8 minutos. Después de 1900 años, las “Meditaciones” de Marco Aurelio continúan siendo una perfecta guía para nuestra vida. Veamos cómo sus enseñanzas nos sirven a todos.
A Marco Aurelio se le conoce como “el último de los cinco emperadores buenos de Roma”. Pero hoy en día lo recordamos no solamente por su gobierno justo en una época difícil para el imperio, sino por el legado inmenso que nos dejó en su libro conocido como “Meditaciones”.
Emperador de Roma del 161 al 180 dC., Marco Aurelio, es considerado como uno de los grandes representantes de la filosofía estoica.
En los años de sus campañas militares, entre 170 y 180 dC. escribió una serie de doce libros, los cuales eran realmente anotaciones de carácter privado. Incluso su nombre original era “Ta eis heauton” o “Para sí mismo”, lo cual indica que se trataba de reflexiones sobre sus experiencias desde el punto de vista del estoicismo. Estos libros constituyen lo que se conoce como sus “Meditaciones”.
El estoicismo
La escuela estoica fue fundada por el filósofo griego Zenón de Citio hacia el año 300 aC. Contrario a las filosofías anteriores, el estoicismo no se enfoca en tratar de explicar las cosas y su origen. Más bien busca la felicidad a través de modificar nuestro comportamiento e interacción con el medio que nos rodea.
Según el estoicismo, debemos actuar de acuerdo a nuestra naturaleza. Esto lo hacemos a través del razonamiento, que ponemos al servicio del bien común.
Pero sería demasiado largo explicar las propiedades generales de una filosofía que ha tenido múltiples representantes ilustres, como Epicteto y Séneca, así como seguidores, desde Federico el Grande hasta George Washington y Adam Smith.
Entre quienes difundieron este sistema de pensamiento, destaca Marco Aurelio, pues no se trató simplemente de un pensador teórico, sino de alguien que vivió su vida de acuerdo a los principios estoicos. Gracias e estos pudo convertirse en uno de los grandes emperadores romanos, no solo por su poderío, sino por su mandato basado en los principios racionales y virtuosos que profesaba.
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Algunas meditaciones de Marco Aurelio
Entre las muchas reflexiones que dejó este gran pensador romano, se destacan algunas que podemos considerar normas necesarias para llevar una vida libre de las angustias producidas por la incertidumbre de los sucesos cotidianos. Veamos algunas de ellas.
- “La mejor venganza es ser diferente a quien causó el daño”.
Las personas hacen daño porque ignoran qué es bueno y qué es malo. Todos formamos parte de un organismo conectado internamente. Por eso, él afirma que, “lo que hiere a la colmena, hiere a la abeja”, o sea que cuando se lastima a otros, se lastima al grupo y a sí mismo.
- “Es una tontería tratar de escapar de las faltas de otras personas. Son ineludibles. Solo trata de escapar de las tuyas”.
No nos concentremos en los errores de otras personas, si lo hacen mal, no podemos evitarlo. Más bien debemos vernos a nosotros mismos para detectar nuestras deficiencias y corregirlas. Esta es una tarea suficiente para mantenernos ocupados, y no estar mirando a los demás.
- “No vivir como si tuvieras un sinfín de años por delante. La muerte te eclipsa. Mientras estés vivo y puedas, sé bueno”.
Nos recuerda que todos vamos a morir (memento mori), y es un hecho que sucederá tarde o temprano. Entender la muerte nos permite valorar el tiempo que debemos permanecer en este mundo. Al final, la vida es corta y cuando termina es para toda la eternidad.
Marco Aurelio nos recuerda que si mantenemos la paz en nuestro espíritu, sin preocuparnos por la muerte, tendremos una vida más plena y más productiva.
- “Tienes poder sobre tu mente, no sobre eventos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás fuerza”.
Es un hecho que no podemos cambiar los sucesos externos, pero sí nuestra percepción sobre ellos. Si logramos esto, impediremos que nos afecten y, por el contrario, podremos utilizarlos en nuestro provecho. “El obstáculo no es una piedra en el camino. El obstáculo es el camino”.
Si las cosas de afuera no están bajo nuestro control, entonces no debería tener el poder de herirnos. Sólo nos dañan si nos culpamos a nosotros mismos por ellas. Así que, debemos aceptarlas y seguir adelante.
- “Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas”.
Esta máxima nunca perderá vigencia. El comportamiento virtuoso y correcto nos dará una vida de paz plena. Propagar mentiras y difamaciones nos trae infortunios y daña gravemente a nuestros semejantes.
- “Si algún hombre me odia, ese es su problema. Mi única preocupación es no hacer o decir nada que merezca ese odio”
Aunque muchas veces la animadversión de otros puede nacer de su envidia o resentimiento, generalmente ese odio es simplemente una reacción a nuestro comportamiento. A la gente le molesta mucho ver la egolatría, la arrogancia, la ostentación y el despotismo. Hay que ser humildes y magnánimos, lo cual no significa ser cobardes, ni débiles.
- “La lógica no siempre tiene sentido, pero todo sucede por una razón”.
Si entendemos que todo evento tiene una razón de ser, podremos aceptar tanto las derrotas como los triunfos con naturalidad. Eso nos permite tener una vida equilibrada, libre de emociones que pueden descontrolarnos y llevarnos a perder el rumbo.
- “El objeto de la vida no es estar en el lado de la mayoría, sino escapar de formar parte de los insensatos”.
Solamente si nos forjamos nuestras propias opiniones, basados en la realidad y la razón, podremos tener un juicio certero. No se trata de ser diferente o de ir contra la corriente por el solo hecho de sentirse ‘único’, sino de usar el sentido común para evaluar y decidir libremente hacia dónde nos dirigimos.
- “Debemos hacer el bien a los demás tan naturalmente como un caballo corre, una abeja hace miel o una viña da uvas”.
Desempeñarnos con bondad es pensar también en las necesidades de los otros. Un carácter empático se puede desarrollar con auto observación y desprendimiento consiente de nuestro ego. Con el tiempo formará parte de nuestra naturaleza, no como algo anexo sino como característica propia de nuestro ser.
Las “Meditaciones” de Marco Aurelio en el mundo de hoy
El pensamiento de Marco Aurelio es aplicable en nuestra complicada sociedad actual, como lo fue hace casi dos mil años. Si observamos los principios que acabamos de apreciar, o cualquiera de las enseñanzas de sus doce libros, encontramos una guía válida y necesaria para cambiar la vida caótica a una vida enfocada en la virtud, y la armonía con el universo.
“Meditaciones” nos aporta a los seres humanos actuales un camino hacia la paz interior, una vida física y mental más sanas y un entorno de convivencia pacífico. Si más personas accedieran a este conocimiento y filosofía de vida, tal vez el mundo tendría una manifestación más amigable, como la que seguramente soñaba el emperador Marco Aurelio hace más de 1900 años.
Escrito por Carlos Morales G. para VCSradio.net
Foto de portada: Pxfuel, libre de derechos
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