Ya mucho tiempo atrás, el hombre siempre ha estado buscando formas de detener el deterioro paulatino del cuerpo, y los investigadores han descubierto que en la antigua China se usaba la baba de caracol, el veneno de las abejas y en occidente un nuevo estudio de la Universidad de Leeds ofrece una nueva y extraña forma: hacer cosquillas en los oídos.
La terapia, conocida como estimulación del nervio vago transcutáneo (tVNS), consiste en estimular los oídos utilizando electricidad.
“En realidad es un procedimiento indoloro en el que colocamos electrodos de clip hechos a medida en una parte de su oído llamada el tragus, Esto suena bastante ominoso, pasando corriente eléctrica, pero lo fijamos en un punto en el que el sujeto puede sentir un ligero hormigueo”, dijo Susan Deuchars, autora del estudio, a USA Today:
El cuerpo humano tiene un sistema nervioso autónomo para controlar las funciones del cuerpo que no requieren ningún pensamiento consciente, como la digestión, la frecuencia cardíaca, la respiración, etc.
El equipo encontró que la terapia resultó en un aumento en la actividad parasimpática y una disminución en la actividad simpática, reequilibrando así el sistema nervioso autónomo del cuerpo y retrasando los trastornos relacionados con el envejecimiento.
Un descubrimiento, que es un poco extraño es la utilización del veneno de las abejas para
Una sustancia completamente inesperada que se utiliza para suavizar las arrugas es el veneno de abeja, ya que tiene propiedades antiinflamatorias que pueden relajar las líneas faciales creadas por los músculos apretados.
Una solución antienvejecimiento, aún más extraña es el uso de baba de caracol, y los antiguos griegos y agricultores chilenos descubrieron que tocar las secreciones de los caracoles hacía que sus manos fueran más suaves, desde entonces los investigadores han incluido la baba del caracol en los productos de belleza. (Redacción: Vivir con sabiduría.uno).