La fascinante historia de Zhong Wuyan, una mujer poco agraciada que desafió los estándares de belleza convencionales en la antigua China. Su valentía y sabiduría la llevaron desde ser una simple solicitante hasta convertirse en una reina ejemplar que transformó un reino entero.
En el antiguo estado de Qi, durante el tumultuoso período de los Reinos Combatientes vivía una mujer poco agraciada que aún no había encontrado pareja a la edad de 40 años. Un día, decidió dar un paso audaz y se presentó en el palacio del rey, solicitando casarse con él.
Esta mujer, conocida como Wuyan, no encajaba en los estándares de belleza convencionales. El historiador Liu Xiang, en su libro “Biografías de mujeres ejemplares”, describió a Wuyan como una mujer de aspecto singular con una fealdad inigualable: con una frente prominente, mentón salido, ojos hundidos, nariz hacia arriba, cuello grueso, poco cabello, pecho deformado, espalda encorvada y tez oscura.
Sin embargo, Wuyan no se sentía perturbada por su apariencia o su soltería a los 40 años. Decidió tomar cartas en el asunto y viajó desde su pueblo natal hasta la capital del Estado de Qi, Linzi. Una vez allí, se presentó ante la puerta del palacio y expresó su deseo de trabajar como criada en el harem, esperando humildemente fuera de las puertas del rey.
Durante el reinado de Xuan de Qi, mientras el rey se preparaba para un banquete con sus funcionarios, los guardias le informaron sobre la peculiar solicitud de una mujer poco agraciada que deseaba ser criada en el harem. Todos se sorprendieron y burlaron de la situación, considerando a la mujer como una excéntrica.
Sin embargo, la propuesta de Wuyan de limpiar el harem no debía tomarse al pie de la letra. Lo que realmente quería expresar era su deseo de casarse con el rey Xuan.
Curioso por esta propuesta inusual, el rey Xuan decidió conocer a Wuyan personalmente. Le preguntó por sus habilidades y talentos, a lo que ella respondió humildemente que no tenía ninguno en particular, pero que admiraba las virtudes del rey.
Intrigado, el rey le pidió que demostrara su supuesta habilidad para volverse invisible. Antes de que pudiera terminar de hacer la petición, Wuyan desapareció ante sus ojos. Impresionado, el rey comenzó a estudiar libros sobre invisibilidad, pero no pudo encontrar la respuesta.
Al día siguiente, convocó nuevamente a Wuyan y ella apareció frente a él. En lugar de responder a sus preguntas sobre su habilidad para volverse invisible, Wuyan advirtió al rey sobre los peligros que enfrentaba su reino. Enumeró cuatro crisis que Qi estaba atravesando y que requerían su atención inmediata.
Impresionado por su sabiduría y presciencia, el rey Xuan comenzó a tomar en serio las palabras de Wuyan. Se dio cuenta de que esta mujer no era una simple solicitante, sino una enviada divina.
Como resultado de su consejo, el rey Xuan tomó medidas importantes para abordar las crisis que enfrentaba su reino. Demolió una terraza de cinco pisos, detuvo las festividades excesivas y se rodeó de consejeros leales y virtuosos. También promovió a su hijo como príncipe heredero y mostró más respeto hacia su madre.
En lugar de convertirse en una simple criada o concubina, Wuyan fue elevada al estatus de reina. Aunque su nombre original significaba “Sin sal” y era conocida como “Sin belleza”, Zhong Wuyan se convirtió en una figura ejemplar en la historia de China. Su sabiduría y consejo fueron fundamentales para transformar el Estado de Qi en un reino próspero y fuerte.
Qi, uno de los siete estados durante el período de los Reinos Combatientes, desempeñó un papel crucial en la historia china. Gracias a figuras como Zhongli Chun, el reino logró superar sus desafíos y prosperar.
Esta historia nos enseña valiosas lecciones sobre la importancia de la sabiduría, la humildad, el coraje y la virtud y a reconocer que la verdadera grandeza no siempre se encuentra donde uno espera
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