En el ritmo de vida actual, parece que cada vez hay menos espacio para el silencio. Vivimos rodeados por una indeterminada cantidad de diferentes tipos de sonidos que nos recuerda cómo la sociedad moderna se torna en un estrepitoso vórtice de necesidades que nadie puede ignorar.
En medio de la saturación del ruido ya nos es difícil lograr identificar al silencio como un actor más que trae consigo indispensables aportes a la vida cotidiana, sin dejar de reconocer esa labor especial que tienen toda gama de sonidos para la estimulación neuronal.
Habría que hacerse consciente que aun cuando todo se aquieta y solo queda el vacío del silencio, siguen existiendo factores que resultan muy beneficiosos para el desarrollo de las funciones cognitivas.
De hecho, si hacemos una evaluación sincera acerca del tiempo que pasamos expuestos al sonido, naturalmente podemos darnos cuenta que incluso no ponemos mucho en práctica el silencio, tal vez porque hasta ahora no se ha discernido mucho sobre el impacto que tiene.
Los periodos de silencio pueden contribuir significativamente a aliviar la tensión, y esto se debe a que el sonido se transporta como señales que llegan hasta el cerebro, que a su vez genera secreciones de cortisol, una hormona que según estudios citados por la web La mente es Maravillosa, estaría asociada al estrés.
Por lo tanto, estar en constante contacto con el ruido puede llevar a un incremento de la presión sanguínea, incrementando así las posibilidades de sufrir un infarto, y no solo eso, sino que también puede des-regular los patrones del sueño.
Otro aspecto que se suma a la lista, es que la exposición a cantidad de sonidos puede representar una carga excesiva para la corteza prefrontal del cerebro, una zona que estaría encargada de la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Esto generaría un impacto considerable en cuanto a la toma de decisiones, por lo que una persona vulnerable al ruido puede sentirse mentalmente fatigada y presentar dificultad para concentrarse y generar ideas frescas.
Por si fuera poco, el silencio es muy importante para la regeneración neuronal. Estudios han logrado demostrar que aprovechar algunas horas de silencio puede ser altamente beneficioso para la condición neuronal.
Hay un valor realmente importante en el silencio, así que, sabiendo todo esto, seguramente se han despejado algunas dudas sobre por qué deberías sacar tiempo para contemplar el silencio.
Redacción Bles
Música ambiental #16 Brahe