Recomendado Musical de la Semana:
Sinfonía N° 9 en Mi menor Op. 95 “Del Nuevo Mundo – Antonín Dvořák
Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák con su sonoridad exótica, rememora el encuentro de dos culturas en las que emerge la diversidad que lejos de separar unifica. En la magna obra, el talentoso compositor plasma bellamente su percepción sobre una tierra nueva mestiza; diferente a lo que conocía.
Antonín Dvořák y su Misión Musical
En 1891, cuando Jeannette Thurber; reconocida mecenas de la música clásica en Norteamérica invitó al compositor checo Antonín Dvořák a dirigir el conservatorio de Nueva York que ella había fundado. En una época en que Norteamérica era una región de inmigrantes, muchas culturas se habían encontrado y asentado allí. Sin embargo, se requería un estilo musical que las identificara.
Pues bien, el célebre compositor atendió el llamado y en 1982 se encontraba en la ciudad de Nueva york con la misión de brindar a los Estados Unidos una identidad musical propia; dado el contexto histórico de los acontecimientos.
Inspiración de la Sinfonía del Nuevo Mundo
De acuerdo con una entrevista ofrecida por el compositor en el “New York Herald” un día antes del estreno, podemos identificar las fuentes que inspiraron la monumental obra.
Antonín manifiesta que su creación se generó tanto de la música de los nativos americanos como de la música religiosa de los afroamericanos. Obviamente con temas originales, el autor fusionó elementos americanos del “Nuevo Mundo” con la tradición musical europea del “Viejo Continente”.
En tan solo cinco meses, desde enero a mayo de 1893, su Sinfonía N°9 en mi menor op. 95; había sido concluida con el nombre: “From the New World”, más conocida como “Sinfonía del Nuevo Mundo”.
La rapidez de composición de la “Sinfonía del Nuevo Mundo” de Antonín Dvořák, se debe a que el talentoso compositor utilizó temas que ya había concebido. Es decir, temas originales a los que añadió las particularidades propias de los espirituales negros y de la música folclórica india. Todo ello como si de una obra occidental se tratara, aplicando las reglas de contrapunto y orquestación adoptadas en Europa. El resultado fue una mezcla original nunca antes vista de folclor norteamericano con el academicismo europeo.
El compositor afirmó en la mencionada entrevista:
“En realidad no he utilizado ninguna de las melodías de los nativos americanos. Simplemente he escrito temas originales que incorporan las peculiaridades de la música indígena y usando estos temas como sujetos, los he desarrollado con todos los recursos del ritmo, el contrapunto y el color orquestal modernos”.
Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvořák, célebre desde sus inicios
El estreno de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák, fue el 16 de diciembre de 1893 en el Carnegie Hall y a cargo de la “New York Philharmonic” con la dirección de Anton Seidl; con un éxito arrollador.
Así anunció el diario “New York Herald” al que catalogó como el máximo evento del año:
“Unas ovaciones estruendosas se escuchaban en todas partes. Todos miraban allí donde miraba el director de la orquesta. Estaba claro a quién buscaban todos los ojos. En toda la sala se escucharon voces que coreaban: ¡Dvorak, Dvorak!. Y mientras que el compositor hacía reverencias a todos los lados, tuvimos la posibilidad de seguir a este poeta de tonos que sabe cautivar el corazón de un público tan numeroso”.
La entusiasta audiencia estadounidense apreció el hecho de que se encontraban frente a una de las obras cumbre del romanticismo musical, lo mejor de la obra sinfónica de todos los tiempos. Tan impactante fue la sinfonía, que los especialistas en el tema afirmaban que Dvořák había sentado las bases de una nueva música americana.
Y es que reflejando sus impresiones en el suelo americano, Antonín Dvořák creo una pieza de notable riqueza musical que permite viajar a América para descubrirla de la mano de una sinfonía romántica.
Estructura Musical e Instrumentación de la Sinfonía:
La Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák fue creada para una orquesta romántica. Instrumentos como flautas, oboes, clarinetes, fagots, trompas, trompetas, trombones, tuba, timbal, triángulos, platillos y por supuesto la sección de cuerda de la orquesta; hacen parte de la interpretación de la magna obra.
La Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák se desarrolla en cuatro movimientos, así:
– Adagio – Allegro Molto en Mi menor
Se trata de un tema épico que representa a la gente común, convertida en héroes. Este primer movimiento se inicia con una introducción realizada por violonchelos, violas, clarinetes, fagots y trompas; quienes evocando una atmósfera en penumbra que representa la noche y a la humanidad asolada por la tiranía y la esclavitud. A lo largo del Adagio, los personajes batallan contra la sombra en los acordes de los instrumentos.
– Largo en Reb Mayor
El segundo tema es una canción india de aspecto nocturno y calmado que gradualmente va en crescendo.
– Scherzo: Molto Vivace – Poco sostenuto en Mi menor
el tercer tema lo interpreta la flauta con su luminosidad sobre un fondo musical de cuerdas, evocando un ambiente pastoral ideal.
– Allegro con fuoco en Mi menor
El cuarto movimiento reúne en uno solo, las principales ideas que forman la obra. Una composición a modo de poema sinfónico con carácter dramático, resuelto, decidido y por supuesto heroico.
En la presente entrega han podido apreciar este cuarto movimiento de la “Sinfonía del Nuevo Mundo”; interpretado por la “Orquesta Filarmónica de Berlín”, bajo la dirección de: Herbert Von Karajan.
Sinfonía Patrimonio Colectivo del Mundo
Considerada la más brillante obra del compositor checo Antonín Dvořák y una de las sinfonías más importantes del repertorio universal, “Sinfonía del Nuevo Mundo” es un regalo para quienes la conocen y un maravilloso descubrimiento para quienes la escuchan por primera vez. Cabe anotar que en1969 los astronautas estadounidenses la escucharon durante su viaje a la Luna.
La Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvořák, para muchos es americana, mientras que para otros pasa por eslava. Está compuesta en el Nuevo Mundo; sin embargo, continuamente evoca al Viejo. Mira a las formas clásicas y academicistas de Haydn y Mozart, mientras utiliza el folclor amerindio y negro norteamericanos. Por tal motivo, la Novena Sinfonía de Dvorak ha pasado a ser patrimonio colectivo del mundo, ocupando de forma merecida un lugar prominente en el repertorio sinfónico de todos los tiempos.
Redacción, Claudia Franky para VCSradio.net
Audio:
Obra: Sinfonía N° 9 en Mi menor Op. 95 “Del Nuevo Mundo”
Autor: Antonín Leopold Dvořák
Género: Sinfonía
Fecha de composición: 1893
Fecha de estreno: 16 de diciembre de 1893
Foto Portada: Pixabay