Sorprendentes hallazgos de un estudio de 15 años sobre la confusión de género en la infancia. ¿Cómo afecta esto a la atención médica y las políticas actuales?
Un estudio llevado a cabo durante 15 años por investigadores de la Universidad de Groningenin en los Países Bajos ha arrojado resultados significativos sobre la confusión de género en la infancia. Según un informe del Daily Mail, el estudio involucró encuestar a 2.770 niños con dudas sobre su género cada tres años, obteniendo insights sobre sus sentimientos en relación a este tema.
Inicialmente, al comienzo de la investigación, alrededor del 11 por ciento de los niños expresaron algún grado de “insatisfacción de género”. Sin embargo, a la edad de 25 años, solo el 4 por ciento indicó sentirse “a menudo” o “a veces” descontento con su sexo.
Los hallazgos del estudio han llevado a los investigadores a concluir que es normal tener dudas sobre la identidad de género durante la adolescencia, y que esto es relativamente común. Este resultado cuestiona la necesidad de intervenciones médicas agresivas para niños que experimentan confusión de género.
Patrick Brown, miembro del grupo de expertos conservador Ethics and Public Policy Center, comentó al Daily Mail que este estudio proporciona más razones para ser escéptico sobre las medidas agresivas para facilitar la transición de género en la infancia y adolescencia. Sugiere que la prudencia y la precaución son fundamentales, en lugar de apresurarse hacia procedimientos médicos permanentes.
Elon Musk, CEO de Tesla, también expresó su opinión sobre el estudio, destacando la importancia de proteger a los niños.
La investigación, publicada en la revista Archives of Sexual Behavior, es uno de los estudios más largos sobre la confusión de género en niños. Los investigadores observaron que, si bien la insatisfacción de género es común durante la adolescencia, tiende a disminuir con la edad y está asociada con un peor autoconcepto y salud mental.
El Dr. Jay Richards del Centro Richard y Helen DeVos para la Vida, la Religión y la Familia, señaló que la mayoría de los niños resuelven sus dudas sobre su género después de la infancia, a través de la pubertad natural. Además, resaltó que la atención médica de afirmación de género en menores puede llevar a la esterilización y a la pérdida de la función sexual natural, sin ofrecer pruebas fehacientes de beneficios a largo plazo.
En Estados Unidos, los diagnósticos de disforia de género han aumentado en todos los estados excepto en Dakota del Sur, con una tendencia a diagnosticar a niños cada vez más jóvenes. Esto plantea preocupaciones sobre el manejo de la disforia de género en la infancia y la adolescencia, especialmente en un contexto de creciente medicalización de esta condición.
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