El impacto de la serie “El problema de los 3 cuerpos” en China, donde la Revolución Cultural aún provoca controversia. La censura y el nacionalismo chocan con la búsqueda de la verdad histórica
La adaptación de la novela de ciencia ficción china “El problema de los 3 cuerpos” por parte de Netflix ha desatado una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional, llevando consigo un trasfondo de controversia y nacionalismo en China. Aunque la serie ha recibido elogios y ha generado una gran curiosidad fuera de China, dentro del país ha sido completamente desterrada, alimentando un sentimiento nacionalista arraigado en los recuerdos de la Revolución Cultural.
La trama de “El problema de los 3 cuerpos”, estrenada en Netflix el 21 de marzo de 2024, no solo es una historia espacial, sino también una reflexión sobre las crisis y decisiones de la humanidad, con un inicio conmovedor ambientado durante la Revolución Cultural china. La representación de este período, a través de las experiencias del protagonista Ye Wenjie, ha generado una fuerte reacción dentro del Partido Comunista chino, lo que llevó a la prohibición de la serie en China.
La Revolución Cultural, lanzada por Mao Zedong en 1966, sumió a China en una década de agitación política y social, caracterizada por abusos generalizados y derramamiento de sangre. Este oscuro capítulo de la historia china ha dejado cicatrices profundas en la memoria colectiva del país, y la representación de estos eventos en la serie ha reavivado recuerdos dolorosos que el PCCh prefiere mantener ocultos.
La prohibición de la serie resalta la tensión entre la preservación de la memoria histórica y el control narrativo del PCCh. Aunque la novela original de Liu Cixin fue elogiada en China, las autoridades han considerado inaceptable la representación visual de la brutalidad de la Revolución Cultural en la adaptación de Netflix.
Esta censura se enmarca dentro de un contexto más amplio de resurgimiento del nacionalismo y la represión de voces disidentes en China, que algunos han comparado con una “Revolución Cultural 2.0”. Este resurgimiento, impulsado en parte por el liderazgo de Xi Jinping, refleja una compleja interacción entre el pasado traumático del país y sus aspiraciones actuales en el escenario global.
La prohibición de la serie, por lo tanto, trasciende la disputa sobre una obra de ficción y se convierte en un símbolo de los desafíos que enfrenta China para reconciliar su pasado con su presente, mientras lucha por mantener su narrativa histórica bajo control. Es un recordatorio de cómo los eventos del pasado continúan moldeando el panorama político y cultural de una nación poderosa, y cómo la memoria, la censura y la identidad siguen siendo temas candentes en la China moderna. En última instancia, la controversia en torno a “El problema de los 3 cuerpos” ofrece una ventana a las complejidades de la historia y la política en una de las naciones más influyentes del mundo.
Con información de Vision Times
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