7 minutos de lectura. La conejita valiente es un divertido cuento que puedes escuchar o leer a continuación
Otros cuentos infantiles
El curso estaba a punto de comenzar, y Cony una pequeña conejita estaba asustada porque ese año iría a una escuela nueva. Tanto, que el día anterior, cavó una profunda madriguera y se encerró en ella.
¡Yo no salgo de aquí! No quiero ir a ese colegio… Seguro que hay animales malos en el nuevo cole. Y maestros que asustan. Refunfuñaba la conejita.
Así que su mamá muy preocupada llamó a la tía Eleonora, su madrina. Ella siempre sabía qué hacer para hacer entrar en razón a su hija.
No te preocupes, Cony. Te llevaré a varios colegios para que elijas aquel, en el que la gente te parezca más amable y te sientas tranquila.
Convencida la conejita, a la mañana siguiente salió de su madriguera y se dirigió a su primer día de clases, llegaron a una escuela que lucía muy espantosa. Tanto, que junto a la puerta había un vendedor de púas de erizo en llamas, un zorrillo con olor a huevo podrido y cuernos de toro.
No entres ahí sin estas armas, podría pasarte cualquier cosa. Le dijo el vendedor.
Cony compró de todo y entró con mucho cuidado y observando a todos lados dijo a la tía en voz baja para que no la escucharan.
Tía aquí, no hay nadie amable… ni siquiera los cervatillos ni los koalas.
Nadie le decía nada y Cony sentía que todos la miraban esperando el momento de atacarla. En toda la visita no tuvo ni un segundo de tranquilidad.
¡Qué escuela tan horrible, tía! Espero que la que vamos a conocer mañana sea mejor. Dijo cuando salieron.
Sin embargo, la cosa no parecía mejor en la segunda escuela. Otro vendedor vendía productos para protegerse. Le recomiendo los dientes amenazantes y el caparazón de guardaespaldas.
¡Está bien, véndamelos por favor!
Cony los compro, se los puso y entró a la escuela esperando lo peor…
Pero nada más entrar, un pequeño erizo se acercó a saludarla con una gran sonrisa: ¡Hola conejita, bienvenida! Muy pronto, apareció un mono sonriendo y le dio un gran abrazo y le dijo: Hola chiquita que bien luces. Un papagayo. Voló muy cerca de ella y emitió un graznido de bienvenida. Así fue recorriendo la escuela rodeada de animales encantadores.
Pero Cony era muy lista, y… un momento aquí está pasando algo raro. Se detuvo muy pensativa.
Tía. Este lugar se parece mucho a la escuela que visitamos ayer. Y a alguno de estos animales ya lo he visto antes… Creo que todo esto es una trampa, ¡se hacen los simpáticos para atacarnos!
Pero qué lista eres sobrina, no hay forma de engañarte. Pero no es ninguna trampa… mírate en ese espejo. Dijo Eleonora
La conejita fue a mirarse. Los dientes amenazantes que había comprado no daban miedo. Al contrario, parecía que Cony tenía una grandísima sonrisa. Además, detrás de su caparazón había un mensaje que decía “Me encantan los abrazos” y un pulgar hacia arriba. La verdad es que tenía un aspecto adorable.
Mira ahora la foto que te hice ayer. continuó su tía, mostrándole la pinta que tenía con sus púas de erizo encendidas, su cara seria y su cuerno de toro.
Vaya. Dan ganas de salir corriendo solo de verme – dijo Cony.
Y eso es lo que pasó, cariño. Ayer no fueron amables porque tú no parecías nada amable. Pero hoy, esos mismos compañeros están encantados de estar y jugar contigo porque pareces mucho más simpática…
Cony entendió enseguida la trampa de su tía, y fue corriendo a ver al vendedor de la puerta, que no era otro que su papá disfrazado. Le dio un gran beso y le dijo:
Gracias, papá, ya no tengo miedo de ir al cole. Ahora sé que yo debo ser amable y así, puedo ayudar a que todos sean mucho más amables conmigo.
Eso sí, por si acaso, guardó en mi bolsillo mis dientes amenazantes, por si algún día me cuesta sonreír más jajajajaja.
La tía, el papá, los maestros y los alumnos rieron a carcajadas y se dieron abrazos. Y desde entonces Cony, todos los días se levanta muy entusiasmada para ir al Cole.
Adaptación para radio de VCSradio.net al cuento publicado en cuentosparadormir.com
Puedes escuchar o leer más Cuentos de la Abue haciendo click aquí.
Descarga gratis Guía para recuperar la familia aquí