El presidente Gustavo Petro utiliza las manifestaciones del 1 de mayo para movilizar a sus seguidores y anunciar la ruptura de relaciones con Israel, generando controversia y división en Colombia.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo uso de las manifestaciones del Día del Trabajador el 1 de mayo para intentar demostrar su poder político y movilizar a sus seguidores. En esta fecha tradicionalmente dedicada a las reivindicaciones laborales, Petro asistió a la marcha en Bogotá para expresar su respaldo a los sindicatos y su proyecto de “cambio”. Sin embargo, la movilización adquirió un tono político evidente, y su presencia en la plaza de Bolívar destacó la naturaleza partidista del evento.
A pesar de sus esfuerzos, la manifestación en Bogotá no logró llenar la plaza de Bolívar, un contraste notable con las marchas del 21 de abril contra el gobierno, que tuvieron una mayor asistencia. Durante su discurso en la plaza, Petro hizo un anuncio inesperado al declarar que Colombia rompería relaciones diplomáticas con Israel a partir del 2 de mayo. Esta decisión ha generado críticas y polémica, especialmente por su descripción del gobierno israelí como “genocida”.
La postura de Petro respecto a Israel ha sido motivo de controversia, ya que el presidente colombiano ha recibido elogios de grupos extremistas palestinos por su apoyo. Mientras que otros líderes occidentales han diferenciado entre el pueblo palestino y los extremistas que lo gobiernan, Petro ha adoptado una postura más crítica hacia Israel. Esta decisión marca un cambio en la política exterior de Colombia y ha sido vista con preocupación por algunos sectores.
Además de su posición sobre Israel, Petro también ha enfrentado críticas por intentar imponer reformas en el país a través de la presión de las calles. Desde el oficialismo, se ha tachado a las manifestaciones contra el gobierno como intentos de golpe de Estado o magnicidio, lo que ha generado tensiones políticas.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, manifestó su rechazo a la consigna de “Fuera Petro” escuchada en la marcha del 21 de abril y exigió respeto al período constitucional del presidente. Esto refleja la polarización política que se vive actualmente en Colombia, con una marcada división entre el gobierno y la oposición.
Las manifestaciones del 1 de mayo también incluyeron banderas del M-19, la antigua guerrilla a la que perteneció Petro, y miembros del partido Comunes (antes FARC), conformado por desmovilizados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Estos elementos han reforzado la percepción de que la marcha tenía un tono partidista más que laboral.
En resumen, las manifestaciones del 1 de mayo en Colombia dejaron claro el enfrentamiento político que se vive en el país. A pesar de los esfuerzos de Petro por movilizar a sus seguidores, la menor asistencia a la plaza de Bolívar en comparación con las marchas previas indica que la oposición mantiene una base sólida de apoyo. Mientras tanto, la postura de Petro respecto a Israel y las críticas a sus reformas políticas continúan siendo puntos de tensión en la sociedad colombiana.
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