En nuestro mundo actual lleno de estímulos y distracciones, es difícil mantener la mente tranquila. Nuestros pensamientos parecen correr a un ritmo frenético, y a veces parece que cuanto más tratamos de silenciarlos, más fuertes se vuelven.
Nos esforzamos a diario por hacer bien las cosas, nuestras neuronas no paran con miles de pensamientos procesados cada día, parece casi imposible aquietar la mente, especialmente cuando nuestro cuerpo está en reposo.
Para equilibrar el estrés de un día ajetreado, muchas personas recurren a la meditación y la atención plena con la idea de que tomando conciencia y tratando nuestros pensamientos, emociones y sensaciones podemos alcanzar la tranquilidad.
Pero, volverse tranquilo y aquietar la mente es más fácil decirlo que hacerlo. A veces parece que cuanto más tratamos de silenciar nuestra voz interior, más fuerte se vuelve. ¿Por qué este esfuerzo mental es tan constante?
¿Por qué es tan difícil calmar la mente?
Nuestra mente está constantemente procesando información en nuestro cerebro, de manera consciente o inconscientemente. Los sonidos de fondo, el entorno visual y todo tipo de cosas que captan nuestra atención, se almacenan inconscientemente en nuestro cerebro.
Otros pensamientos provienen de recuerdos conscientes, de nuestras emociones y deseos fuertes. Tal vez tu mente esté dando vueltas sobre quién tenía razón en una discusión reciente; tal vez estás apegado a algo que no has podido obtener o quizás estes estresado por una fecha límite que no sabes cómo cumplir.
Este tipo de pensamientos pueden convertirse en un gran obstáculo cuando tratamos de concentrarnos, especialmente en la meditación.
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¿Cómo podemos calmar la mente?
- La meditación
La meditación es una práctica que ha sido utilizada por siglos para calmar la mente y alcanzar la paz interior. Hay muchos tipos diferentes de meditación, pero todos comparten un objetivo común: entrenar la mente para que sea más estable y concentrada.
- La atención plena
La atención plena es una práctica que tiene como objetivo pensar en el momento presente. Al practicar la atención plena, aprendemos a observar nuestros pensamientos y sentimientos sin juzgarlos.
La práctica de la atención plena empleada con fines terapéuticos desde la década de 1970 se ha utilizado para reducir la depresión, el estrés y la ansiedad, así como para tratar afecciones como la adicción a las drogas y los trastornos alimentarios.
La atención plena se basa en la práctica y la repetición para entrenar la mente. Enseña a identificar los momentos en que la mente divaga y a traerla de vuelta al momento presente tantas veces como sea necesario, sin dejar de ser compasivo y sin juzgar.
Cómo alcanzar una mente tranquila con sabiduría antigua
Los grandes sabios impartieron sus enseñanzas a la humanidad para orientarlos sobre el sentido de la vida, la forma adecuada de vivir como seres humanos y el camino para trascender el sufrimiento inherente a la condición humana.
La sabiduría antigua en realidad puede ser el componente clave de nuestra búsqueda de un corazón y una mente tranquilos.
Por ejemplo, Lao Zi fundador del taoísmo enfatizó seguir el curso de la naturaleza como el camino para alcanzar la paz mental: “Conténtate con lo que tienes; alégrate de cómo son las cosas. Cuando te das cuenta de que no falta nada, el mundo entero te pertenece.
Así, la mente estará en paz cuando uno esté contento con el presente tal como es.
El confucianismo, por su parte, enfatiza la importancia de reducir los deseos y la importancia de vivir en el momento presente.
Mencius, un erudito y filósofo confuciano, aconsejó: “Para nutrir la mente, no hay nada mejor que reducir los deseos. Un hombre con pocos deseos podrá mantener su corazón claro y firme la mayor parte del tiempo”. Dejar ir los apegos y las adicciones es esencial para la claridad mental.
En cuanto al enfoque budista durante miles de años se ha sabido que una mente desordenada puede ser fuente de sufrimiento. Después de alcanzar la iluminación, Buda Sakyamuni enseñó que la clave para trascender el ciclo de muerte y renacimiento era entrenar la mente.
En el budismo, la meditación es parte del camino hacia el despertar y el nirvana o paraíso.
El budismo también enfatiza la importancia de abandonar los deseos para alcanzar una mente serena. Sakyamuni enseñó a sus discípulos a seguir los preceptos para alcanzar el samadhi, un estado de conciencia tranquilo, sin distracciones y unificado. Seguir los preceptos implicaba abstenerse de malos pensamientos y acciones. Cumplir con estos códigos morales podría mejorar la naturaleza de la mente y aumentar la capacidad de uno para entrar en la tranquilidad.
Otras técnicas de meditación se basan en herramientas externas para aquietar la mente. La meditación mantra, por ejemplo, emplea una palabra o frase repetida, llamada mantra, para calmar los pensamientos acelerados de la mente. Cuando la palabra o frase se canta o se repite en silencio, promueve la concentración.
La meditación del baño de sonido funciona usando instrumentos como cuencos tibetanos, gongs y campanillas; esta técnica de meditación crea sonidos envolventes con vibraciones que ayudan a enfocar la mente y llevarla a un estado de relajación.
Los movimientos corporales como el yoga también se pueden utilizar para aquietar la mente. Enseña por ejemplo a centrar la atención en movimientos precisos que se sincronizan con la respiración, induciendo una sensación de calma y lucidez mental.
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El Qigong , una antigua práctica china con raíces en la medicina tradicional china, emplea movimientos corporales y la meditación como medios para cultivar una mente serena.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es la disciplina de qigong más grande en la actualidad, practicada por millones de personas en todo el mundo.
Presentado al público en China en 1992 por su fundador, el Sr. Li Hongzhi, rápidamente alcanzo una enorme popularidad por su énfasis en mejorar el carácter del practicante y en seguir sus principios fundamentales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Esta práctica enseña que la clave para alcanzar la paz interior no esté en la técnica que utilicemos, sino en la capacidad de deshacernos conscientemente de los pensamientos obstinados, apegos y nociones que nos impiden alcanzarla. Para ello, es necesario reflexionar sobre estos pensamientos y lograr dejarlos.
La razón por la cual no se puede entrar en la tranquilidad es que tu mente no esta vacía, esta llena de apegos, vicios y cosas sucias. Al dejar los apegos, tu poder de concentración se profundiza y tu nivel de cultivación espiritual se eleva.
Nuestras múltiples actividades diarias pueden ser precisamente las que impiden la tranquilidad; van en contra del suave fluir del universo. Cuando nos proponemos dejar conscientemente varios deseos y apegos, nos alineamos con el orden natural del universo y el desorden se despejará de nuestras mentes, permitiéndonos regresar a nuestra pureza mental innata.
Es posible aprender a calmar la mente y a reducir la cantidad de pensamientos invasivos y perturbadores. Con esta práctica, podemos aprender a centrar nuestra atención y a dejar ir los pensamientos que nos distraen o que se interponen en nuestra tranquilidad mental.
Artículo escrito por Margarita Restrepo para VCSradio.net con información de Visión Times.
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