto que la luna siempre ha sido un cuerpo frío, ¿cómo se explica que pueda emanar materia caliente?
Quinto: desigualdad geográfica
La mayor parte de los accidentes geográficos más pronunciados, como cráteres y montañas, se encuentran en el lado oculto de la luna. En la cara que podemos observar, por el contrario, se encuentran el 80% de los océanos. ¿por qué esta anomalía topográfica?
Sexto: Qué nos indica la baja densidad
De acuerdo con estudios de la NASA, la densidad promedio lunar es de 3,34 gr/cm3. Por su parte, la de la tierra es de 5,5 g/cm3. Esto muestra cómo nuestro satélite es un objeto extremadamente ligero, lo cual sería un indicio claro de que su interior es hueco.
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Origen incierto
Después de conocer las teorías que han surgido a lo largo del tiempo sobre el origen de la luna, lo único que podemos afirmar con certeza es que ninguna satisface completamente a todos los investigadores.
Esto se debe especialmente a que nuestro satélite presenta tantas singularidades, que definitivamente no es equiparable con ningún otro cuerpo del sistema solar.
Tal vez por esto, el ex director del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, Irwin Shapiro, expresó en una ocasión:
“Mirando todas las anomalías y preguntas sin respuesta sobre la Luna, la mejor explicación es que se trata de un error de observación. No existe”.
Pero lo cierto es que sí existe. Y también es cierto que, en medio de tantas probabilidades, aquella de que se trate de un objeto creado por seres extremadamente avanzados tecnológicamente, es tan plausible como cualquiera de las otras.
Algunos afirman que fue traída por alienígenas desde regiones remotas del universo. También se puede pensar que dichos seres pudieron existir en nuestro planeta hace millones de años, y después desaparecieron sin dejar más rastro que esta creación.
De cualquier manera, la luna sigue orbitando la tierra, ajena a todas las especulaciones que, a su vez, giran a su alrededor. Es muy difícil aceptar que alguna vez en nuestra larga historia no hubo luna en las noches terrestres.
Pero tampoco es imposible que haya sido así, y que alguien, levantando la vista al cielo hubiera pensado que allí definitivamente hacía falta algo en las noches. Y que ese hubiera sido el comienzo de todo.
Escrito por Carlos Morales G. para VCSmedia.net
Narración: Javier Hernández
Tema musical: Sci-Fi Dystopia – Envato
Imagen deportada: Luna llena sobre la ciudad – Envato
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