10 minutos de lectura. Los milenarios túmulos o tumbas del período Kofun en Japón representan unos de los mayores misterios del mundo. y también unos de los más sagrados.
Japón está colmado de cientos de montículos funerarios, localizados en la parte central del país, cerca a la zona metropolitana de Osaka, culturalmente relacionadas con las antiguas prácticas de enterramiento sintoísta.
Estas tumbas llamadas Kofun, hacen parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y están protegidas por las leyes japonesas. Son considerados espacios sagrados y, como tal, está prohibido la entrada a turistas, arqueólogos o investigadores en general.
Los Kofun llaman la atención no solo porque la mayoría son monumentos gigantescos sino por que su forma es similar a la de un ojo de cerradura.
El túmulo funerario más representativo es el Daisen Kofun, situado en la ciudad de Sakai, Osaka. Es uno de los monumentos más grande de Japón y quizá del mundo: mide 486 metros de longitud, 305 de ancho y 36 de altura. Se le atribuye a Nintoku (290-399), décimo sexto soberano emperador de Japón.
Interrogantes
¿Pero a qué se debe esta forma tan peculiar de ojo de cerradura, qué pudo significar para sus artífices, a qué momento histórico perteneció? ¿Es una forma aleatoria o fue intencional su hechura y porqué tanta evasiva y misterio con las excavaciones arqueológicas o a quienes deseen indagar sobre los montículos funerarios?
Estas y muchas preguntas más que durante años se han hecho los estudiosos del tema, a veces han logrado acercarse a respuestas posibles y otras tantas veces, siguen las incógnitas.
Contexto
Las tumbas kofun surgen durante el período japonés denominado Kofun, entre los siglos III al VII. Su nombre se deriva, precisamente, del término kofun que en japonés significa tumba antigua o túmulo antiguo.
El período Kofun, entre el 275 y el 600 d.C. aproximadamente, está caracterizado por la proliferación de montículos funerarios artificiales de gran tamaño y de forma de ojo de cerradura.
Esto, al parecer está relacionado con la introducción de una jerarquía política donde los primeros emperadores japoneses comenzaron a ocupar un lugar destacado y de carácter sagrado. De tal forma, los kofun podrían simbolizar el incipiente período de consolidación del imperio japonés.
Características de los túmulos de Kofun
Durante el siglo III, la estratificación social japonesa comenzó a verse reflejada en el momento de morir. Los personajes más destacados eran enterrados en túmulos funerarios artificiales y el tamaño del kofun era proporcional a la importancia de la persona en cuestión.
Inicialmente los kofun eran cuadrados o circulares, luego, se empezaron a hacer en forma de ojo de cerradura. Se han hallado más de 10.000 a lo largo de la región de Osaka.
Al interior de las tumbas se depositaban objetos funerarios asociados al kami o dios protector, como espejos de bronce, espadas y armaduras.
La parte exterior iba acompañada de figuras de arcilla de terracota llamadas haniwa, en variadas formas: doncellas, casas, armas, barcos, animales como pollos, caballos, peces y aves.
Se cree que los haniwa son protectores del alma del difunto. Las armaduras y las armas ahuyentarían a los espíritus malignos y protegerían al gobernante enterrado de algún infortunio.
- También le puede interesar:
- Las Grutas de los 1000 Budas, Milagro Nacido de un Sueño
- Lalibela, los Templos de Etiopía Construidos por Ángeles
- Las Misteriosas Esculturas de San Agustín en Colombia
Kofun y la Orientación del Sol
Ante la dificultad para acceder al interior de los kofun y hacer estudios sobre terreno, un equipo de arqueólogos italianos de la Universidad de Milán, interesados y especializados en la cultura japonesa, optaron por realizar un seguimiento y registro satelital a través de Google Earth Pro.
Calcularon la orientación de más de cien kofuns y se detuvieron en hacer específicamente una observación exhaustiva del túmulo funerario Daisen Kofun.
Entre sus hallazgos encontraron que la mayoría de los corredores de kofun son iluminados por el sol a diario y, además, que la orientación de la trayectoria de los kofun no es fortuita, sino que es intencional, está en plena concordancia con los movimientos del Sol, ascendente o descendente.
Según el equipo de la Universidad de Milán, en el ámbito de las creencias japonesas, en el momento de la muerte, los gobernantes estarían relacionados con el Sol. De ahí la importancia de asegurar que el ojo de cerradura kofun estuviera orientado directamente a los movimientos de éste.
Por otro lado, se destaca que, en el marco de la mitología japonesa, los grandes emperadores japonenses fueron considerados descendientes directos de Amaterasu, la diosa del Sol. Esto explica el carácter sagrado de los kofun y las restricciones para acceder a estos espacios.
Es posible, según lo consideran los estudiosos, que la forma de ojo de cerradura represente el Sol naciente en pos de una montaña sagrada.
Amaterasu
Según la mitología y leyendas japonesas, Amaterasu, diosa del Sol y reina sobre el Cielo, tenía un hermano menor, Susanowo, que era bastante travieso y malvado. Un día, llegando al extremo de la desobediencia y atrevimiento, mató a Uke-Mochi, la diosa de la comida.
Amaterasu desilusionada y sin saber qué hacer, pues su hermano fue desterrado del Cielo, se encerró en una cueva y de allí no quería salir. Nada ni nadie lograban convencerla de que al menos se asomara a la entrada. Ella insistía en aislarse y ocultarse todo el tiempo.
Le llevaron diferentes ofrendas, joyas, espejos y ni por eso quiso salir. Hasta que un día, a una joven se le ocurrió ponerse a bailar y todos celebraron con canticos y risas la iniciativa de la bella joven. Amaterasu se asomó a ver qué era lo que estaba pasando.
En ese momento, los dioses decían que allí estaba una diosa más bonita e inteligente que Amaterasu. Ella salió y vio su propio reflejo en el espejo con gran admiración, pues nunca se había visto reflejada. Los dioses aprovecharon para sellar la cueva.
Amaterasu disfrutó de la salida y nunca más quiso volver a esconderse y la Tierra volvió a recibir la luz del Sol.
El imperio del sol naciente
Es importante señalar que el Japón se ha identificado como la tierra del Sol naciente, es parte de la conciencia colectiva de los japoneses, la celebración del Año Nuevo se asemeja con la renovación de la iluminación anual del Sol y deviene de los ritos sintoístas.
Aunque hoy en día muy poco se sabe de las tradiciones culturales y de la visión astronómica de los japoneses, pues las fuentes escritas son escasas y el peso de las prácticas religiosas Chino coreanas las ocultan, es de destacar que a través de los túmulos kofun se ha llegado a conocer y se seguirán develando los misterios que entrañan las prácticas ancestrales del Japón.
Escrito por Patricia Morales Galvis para VCSradio.net
Narración: Javier Hernández
Tema musical: Ancient Japan Koto – Envato
Foto de portada:
Daisen-Kofun es la tumba del emperador Nintoku en Sakai, Osaka, Japón. Esta es una de las tumbas más grandes del mundo. La tumba en forma de ojo de cerradura tiene 486 m de largo, 305 m de ancho en la parte inferior y 245 m de diámetro. Autor: Autoridad de Información Geoespacial de Japón – Wikimedia Commons
Si quiere encontrar más artículos como ‘Los Milenarios Túmulos Kofun en Japón, Misterio Funerario’, y muchos otros temas culturales de interés, visite nuestra sección Anécdotas de la historia, de VCSradio.net