Múltiples estudios demostraron que la energía emitida por las personas que han alcanzado un nivel avanzado en la práctica de meditación excede los niveles humanos normales en cientos o miles de veces.
Observa algunos de los estudios que confirman esto.
Rayos gamma fuera de lo normal
Una investigación sobre la energía emitida por los monjes tibetanos publicada en 2004 por el neurocirujano Richard Davidson, fue registrada por la Universidad de Stanford.
Davidson realizó exámenes a los monjes más avanzados del Dalai Lama, cada uno con 15 o 40 años de experiencia en práctica de meditación. Midió los rayos gammas que emitían sus cerebros con un electroencefalógrafo y con un escáner cerebral. Un grupo de control de 10 estudiantes sin experiencia previa en meditación también fue examinado luego de una semana de entrenamiento.
Los rayos gamma son descritos por algunos como “unas de las ondas cerebrales eléctricas de más alta frecuencia y más importantes”. La producción de rayos gamma requiere que miles de células nerviosas actúen en velocidades extremadamente altas al unísono.
Davidson descubrió que algunos de los monjes producían actividad de rayos gamma más poderosa y de mayor amplitud que cualquier otro caso documentado en la historia. El movimiento de las ondas también era mucho mejor organizado que el de los voluntarios que no meditaban.
También se demostró que la meditación puede resultar en la redistribución de la materia gris en el cerebro y previene su pérdida, la cual tiene un impacto en muchas funciones mentales, tales como el control de las emociones, impulsos, pensamientos y movimientos. Esto es porque el núcleo caudado, que controla estas funciones y más, está ubicado en la materia gris.
Los maestros de qigong emiten ondas infrasónicas de 100 a 1.000 veces por encima de los niveles normales.
En 1998, la Profesora Lu Yanfang y docenas de científicos estadounidenses condujeron investigaciones sobre los maestros de qigong en China.
Qigong es una práctica antigua que incluye la cultivación de energía, no solo haciendo ejercicios meditativos, sino también mejorando la naturaleza de la mente y del corazón; tiene efectos curativos.
En su investigación, descubrió que los maestros de Qigong eran capaces de emitir poderosos estallidos de ondas infrasónicas, de 100 a 1.000 veces más fuertes que los individuos promedio.
Luego de solo unas semanas de entrenamiento, los principiantes en la práctica tenían cinco veces más energía infrasónica que la que producían antes del entrenamiento.
Un estudio similar en la Universidad de Medicina Tradicional China de Beijing, publicado en 1988, descubrió que el qi emitido por los maestros de qigong podía ser medido como parte de las ondas infrasónicas, y que era 100 veces más fuerte que de una persona normal. Ambos estudios fueron destacados por el Instituto de Salud de China.
Los monjes emiten calor donde otros podrían congelarse hasta la muerte
Un experimento realizado sobre monjes tibetanos en el norte de India es descrito en un artículo de la Gaceta de la Universidad de Harvard de 2002.
Los monjes, con vestimenta liviana, fueron ubicados en una habitación donde la temperatura era de 4º C. Entraron en un estado de meditación profunda. Les colocaron sábanas empapadas en agua fría.
Bajo estas condiciones, una persona común temblaría de manera incontrolable y la disminución en la temperatura del cuerpo podría resultar en la muerte, explica el artículo.
No obstante, los monjes permanecieron cálidos y secaron las sábanas con sus cuerpos. Una vez que las sábanas estaban secas, les colocaron más sábanas frías y húmedas. Cada monje secó tres sábanas en el curso de varias horas.
Hebert Benson, que había estudiado la técnica de meditación por 20 años, dijo a la Gaceta: “Los Budistas sienten que la realidad en la que vivimos no es la definitiva. Hay otra realidad en la que podemos entrar que no está afectada por nuestras emociones, por nuestro mundo de todos los días. Los Budistas creen que este estado mental se puede lograr haciendo cosas buenas para los demás y a través d .
Dijo que el calor emanado de sus cuerpos era simplemente un subproducto de la meditación.
Muchos de tales experimentos se han realizado en personas que practican meditación y se descubrió que algunos de ellos son capaces de emanar grandes cantidades de varios tipos de energía que puede ser medidas. También son capaces de controlar el metabolismo y otros procesos físicos.
Efectos asombrosos en la salud
Muchos practicantes de Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, según informan fueron curados de enfermedades crónicas y serias. Falun Dafa es una disciplina de la Escuela Buda, que cultiva tanto la mente como el cuerpo. Sus tres principios fundamentales son Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
La escritora médica Lara C. Pullen entrevistó algunos practicantes de Falun Dafa en el año 2000 para un artículo publicado en CBS Health Watch.
Sen Yang, de Chicago, quien en ese entonces tenía 39 años, fue diagnosticada con hepatitis crónica. Contó a Pullen: “Un doctor me dijo directamente: ‘No hay manera de curar tu enfermedad en verdad. La tendrás por el resto de tu vida’”.
Luego de practicar Falun Dafa por un tiempo, se hizo un examen médico y los 32 resultados salieron normales, incluidos aquellos que apuntaban a su enfermedad.
“Al comienzo mi condición física cambió muy rápido. Al caminar, sentía que mi cuerpo era tan ligero que casi podía flotar”, dijo.
Los practicantes de Falun Dafa explicaron que la práctica no está dirigida a curar enfermedades, pero que es un efecto natural que viene de la mejora de la mente de uno y de hacer los ejercicios de meditación, los cuales fortalecen la energía del cuerpo, entre otros efectos.
Zhi Ping Kolouch, un practicante de Falun Dafa de 43 años, dijo a Pullen: “Si una persona se siente miserable en su corazón, entonces se enfermará”.
Fuente: Bles.com