12 Minutos. El Viaje De La Gotita es un divertido y educativo cuento infantil que puedes escuchar o leer a continuación:
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EL VIAJE DE LA GOTITA
En un hermoso día, sobre un pétalo de rosa, se escuchó por primera vez las suaves risas de las gotas de agua de rocio, que nacieron en una mañana de primavera.
Esas góticas de agua eran realmente hermosas, cristalinas y puras. Jugaban alegremente saltando de flor en flor; era tanta su dicha que llamó la atención de todos en aquel hermoso bosque.
Las rosas y las demás flores del lugar compartían tanta dicha, y ello se debía a que las gotitas les daban vida, podían sentir su amor.
Estas pequeñas habían nacido para alegrar a toda la creación. Danzaban de hoja en hoja, de tal modo que parecían ir al ritmo del suave vaivén del viento que, junto a la brisa, protagonizaban un gran momento.
Cogiditas de la mano le cantaban a la vida.
-Somos gotitas de lluvia que con nuestra danza te vas a alegrar
Cada cosquilla en la hojita y en cada rosita te va a alimentar
Somos gotitas bonitas gorditas y lindas queremos danzar-
Mientras estaban cantando alegres en esa mañana, sin saberlo, una a una se empezaron a evaporar.
-¿Pero que nos está ocurriendo?-. Se preguntaron entre ellas.
De repente ahora solo quedaba una. Ella era la más grande y brillante, la cual sentadita sobre una hoja comenzó a llorar.
-Yo era la más gordita, y ¿ahora que me irá a pasar?-
Se preguntaba alarmada y triste.
-¿Cómo podré alegrar a las plantas y a las flores si me voy a evaporar?-
No quiero que me pase como a mis pobres hermanas. Lloraba y lloraba, y con un gran malestar en su interior se quejaba una y otra vez.
Estando en medio de una pataleta de enojo, muy cerca de ella pasó un gusanito multicolor quien, al escucharla, recordó haberla visto durante la mañana muy feliz, danzando entre las hojas y las flores. Le llamó la atención verla tan disgustada y alterada, así que se conmovió. Se le acercó tocándola con su nariz y le dijo:
-Hola gotita, ahora te veo muy triste y furiosa, ¿qué te ha sucedido?-
-Estoy muy triste y furiosa, mis hermanas se fueron evaporando una a una en el transcurso de la mañana, yo no quiero que eso me pase-. Respondió.
El gusanito la escuchó con gran atención y le contó que el calor del sol provocaría su desaparición, tal como había ocurrido con sus hermanas.
-Debes encontrar un árbol que te de sombra-. Añadió el gusanito.
-Gracias señor gusanito ¡eres muy bonito como un arcoíris multicolor-. Respondió la gotita y añadió:
-¿debo entonces buscar un refugio y esconderme?, ¡pero cómo hacerlo, no tengo pies y soy aún muy gordita y blandita!
El gusanito pensó y luego le dijo:
-¡Tengo una idea!, salta sobre mi cabeza y buscaremos juntos-
Así fue como gotita dio tremendo salto y subió sobre la cabeza del gusanito, agarrándose con sus manitas de las dos antenas para no resbalar.
Emprendiendo juntos un pequeño paseo, se convirtieron en los mejores amigos, cantaron, se rieron y bailaron. Tanto así, que todos en aquel bosque se contagiaron con su alegría.
Más tarde, luego de haber recorrido un buen tramo del bosque, gusanito le dijo a gotita:
-Aquí te puedes quedar, hay una gran sombra que te puede cobijar-
Inclinó su cabeza para que gotita descendiera, pero justo en ese momento, cuando ella posó en la tierra, el gusanito se dio cuenta que su amiga estaba más pequeñita, lo cual le entristeció y lo alarmó.
-Gracias amigo me la he pasado muy bien contigo-. Se despidió gotita. Justo ahí se dio cuenta de que se había reducido a la mitad.
-¡Oh no, yo también desapareceré!-. Dijo muy enojada.
Pasaba por ahí el señor Búho, el animal más sabio del bosque, quien tan bien había visto a esta gotita hacer muy feliz a las flores y al gusanito multicolor. Se detuvo y le exclamó:
-¡Hola gotita de agua!-
Se le acercó lentamente poniéndose sus anteojos para poderla ver bien y le preguntó:
-¿y cuál es tu conmoción?-
Con suave voz, mirando hacia arriba, ya que el búho era como un gran gigante para ella, le detalló lo ocurrido, sobre la manera cómo sus hermanas se evaporaron, y con resentimiento en el corazón mostró su enojo con el sol, le habló sobre su inmensa preocupación; ella lloraba, protestaba, no quería aceptar que lo mismo le pasara y en su llanto, más pequeña se quedaba.
Conmovido con la historia, al búho se le afligió el corazón, se le escapó una lágrima, la cual tenía un color particular, ya que brillaba en tornasol.
Este preciado líquido fue a parar junto a su pequeña amiga, metiéndose en su barriga. De repente, como por arte de magia vio como esa lágrima engordó a la gotita, calmando un poco su corazón.
Luego el señor búho le explicó con mucho amor:
No te preocupes gotita, es natural que te pase. Es la transformación que sufres en el ciclo de la naturaleza. Con el calor del señor sol, te evaporas y te conviertes en parte de una nube, que con el tiempo se derretirá y caerá en forma de lluvia.
Así le das vida al bosque y esto sucederá una y otra vez.
Atónita y pensativa, se quedó la gotita por un momento. De pronto levantó su mirada y respondió:
-¡Gracias señor Búho, ahora lo entiendo todo!. He sido muy egoísta, protestando y renegando por el ciclo natural, tus palabras ahora me dan paz.
Con una sonrisa, la gotita le agradeció y en forma inmediata una luz dorada brilló en su corazón hasta que en medio del calor poco a poco se fue evaporando.
Empezó a volar hacia arriba y mirando hacia abajo, veía como el señor búho le sonreía.
Llegó hasta una nube donde se encontró a sus hermanas, y se fusionaron en un gran abrazo grupal en medio de saltos y gritos.
Tanto movimiento en la nube hizo sonar un trueno y de repente, las gotitas empezaron a caer, mientras cantaban:
-Somos gotitas de lluvia que con nuestra danza te vas a alegrar
Cada cosquilla en la hojita y en cada rosita te va a alimentar
Somos gotitas bonitas gorditas y lindas queremos danzar-
Escrito por Adriana Contreras Pineda.
Imagen: Editada por Jaime Rincón, con fotos de Pixabay.com
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