
¿Alguna vez has escuchado el cuento de La Sirenita? Tal vez hayas visto la película de Disney, con canciones alegres y finales felices. Pero ¿sabías que la historia original tiene un mensaje muy profundo sobre el amor verdadero y el valor de hacer cosas buenas sin esperar nada a cambio?
Hoy vamos a conocer esa historia y descubrir cómo algo llamado generosidad —hacer cosas buenas para los demás sin pensar solo en uno mismo— puede ser uno de los tesoros más grandes que podamos tener.
La sirenita que quiso tener un alma
En el fondo del mar vivía una joven sirena con una voz tan hermosa que parecía el canto de los ángeles.
Un día, su abuela le contó un secreto: las sirenas viven aproximadamente 300 años, luego mueren y se convierten en espuma del mar y desaparecen. Los seres humanos, en cambio, tienen un alma que vive para siempre y cuando mueren suben a lugares hermosos.
La sirenita soñaba con tener un alma que no muriera y que pudiera ir a esos lugares celestiales. La única forma de lograrlo era que un ser humano la amara sinceramente. Entonces, decidió hacer algo muy valiente: regaló, ¡su voz!su don más preciado para que una bruja le diera piernas y así poder vivir en el mundo de los humanos y ganarse el amor de un príncipe que la amara.
El amor de la sirenita no fue correspondido
Ya con sus nuevas piernas, la sirenita conoció al príncipe. Él la estimaba mucho, pero no se enamoró de ella como ella esperaba. Al final, él se casó con otra princesa. La bruja le había dicho a la sirenita que, si quería volver a ser sirena y vivir, debía hacer algo horrible: quitarle la vida al príncipe.
Pero la sirenita eligió no hacer cosa tan mala de matar al príncipe. Prefirió sacrificarse antes de lastimar a alguien a quien quería. Se arrojó al mar, sabiendo que moriría y se convertiría en espuma.
Sin embargo, algo maravilloso sucedió: no murió y en vez de convertirse en espuma, su alma se transformó en una hija del aire, un ser que, por sus buenas acciones, podría algún día obtener un alma que no muriera.
¿Y qué tiene que ver esta historia contigo?
Esta historia nos hace pensar sobre algo que todos llevamos dentro como la capacidad de hacer el bien, incluso cuando es difícil. En la vida real, también hay personas que eligen hacer lo correcto, aunque signifique renunciar a algo que quieren mucho.
Por ejemplo, hay personas que hacen Falun Dafa (llamado también Falun Gong), una práctica espiritual que enseña a ser mejores personas, siguiendo tres principios muy importantes: verdad, compasión y tolerancia.
Uno de estos practicantes leyó la historia de La Sirenita y se dio cuenta de que la sirenita actuaba igual que alguien que cultiva su corazón, no pensando en lo que ganaría, sino en cómo podía ser mejor.
Él practicante comparo el caso de la sirenita con una situación difícil que le tocó pasar. No tenía un lugar para dormir y vivir, y aunque sus padres querían ayudarlo, ellos tenían otras preocupaciones urgentes, como cuidar a la esposa de su hijo que estaba muy enferma.
En lugar de enojarse y desesperarse, él decidió entender y apoyar a su familia. Se dio cuenta de que lo más importante era pensar primero en los demás. Cuando actuó con bondad y sin esperar nada, algo hermoso ocurrió: sus padres finalmente le compraron un apartamento. Pero lo más valioso para él no fue eso, sino descubrir lo maravilloso que es ser desinteresado y generoso.
La generosidad: una luz que siempre permanece
Normalmente en la vida las cosas buenas nos traen recompensa. En realidad, cada acto de bondad es como una semilla mágica que florece en el tiempo justo. Ser generoso y bondadoso, como la sirenita o este practicante, es elegir hacer lo correcto, aunque nadie nos esté mirando.
Hay cuentos como el de La Sirenita que nos inspiran a superarnos y pensar con el corazón.
¿Qué puedes hacer tú?
Tú también puedes ser como la sirenita o como las personas que practican Falun Dafa. No necesitas grandes poderes ni hacer cosas espectaculares. Aquí te damos algunas ideas:
- Si un amigo está triste, dile una palabra de aliento.
- Si alguien te trata mal, en lugar de pelear, trata de entender que hiciste tu mal y por qué te trataron así.
- Sorprende a tus padres cuando están cansados, ayudándoles con algo sin que ellos te lo pidan.
- Si alguien necesita una ayuda en el colegio, ofrece tu mano sin esperar una recompensa a cambio.
La verdadera alegría
El maestro de Falun Dafa, dice que el camino verdadero no se encuentra en tener cada vez más y más cosas, sino en donar lo que no necesitamos y cultivar la generosidad y la compasión.
Esto significa que todos venimos a este mundo con una misión especial, y parte de ella es aprender a ser buenos con los demás, incluso cuando es difícil.
Puedes crear tu propia y mágica historia haciendo algo bueno por alguien sin esperar nada a cambio. Anímate¡¡¡¡¡
Artículo escrito por Margarita Restrepo para VCSMedia.net con información de Minghui.org. Tambien puedes leer o escuchar este otro articulo relacionado:La Historia de Falun Dafa para Niños: Valentía, Bondad y Pazhttps://vcsmedia.net/la-historia-de-falun-dafa-para-ninos-valentia-bondad-y-paz/