Imagen de portada: Inmigrantes cruzan por el Tapón del Darién, Colombia. (Captura de pantalla: YouTube/CBS News).
Tiempo de lectura 4 minutos. Se calcula que al menos 36 personas murieron en el intento el año pasado
Por diferentes razones, y todas dramáticas, cientos de miles de ciudadanos de muchos países se arriesgan en “La travesía infernal”, que les depara el Tapón del Darién, en la frontera de Colombia con Panamá.
Todos ellos son inmigrantes y solicitantes de asilo que huyen de la pobreza, los conflictos, las catástrofes, las bandas criminales y los regímenes abusivos, a costa de sus vidas, por esa peligrosa jungla.
Bien sea porque la presión crece en sus países de origen o porque el país de destino final, Estados Unidos, es ahora más laxo en sus controles fronterizos, el hecho es que el tránsito se ha cuadruplicado en lo que va corrido del año.
Así lo reporta el periódico El Colombiano, del 9 de febrero, citando que en tan solo las cinco semanas transcurridas de este año ya han pasado más de 31.000 inmigrantes, cifra que se vio en las primeras 20 semanas del 2022, según estadísticas oficiales de Panamá.
Se destaca como más numeroso el grupo de haitianos, más del 30%, seguido por los originarios de Ecuador, Venezuela, India y Colombia. También se incluyen otras 30 nacionalidades, al menos.
“Este año hemos tenido un incremento de ciudadanos extracontinentales, que entran al continente americano por el Sur…”, declaró la subdirectora del Servicio Nacional de Migración (SNM), María Isabel Saravia.
Asimismo, comentó sobre la necesidad de cooperación internacional para solucionar esa situación irregular, en la que son violados los derechos humanos de los desesperados viajeros.
“Tenemos que hablar de desincentivar las rutas irregulares y tener un compromiso entre los Estados (de origen, tránsito y destino) de luchar contra el crimen organizado, porque estas personas son traficadas y son tratadas por la delincuencia organizada”, recalcó Saravia.
Se calcula que al menos 36 personas murieron en el intento el año pasado, y muchas tienen que enfrentarse a animales salvajes, ríos crecidos, y precipicios, además de lidiar con delincuentes del crimen organizado, que trafican con drogas, armas y personas.
Baste con el testimonio de Manuel, un ecuatoriano que huyó de la pandilla que quería reclutarlo: “Si nos rompemos una pierna, si tenemos una fractura, se acabó. No habrá ayuda, nos quedaremos en el Darién. Es caminar o morir. Pero para nosotros, lo peor sería quedarse de dónde venimos”.
Si bien este viaje de pesadilla podría cubrir entre 100 y 260 kilómetros, y costar miles de dólares, para la mayoría de los inmigrantes todavía faltan varios países y cerca de 3.000 kilómetros más, antes de llegar a la frontera de Estados Unidos, e intentar cumplir con el tan anhelado y esquivo “Sueño americano”.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net
Locución, Ignacio Lo Bello