Tiempo de lectura 4 minutos. La esperanza puede aparecer en el momento más desesperado. Por eso es crucial ser decidido y perseverar durante las tribulaciones.
Los conflictos y los cambios inesperados son inevitables en la vida, la felicidad no es más que una gota en un mar de sufrimiento. Es difícil para otros entender el alcance de nuestras miserias, es por eso que los antiguos decían que por cada 8 o 9 miserias solo puedes revelar 2 o 3 a los demás.
Jiang Ziya fue un hombre noble cuya familia cayó en desgracia antes de su nacimiento y perdió su estatus. Tuvo que vivir como carnicero, tendero, y vendedor callejero, pero, aun así, no ganaba suficiente para sostener a su familia.
Sin embargo, jamás dejó de estudiar y cultivarse intelectual y espiritualmente. Estudió astronomía, geografía, estrategia militar y cómo gobernar un país. Aprendió taoísmo en la montaña Kunlun.
Un día, al ver que nadie le compraba su harina en la calle, quiso quejarse al cielo. ¡Ayyy mi Dios!, dijo. Miró hacia arriba y al abrir la boca para emitir palabra, cayó el excremento de un pájaro que pasaba volando, cayó justo dentro de la boca. Momentos después pasó un fuerte viento que dispersó toda la harina por el lugar. Encima, su esposa aburrida, lo abandonó. Por eso hay un el refrán que dice: “cuando las cosas van mal, tienden a empeorar”.
Tiempo después, la suerte de Jiang comenzó a mejorar, pues ocurrió algo que pocas veces suceden.
El rey Wen gustaba de la cacería y un día, antes de salir a cazar, llegó una adivina para leerle la suerte.
– “Hoy no cazarás un dragón, ni un leopardo, ni un tigre, ni un oso. Cazarás un talento prodigioso que te ayudará a alcanzar la grandeza de la dinastía Zhou”.
Así, animado, el Rey salió a cazar. Al llegar a un río vio a un pescador pobre y anciano, quien al ver al rey se acercó rápidamente a saludarlo. El rey entabló una charla con el pescador y quedó sorprendido de la claridad con que entendía los asuntos del país y la profundidad de sus palabras. Sintió un gran respeto por este hombre andrajoso.
Jiang demostró conocer los cinco elementos del arte de la guerra. El rey vio que Jiang enderezó la vara de pescar. ÉL DIJO: “los peces que quiero pescar, voluntariamente se pegarán a la caña, no necesito usar una vara de pescar curvada para forzar a los peces, si quieren venir, simplemente vendrán, si no quieren venir, olvídalo.
El rey Wen se dio cuenta de inmediato que este era el talento que iba a pescar, según le pronosticó la adivina, así que le dijo a Jiang:
– “Zhou es un tirano y las personas están sufriendo, yo revitalizaré el mundo, por favor acompáñame a hacerlo como mi asesor”. Jiang aceptó de inmediato y se fue al palacio con el rey.
Jiang Ziya Tuvo la oportunidad de ayudar al rey Wen a establecer la dinastía Zhou, por lo cual recibió gran riqueza y fue ascendido a un alto rango. Más tarde Jiang también ayudó al rey a derrotar la dinastía Shang, siguiendo las indicaciones de su maestro taoísta. El maestro taoísta de Jiang Ziya era la Divinidad de Origen, y fue Él quien volvió a Jiang Ziya un inmortal y dispuso que Jiang ayudara al rey Wen a derrotar al Rey Zhou y acabar con esa dinastía.
Después de que el Rey Wen murió, Jiang continuó asistiendo al joven rey Wu para gobernar exitosamente el país.
En la vida existen conflictos y cambios inesperados inevitables. Sin embargo, los instantes más oscuros del presente pueden ser el pavimento para un futuro brillante.
Existe un dicho popular que dice: “El momento más oscuro es ese antes del amanecer”.
La esperanza puede aparecer en el momento más desesperado. Por eso es crucial ser decidido y perseverar durante las tribulaciones. Las adversidades templan a las personas, la tolerancia puede resolver las crisis. La persistencia puede cambiar una situación extrema y la Fe puede traer paz.
Si te gustó esta historia y mensaje, te invitamos a darnos like y suscribirte a nuestro canal en You Tube.