Las minorías étnicas musulmanas uigures y kazajas residen principalmente en el noroeste de China y su legado data de antiguos comerciantes en la Ruta de la Seda.
Sin embargo, con la usurpación del poder por parte del Partido Comunista de China (PCCh) en 1949 y la persecución a los creyentes religiosos, en las últimas décadas, los ataques violentos a los uigures han provocado la muerte de miles de personas.
Asimismo, según un informe del pasado 31 de julio de Radio Free Asia, otros grupos creyentes religiosos y étnicos también forman parte de estos campos de trabajo forzado en Xinjiang, tales como personas de la etnia Han y practicantes de la disciplina espiritual Falun Dafa.
Nathan Ruser, un investigador de ciberpolíticas en el Instituto de Política Estratégica de Australia, analizó imágenes satelitales para AP y descubrió que, en el caso de Hetian Taida (la empresa sancionada por el gobierno de Estados Unidos), la fábrica de ropa y el campo de entrenamiento administrado por el gobierno están conectados por un camino cercado.
Según la investigación de AP, durante 2018, se realizaron al menos 10 envíos de contenedores llenos de miles de camisetas y pantalones tejidos de poliéster para hombres, mujeres y jóvenes. Las exportaciones estaban dirigidas a Estados Unidos, particularmente a Badger Sportswear, una cadena de venta de artículos deportivos.
“No solo el gobierno chino está deteniendo a más de un millón de uigures y otros musulmanes, obligándolos a renunciar a su fe y profesar lealtad al Partido Comunista, ahora se están beneficiando de su trabajo”, denunció Chris Smith miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Personas que estuvieron detenidas por su fe en estos campos de trabajo forzado detallaron a la agencia estadounidense que recibieron golpizas, confinamiento solitario y otros castigos por no recitar canciones, nombres y frases del Partido Comunista.
Los campos de trabajo forzado en Xinjiang exponen una oscura realidad que también está saliendo a la luz: la sustracción forzada de órganos para ser comercializados para trasplantes.
El pasado 26 de septiembre, el senador estadounidense Ted Cruz alertó sobre la “brutal y aterradora” sustracción forzada de órganos en China a los practicantes de Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual de la Escuela Buda, también conocida como Falun Gong, que es perseguida brutalmente por el régimen comunista chino.
“El Partido Comunista chino (PCCh) no solo tortura y asesina a los practicantes de Falun Gong. También les extraen los órganos a escala masiva”, denunció Cruz en su discurso en la conferencia organizada por la Fundación Monumento a las Víctimas del Comunismo celebrada en Washington.
(Fuente: Bles.com)
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