10 minutos de lectura. Las legendarias amazonas griegas han llamado la atención del mundo durante siglos. Pero en África, no hace mucho, existieron unas guerreras casi invencibles.
Diversas historias se han referido acerca de las valientes mujeres amazonas, pertenecientes al entorno real y mitológico de la Antigua Grecia.
No obstante, y, puede resultar poco creíble, pero es auténticamente cierto, para admiración de muchos. África también registra el florecimiento de un aguerrido grupo de mujeres defensoras de los cruentos ataques cometidos por los colonizadores europeos o por los pueblos vecinos, al Reino de Dahomey, acaecido entre los siglos XVIII y XIX.
El temor que generaba su fuerza, disciplina y valentía en los campos de batalla, llevó a que los escritores e historiadores, las asemejaran con las legendarias amazonas de la mitología griega.
El Reino de Dahomey
Localizado en el litoral de la actual República de Benín, entre Nigeria y Togo, del África occidental, tuvo su origen en el siglo XVII, bajo la etnia Adja.
Dahomey abarcó el área costera, consiguiendo el dominio del puerto de Whidah, lugar reconocido, en aquel entonces, por el rentable negocio de tráfico de esclavos.
Era una sociedad jerarquizada, que se caracterizaba por mantener constantes disputas y enfrentamientos con los pueblos vecinos.
A partir del siglo XVII adquiere un reconocimiento a nivel comercial con los europeos.
Por ese entonces, durante el periodo del rey Aho Houegbadja, que gobernó entre 1645 y 1685, surge un grupo de mujeres protectoras del rey. Posteriormente, con el aumento de sus tropas y su extrema belicosidad, se constituyó en un ejército de élite del reino.
Etimología del nombre amazonas
Ha-mazan, palabra iraní, que significa guerreros, es, quizá, la denominación más acertada para señalar la definición del término amazonas.
Por otro lado, en el griego clásico, a-mazon significa sin pecho, donde a es el prefijo privativo sin, y mazon significa pecho.
Entre las hipótesis del fuero popular, se dice que en la antigua Grecia existían unas mujeres guerreras, diestras en montar a caballo y lanzar flechas. Ellas optaron por quitarse el seno derecho para facilitar el uso del arco, de ahí que se les denominara: las amazonas.
Es una hipótesis que ha sido rebatida y poco creíble en cuanto a que no existe registro histórico alguno que de cuenta de ello.
Además, en las diferentes representaciones que hacían los griegos de las amazonas, siempre aparecen con ambos senos.
Las amazonas griegas
Las Amazonas era gente de un pueblo de la Antigua Grecia, conformado por mujeres guerreras. Eran hijas de Ares, dios de la guerra y de Harmonía, diosa de la moderación y la concordia.
Habitaban a las orillas del río Termodonte, en la ciudad de Temíscira (en la actual Región del Mar Negro en Turquía), sin la presencia de los hombres, tan solo se reunían con ellos una vez al año y, por lo general, eran hombres extranjeros.
Estos encuentros eran exclusivamente para perpetuar el género. Tal era el caso, que, si nacía un varón, lo entregaban a su padre y si nacía niña, se quedaban con ella, y desde pequeña la entrenaban para la guerra.
Las amazonas se regían por una soberana elegida periódicamente por ellas mismas.
A modo de demostrar su gallardía y realizar trabajos imposibles ordenados por un rey, se dice que los héroes griegos Hércules, Teseo y Aquiles, tuvieron que enfrentarse, en algún momento, con alguna destacada amazona.
Estos duelos quedaron plasmados en vasos cerámicos y en las esculturas del arte monumental, como el del Partenón de Atenas o en el trono de la estatua de Zeus en Olimpia.
Las amazonas de Dahomey
También conocidas como las guerreras Mino, que en su lengua Fon significaba “Nuestras Madres”, tenían como único objetivo la guerra, desde pequeñas eran entrenadas y educadas para librar batallas.
Inició con un grupo aproximado de 800 mujeres y ya, para mediados del siglo XIX, pasó a conformar un batallón de unas 6.000 integrantes.
Las amazonas eran consideradas esposas del rey, sin embargo, solo algunas de ellas hacían parte del harén real.
Se caracterizaban porque debían permanecer solteras y no tener descendencia, con el fin de estar concentradas en la defensa del reino.
El ejército se estructuraba en unidades de defensa, divididas en cazadoras, fusileras, segadoras, arqueras y artilleras.
Cada unidad tenía un símbolo distintivo, uniformadas, disponían de armas y era comandado por una de ellas mismas.
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El prestigio de ser amazona de Dahomey
Los continuos y valerosos logros obtenidos en los múltiples combates contra los colonizadores europeos, revirtió en que las amazonas de Dahomey ocuparan un lugar destacado en la historia de África.
Su talante fue tal que disfrutaron de ciertos privilegios socioeconómicos, como el derecho a tener criados a su servicio y el de residir y disponer de los espacios del palacio.
Tenían derecho a participar en las decisiones políticas del reino y desempeñaban un rol importante en el Gran Consejo.
A los hombres se les tenía prohibido tocarlas o mirarlas, so pena de ser condenados con la muerte.
Fueron reconocidas con el estatus de semidiosas y estaban vinculadas a los principios del vudú, religión animista que practicaba la etnia Adja, a la que pertenecía la mayoría de la población de Dahomey.
El auge
El máximo esplendor de las amazonas lo obtuvieron durante el gobierno del rey Ghézo, entre 1818 y 1858.
Este rey es reconocido por llevar a cabo un apreciable número de conquistas de pueblos cercanos, con lo que aumentó el número de habitantes supeditados a su mandato.
Incluyó el aceite de palma entre los productos de comercio con los europeos e incrementó las riquezas de su reino.
Este período fue conocido como la “Esparta negra”, calificativo dado por el explorador inglés Richard Burton, al observar el impecable y efectivo desempeño militar de las combatientes amazonas.
La batalla final
Pese a los continuos triunfos logrados durante un lapso aproximado de doscientos años, las amazonas de Dahomey también tuvieron que soportar el dolor de la derrota y el resquebrajamiento de su fuerza.
Durante los enfrentamientos sostenidos en dos ocasiones, en 1851 y 1861 con el reino de Egba, hoy Nigeria, tuvieron una baja considerable de sus tropas, reduciéndose, según los registros documentados, a un número de 1.200 amazonas.
Es durante el periodo del rey Glélé, entre 1858 y 1889, hijo y sucesor de Ghézo, que el reino de Dahomey entra en crisis derivada de la presión ejercida por los comerciantes franceses.
Posteriormente, entre 1889 a 1894, durante el reinado de Béhanzin, se libraron duros enfrentamientos entre Francia y Dahomey.
Los franceses tuvieron que recurrir al apoyo de la legión extranjera, la caballería y la infantería de marina para hacer frente a las temibles guerreras.
Pocas veces habían sido vencidas, pero en esta ocasión, aunque lucharon y opusieron resistencia hasta el último momento, su ejército se redujo drásticamente y, por último, fue rendido.
Béhanzin fue desterrado a la Isla de Martinica y el reino de Dahomey pasó a ser un protectorado de Francia. Solo en 1960 logró obtener nuevamente su independencia.
En paralelo, las amazonas comenzaron su camino hacia la leyenda.
Hoy en día son recordadas en Benín como las mujeres que imprimieron un sentido de lucha y valentía por la conservación de su pueblo.
Escrito por Patricia Morales G. para VCSradio.net
Narración: Javier Hernández
Portada: Carlos Morales G.
Música de fondo: Tribal Drum – Envato
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