6:20 minutos. Desde su hallazgo inicial, las cabezas monumentales olmecas han inquietado a científicos y legos. Sus indudables rasgos africanos constituyen un misterio sin resolver.
Las Inquietantes 17 Cabezas Olmecas de Piedra
Los monumentos megalíticos prehistóricos (hechos con bloques de piedra extraída de canteras o afloramientos volcánicos) descubiertos a lo largo y ancho del planeta, no han pasado desapercibidos ante los ojos de los estudiosos o interesados en esta clase de fenómenos culturales.
Las cabezas colosales Olmeca, se relacionan con dichos monumentos que, como numerosos hallazgos arqueológicos, y pese al paso de los siglos, avance y desarrollo tecnológico de las sociedades, producen asombro y un raudal de hipótesis controvertibles acerca de su elaboración y de las culturas que las erigieron.
Las enigmáticas cabezas
La cultura Olmeca significa “Gente del País de Hule” en lengua náhuatl; ella es reconocida como la primera de las grandes civilizaciones prehispánicas (antecesores de los mayas y aztecas). Transcurre a lo largo del período Preclásico Mesoamericano, entre 1200 a. C. al 400 a.C.
Las cabezas de piedra son una expresión artística y cultural prehistórica estimada como una de las más representativas a nivel mundial. A la vez, es reconocida como única en su género por su tallado meticuloso de los rasgos faciales, su monumental tamaño y el peso que comporta cada piedra.
A la fecha de hoy se han identificado 17 cabezas ubicadas en los centros ceremoniales de San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, en los estados de Tabasco y Veracruz, en la costa del Golfo de México.
Los hallazgos han ocurrido a lo largo de unos 150 años. El primero se realizó en 1862 y el último en 1994.
Personifican rostros masculinos, distinguidos por un aparente casco que les cubre la cabeza. Cada una comporta un perfil específico; no obstante, se han identificado rasgos comunes tales como los labios protuberantes, ojos en almendrados, nariz ancha y aplanada; muestran expresiones del entrecejo que denotan un rostro con apariencia severa, hosca o plácida.
Se presume que el objetivo primordial de los olmecas al construir tales monumentos, era el de preservar la memoria y honrar la magnificencia de sus gobernantes o guerreros sobresalientes. Estos personajes cumplían, a su vez, el papel de representantes simbólicos ante las deidades que los regían.
Quizá uno de los grandes interrogantes y motivos de controversia entre los investigadores de la cultura Olmeca, ha sido el tema del origen y representación de las cabezas colosales de piedra.
La teoría africana
La primera cabeza, Monumento A de Tres Zapotes – Veracruz, fue descubierta en 1862 por el coleccionista y viajero José María Melgar y Serrano. Este monolito originó que tanto él como algunos otros arqueólogos, pensaran que, al juzgar por el rasgo negroide del monumento, los olmecas derivaron sus particularidades culturales de los africanos. Según esto, la presencia etíope, sin lugar a dudas, habría ocurrido antes de la llegada de los españoles.
Esta afirmación fue rebatida años después, hacia 1970, cuando investigadores, llevaron a cabo un estudio de ADN mitocondrial en dos entierros en Veracruz. Según los resultados, se concluyó que se trataba de poblaciones netamente americanas y no originarias de África.
Por otro lado, las exploraciones y análisis de artefactos y materiales utilizados por los olmecas, descartan la posibilidad de la existencia de huellas o indicios de objetos importados de África.
En la actualidad, aún persisten, a manera de mitos o leyendas en el imaginario colectivo, algunos otros planteamientos. Por ejemplo, el propuesto hacia mediados de los años 70, por el reportero británico Graham Hancock. Él consideró que Mesoamérica y el Antiguo Egipto provienen de una “tercera civilización”, la llamada y extinta Atlántida.
Eterno misterio
De todas formas, no dejan de ser inquietantes los rasgos que muestran las conocidas cabezas, más cercanos a pobladores africanos que a nativos americanos. ¿Por qué representarían los escultores americanos unas facciones para ellos desconocidas?
Todavía no se ha dicho la última palabra sobre los olmecas y sus representativas cabezas colosales. Por un lado, cabe la posibilidad de que se produzcan nuevos hallazgos que, o bien podrían ahondar las investigaciones científicas o suscitar mayores incógnitas acerca de su existencia.
Escrito por Patricia Morales Galvis para VCSradio.net
Narración: Edgar Montañez
Tema musical : Bensound memories- sin derechos de autor.
Foto de portada: Cabeza colosal en Villahermosa – Creative Commons – Libre de derechos.
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