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10:15 minutos de lectura. Las esculturas halladas en la región colombiana de San Agustín constituyen uno de los monumentos más interesantes de la antigua América. Y la cultura que las creó, es una de las más misteriosas.
Las Misteriosas Esculturas de San Agustín en Colombia
La Cultura de San Agustín construyó al sur de Colombia, la necrópolis megalítica de dioses e ídolos ancestrales de mayor extensión en el mundo.
Apreciada como el Pueblo Escultor, con una antigüedad superior a los 2000 años, la elaboración de los monumentos y las urnas funerarias corresponde al Período Clásico Regional (1 – 900 d.C.).
Si bien, al día de hoy no se tiene certeza de quiénes fueron en realidad los artífices de las grandiosas esculturas y cuál era la relación de esta cultura con el resto de América, es tal su importancia y legado que la UNESCO declaró al Parque Arqueológico Nacional de San Agustín como patrimonio cultural de la humanidad en 1995.
La zona geográfica de San Agustín
El pueblo Escultor se ubicó en las zonas medias cálidas del Macizo Colombiano de manera estratégica, ya que estaban cerca tanto de los páramos como de las zonas bajas, así como a los valles y ríos para la consecución de recursos para su subsistencia.
El conglomerado escultórico de San Agustín se halla en los actuales municipios de San Agustín, Saladoblanco y San José de Isnos.
En general, la zona era considerada un espacio de culto sagrado y peregrinaje, donde confluyeron diversas etnias suramericanas que dejaron huella en todo el valle de San Agustín que abarcaba las actuales zonas de Huila, Nariño, Caquetá y Cauca.
Se presume que en este territorio enterraban sus muertos, que en vida jugaron un papel preponderante al interior de la sociedad y que marcaron un poder sobre los territorios circunvecinos.
Sitios Arqueológicos
Las áreas arqueológicas están conformadas por los montículos artificiales que otrora fueran los espacios de las esculturas megalíticas del Pueblo Escultor, tales como: Las Mesitas A, B y C, la Fuente de Lavapatas, Alto de Lavapatas, Alto de Betania, Alto de las Guacas, Alto de los Ídolos, Alto de las Piedras, Alto de la Serpiente, La Pelota, La Chaquira, El Cabuyál y El Batán, entre otros.
Mesitas A, B y C
En este lugar se encuentran las esculturas más importantes del complejo arqueológico de San Agustín tales como el Dios del Sol y El Águila, los montículos artificiales y tumbas. Teniendo en cuenta que para los Agustinianos la muerte ocupada un lugar fundamental en la vida, todo su entorno y quehacer diario giraba al rededor de la preparación para morir, a manera de viaje, la muerte permitía trascender a otra vida.
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La Fuente de Lavapatas
Es un monumento lítico, descubierto en 1937, compuesto por una compleja red de canales, estanques y figuras humanas y de animales hechos en piedra tallada. El espacio es considerado un lugar sacro donde debió realizarse múltiples rituales relacionados con el agua y deidades antropomorfas, predominantemente reptiles y anfibios.
Alto de Betania
El Montículo funerario de Betania es considerado el más grande de los excavados hasta el momento.
La ubicación solar de los sarcófagos de Betania estaba vinculada con los ciclos de orientación solar. Además, se piensa que está muy ligado al pensamiento cosmológico de los Kogi de la Sierra Nevada de Santa Marta y a los Uitoto del Caquetá, quienes consideraban la posición del sol como un determinante para la vida.
En el caso de los Kogi, la relación no solo se limita a la posición de la estatuaria sino al conjunto de los sitios de San Agustín y su relación con los ciclos climáticos de la región y con la observación astronómica.
Ciclos marcados por la lluvia y su alternancia con las épocas secas y, por lo tanto, con las labranzas y épocas de tiempo libre que les hacia posible dedicarse a la elaboración de las estatuarias.
Alto de los ídolos
Después de Mesitas, este lugar se caracteriza por tener el mayor número de montículos funerarios, sarcófagos y esculturas de San Agustín. Está constituido por siete montículos, varios sarcófagos monolíticos y unas veintitrés estatuas.
Las exploraciones hechas por el arqueólogo alemán T. Konrad Preuss entre 1913 y 1914, lo llevaron a afirmar que las esculturas de San Agustín debían interpretarse desde un contexto global de un sistema religioso y no desde el significado individual de cada escultura.
Para él y para muchos investigadores, las monumentales esculturas representan seres ultraterrenos, de un mundo no racional y místico, vinculado al pueblo para marcar su destino.
Representaciones míticas
Por lo general, las esculturas agustinianas representan deidades masculinas o femeninas vinculados con la fertilidad y con la gestación. Diferentes son los temas que se han podido deducir de las esculturas y que han sido agrupados en la representación de dioses, chamanes, guardianes y animales.
Las estatuas antropomorfas que parecen cubiertas con piel de felino o que mezclan los rasgos antropomorfos con zoomorfos, dan a entender la posibilidad que tenía el personaje para convertirse en otro ser.
Se considera que los personajes destacados al interior de la comunidad, presumían de un conocimiento y poder especial que les permitía tener contacto con seres sobrenaturales.
Por ello, a la hora de su muerte, se realizaban grandiosos rituales en los que las esculturas hacían parte del complejo fúnebre.
El Doble Yo
Es la representación de un ser, una figura humana masculina de pie, que porta un segundo ser sobre si: es un ser sobre humano que aparentemente lo domina y lo controla.
Se presume que es una figura que tiene sus raíces en Mesoamérica, exactamente en la cultura Olmeca, para quienes el Doble Yo era una figura frecuente, esencial en la concepción de su pensamiento cosmológico.
Según lo explica el norteamericano David Dellenback, quien vive en San Agustín desde los años 1970, la versión del Doble Yo se remite al tiempo de la creación inicial, representa la función del Ser Creador con la Madre de la Vida, del Felino Procreador y la Gran Madre.
El personaje Lengua
La figura Lengua es una figura reiterativa entre las esculturas agustinianas. Es una lengua que sale de la boca del rostro de la escultura, desciende, se convierte en una especie de cinta o lazo que termina en una especie de cabeza pequeña.
Según observaciones hechas, se puede afirmar que esta figura tiene relación con el Doble Yo.
Si bien es difícil describirlo, las esculturas del llamado Bosque de Estatuas, se puede apreciar una escultura en la que de su cara superior se desprende una cinta hacia el rostro humano que está por debajo, fusionándose las figuras que representan la Lengua y el Doble Yo.
Se considera que en los tiempos tardíos de la cultura arqueológica Chavín del Antiguo Perú, en América, la imagen de la lengua constituyó una figura común y usual entre los rituales indígenas. Por ejemplo, en el reconocido calendario Azteca, la lengua, en forma de cuchillo, hace parte central de la monolítica Piedra del Sol.
Vestigios presentes
Algunos estudiosos de las esculturas de San Agustín se atreven a pensar que este conglomerado arqueológico constituye una megalítica biblioteca de estatuas antiguas de América, están allí siempre dispuestas a ser consultadas sobre el pasado.
De los sarcófagos se han extraído más de 500 esculturas, sin contar las que han sido robadas, canjeadas y que hacen parte del mercado negro y parte de las colecciones privadas en distintas partes del mundo.
Lo cierto es, que estén donde estén, siempre están evocando y recordándonos que la muerte, como la vida, es un viaje de preparación para trascender.
Escrito por Patricia Morales G. para VCSradio.net
Narración: Javier Hernández
Música de fondo: Lonesome Gaucho – Envato
Foto de portada: Monumento mortuorio. Parque arqueológico de San Agustín – Envato
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