Zhou Fengsuo, un reconocido activista chino de derechos humanos que sobrevivió a la masacre de Tiananmen en 1989, comparte su historia en una entrevista exclusiva. Habla sobre la brutal represión del régimen chino, su lucha por la libertad y la democracia, y la situación actual en China.
Zhou Fengsuo es un reconocido activista chino de derechos humanos que ha dedicado su vida a la lucha por la libertad y la democracia en su país. Sobrevivió a la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989 y desde entonces ha sido perseguido por el régimen chino por sus actividades. A sus 56 años y a pesar de los riesgos, Fengsuo continúa incansablemente defendiendo los derechos de los ciudadanos chinos y abogando por un cambio político en China.
Presentamos una entrevista realizada por Marco Respinti y publicada en la revista sobre Libertad Religiosa y derechos Humanos, Bitterwinter
Sobre la Masacre de Tiananmen: Zhou Fengsuo recuerda la brutal represión del régimen chino hace 35 años
La masacre de Tiananmen fue una brutal represión del gobierno chino contra las protestas estudiantiles por la democracia.
“La violencia y el miedo son las armas del gobierno comunista chino”. Zhou Fengsuo puntúa las sílabas en un inglés lento y conciso y va directo al grano. Habla sin dudarlo. Sus ojos están llenos de recuerdos.
En la noche del 3 al 4 de junio de 1989, las tropas chinas aplastaron brutalmente a los estudiantes que protestaban por la democracia en la Plaza de Tiananmen. En ese entonces yo era estudiante de la Universidad de Tsinghua en Beijing y fui uno de los líderes del movimiento. El recuerda vívidamente los horrores de esa noche.
Él dice: “El gobierno envió tropas de élite contra nosotros”. “No esperábamos esa reacción. Pensamos que el gobierno dialogaría con nosotros, no que nos masacraría”.
Le pregunto: “¿Cuántos murieron en esa masacre?” Él responde: Las cifras exactas de muertos siguen siendo desconocidas, pero se estima que miles de personas fueron asesinadas. Zhou afirma que el régimen chino ocultó o destruyó las pruebas de la masacre y que muchos de los sobrevivientes fueron encarcelados o desaparecidos. Sus familias envejecieron y murieron. El régimen ocultó o destruyó pruebas”.
A pesar de la brutal represión, Zhou Fengsuo no ha perdido la esperanza. Sigue luchando por la libertad y la democracia en China, y su historia es un poderoso recordatorio de la importancia de defender los derechos humanos.
¿Cómo lograste salir con vida?
Habíamos subido al Monumento a los Héroes del Pueblo. Se escuchaban los disparos y las balas seguían cayendo, los tanques avanzaban. Estábamos divididos entre los que queríamos quedarnos y los que querían volarse. Yo quería quedarme y de hecho presencie la violencia, ayude a los heridos y logre luego escapar y salir con vida. Fui testigo de la muerte de muchos compañeros, incluso conservo una bandera ensangrentada con la que envolvimos a uno de los compañeros caídos.
Que paso después de la masacre:
Después de enfrentar la brutalidad del sistema chino, emergí como un símbolo de resistencia. Pase un año en la infame prisión de Qincheng, donde la escasez de alimentos y los métodos de interrogatorio crueles eran moneda corriente. A pesar de las condiciones inhumanas, logré sobrevivir y fui liberado, solo para ser enviado a un centro de reeducación ideológica en una provincia remota.
Finalmente, libre, estudié Ingeniería y me hice ciudadano estadounidense en el año 2002. Al año siguiente, en California, fui bautizado en la Iglesia Árbol de la Vida como cristiano protestante.
Qué hace actualmente
Superando obstáculos una vez más, me he dedicado a la defensa de los derechos humanos en China.
Soy el director ejecutivo de la Asociación de “Derechos Humanos en China” con sede en Nueva York la cual fue creada en el año 1989 por algunos estudiantes chinos que vivían en Estados Unidos y que querían hacer más por los prisioneros de conciencia en China.
Adicionalmente en el año 2004 fui cofundador de “Humanitarian China” y desde ese entonces trabajo para apoyar a los prisioneros políticos y sus familias. Anualmente ayudamos aproximadamente a más de mil personas con esta causa.
Sin embargo, la represión del régimen chino ha hecho cada vez más difícil proporcionar asistencia jurídica, especialmente después de la represión de los abogados en 2015.
A pesar de los desafíos, mi organización y yo continuamos brindando apoyo y esperanza a aquellos que luchan por la libertad en China, demostrando que la determinación y la resistencia son fundamentales en la búsqueda de la justicia y los derechos humanos.
¿Actualmente cómo es la situación en China?
Según Zhou la situación esta muy mal peor que hace un año. La gestión del poder por parte del líder Xi Jinping va creciendo y parece que no para.
Valiéndose de la tecnología digital y de las medidas anti-Covid el régimen comunista chino controla prácticamente a todos los ciudadanos, todos se encuentran vigilados. Es un acaparamiento total.
Se puede ser detenido por una cena “no autorizada”, como les ocurrió en diciembre de 2019 a los abogados de derechos humanos Xu Zhiyong y Ding Jiaxi, condenados a 14 y 12 años de prisión, respectivamente. Y esa fue la segunda vez que les pasó.
También hay grupos de estudiantes comunistas que defienden los derechos de los trabajadores y que el gobierno comunista persigue como alborotadores.
Hoy, la República Popular China preside un régimen totalitario dotado de un poder tan vasto y omnipresente como nunca se ha visto antes en toda la historia de la humanidad.
Pero, ¿es el líder Xi un comunista especialmente duro o el sistema comunista es intrínsecamente malo?
El líder Xi no es una sorpresa en absoluto.
Algunos creían que era un reformador ya que su padre fue purgado, pero Xi es un hijo legítimo de Mao Zedong , el gran carnicero (1893-1976).
Sin embargo, no se trata solo de Xi: todos los líderes comunistas posmaoístas son iguales, incluido Deng Xiaoping (1904-1997), a quien a menudo se presenta como un innovador. Fue un carnicero más. Comenzó luchando contra la corrupción en 1983, encarcelando y matando personas.
Luego ocurrió Tiananmen, y luego después de Tiananmen, cuando pronunció las históricas palabras: “Mataríamos a 200.000 personas a cambio de veinte años de estabilidad”.
La clave es siempre la “seguridad”: del Estado, y cuesta cadáver tras cadáver de quienes rutinariamente sólo exigen libertad.
Ésa es la naturaleza de un régimen comunista: nunca cambia.
Mao, Deng, Hu Jintao, Jiang Zemin (1926-2022), Xi: todos han sido iguales. Quizás la retórica cambie un poco, pero eso sólo les interesa a los extranjeros. En ocasiones, Occidente opta por mentirse a sí mismo creyendo las mentiras del régimen. El comunismo, por otra parte, nunca cambia.
Xi por lo tanto es un producto natural de un sistema malvado.
Has pasado toda tu vida luchando por la libertad. ¿Qué te motivó a hacerlo?
Es mi deber. Se lo debo a mi país, al que amo.
Reflexión
La historia de Zhou Fengsuo es un poderoso recordatorio del precio que pagan los activistas por los derechos humanos por defender sus ideales. Su valentía y determinación son una inspiración para todos aquellos que luchan por la libertad y la justicia. El artículo también pone de relieve la importancia de la comunidad internacional en la denuncia de las violaciones de los derechos humanos en China y en el apoyo a los activistas que arriesgan sus vidas por un cambio positivo.
Artículo escrito por Margarita Restrepo para VCSradio.net con información de Invierno Amargo revista sobre Libertad Religiosa y derechos Humanos