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Tiempo de audio 7 min 30 seg. En China destruyen templos, derriban cruces y envían a cristianos a campos de concentración, en una persecución religiosa sistemática.
Desde el año pasado, los empleados del gobierno de todo el país han estado destruyendo templos, derribando las cruces de las iglesias cristianas y enviando a campos de concentración a las personas que se oponen a las nuevas disposiciones, como la de obligar a las iglesias a quitar las imágenes religiosas y sustituirlas por las imágenes de los líderes comunistas, sobre todo a exhibir la imagen del presidente Xi Jinping en remplazo de la de Jesús
Las diferentes organizaciones que velan por la libertad religiosa están haciendo nuevos reportes sobre la cruel persecución que ha intensificado el gobierno comunista chino a la comunidad cristiana, debido a las nuevas leyes implementadas por el régimen.
Medidas de Xi Jinping
Apenas Xi Jinping, asciende al poder en China, autoproclamándose como gobernante vitalicio en el año 2.017, dictó nuevas medidas para acabar con la fe y fortalecer el comunismo indefinidamente. Desde ese momento, las nuevas políticas y la nueva legislación sobre las religiones se están aplicando para limitar con rigor las libertades religiosas e individuales, ya que el comunismo es una ideología atea que ve a la espiritualidad como un obstáculo en el establecimiento del poder absoluto.
Por lo tanto, el gobierno comunista chino, tiene estricto control de las redes sociales, el internet, las organizaciones no gubernamentales y cada lugar, para poder aplicar sus leyes sobre la manera como deben actuar los diferentes grupos religiosos.
Como resultado, las iglesias están siendo monitoreadas de cerca de tal manera que si no cumplen con lo ordenado pueden ser cerradas. El portal web “Puertas Abiertas” indica que esto afecta tanto a las iglesias independientes como a las del Movimiento de las Tres Autonomías, que abarca a las iglesias protestantes que son manejadas estrictamente por el partido comunista.
Retaliaciones a quienes se resisten a las medidas
Quienes se resisten a las disposiciones gubernamentales, se congregan en las llamadas “iglesias en casa” o “iglesias domésticas”, en las cuales el partido comunista tiene puesta su atención de manera especial y en estos momentos son extremadamente perseguidas.
En toda china hay grupos cristianos, pero en la provincia de Hebei es donde hay mayor concentración, por lo tanto, la vigilancia y las restricciones son todavía más rigurosas, al punto de ser obligados a transmitir en directo a las autoridades locales, cada actividad o celebración que realicen.
De acuerdo a Radio Free Asia, las personas que se oponen a renunciar a su fe, sufren de toda clase de vejámenes y violaciones a los derechos humanos; son retenidos en las estaciones policiales para luego ser enviados a “Campos de reeducación” donde se les lava el cerebro para que renuncien a su fe. Algunos son torturados hasta la muerte y a otros les quitan y saquean sus viviendas y acaban con sus familias.
Una denuncia de uno de los creyentes perteneciente a las “iglesias en Casa”, que fue maltratado, en entrevista con el medio Radio Free, describe lo que le sucedió:
“El señor Li Yuese, es un cristiano que cuenta a Radio Free la situación que ha sufrido cuando fue secuestrado por el Frente Unido del Partido Comunista y detenido en un campo de concentración por casi un año”, de acuerdo a lo descrito por la web eldiario.com
El señor Li Yuese relata que los agentes del gobierno se lo llevaron en un automóvil. Según él, fue secuestrado por el Comité de Asuntos Legales y políticos del gobierno, cuyo objetivo es interceptar a cristianos, sobre todo a miembros de “iglesias en casa”. Los capturados son sometidos a cualquier variedad de formas de torturas, tanto físicas como mentales. Los obligan a firmar declaraciones ya preparadas donde deben renunciar a su fe, pero si el creyente no firma, lo siguen torturando y nunca podrá salir libre.
El señor Yuese, estuvo retenido por casi un año en un campo de concentración, según lo consigna eldiario.com.
En la provincia de Hebei, la más cristiana del país, el gobierno ha arrestado a miles de personas en los últimos meses y sus derechos individuales son violados atrozmente. Ellos se sienten desprotegidos, ya que antes del 2.018, recibían protección de Roma, desde donde se hacía presión y denuncias para que de alguna manera no fueran atropellados; pero el Vaticano hizo un convenio con el gobierno comunista chino en el año 2.018, donde al régimen se le fue otorgado el derecho de hacer injerencia directa en los cristianos y hasta pueden nombrar obispos sin consentimiento del Papa. Esto ha sido aprovechado para intensificar la persecución, como lo consigna el medio bitterwinter.org.
Los cristianos chinos, así como muchas disciplinas espirituales, han enfrentado valientemente la persecución que ejerce el régimen comunista, teniendo una postura firme en su fe. Es una actitud realmente admirable que ha hecho que millones de chinos se estén volcando hacia la espiritualidad y renunciando al perverso partido comunista chino.
(Fuente: Bitter Winter, eldiario.com – Redacción Álvaro Sierra A. para VCSradio.net)
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