La historia de los dos leñadores es un ameno cuento que, nos deja valiosas enseñanzas. A continuación, lo puedes escuchar o leer
Esta historia es buena para reflexionar sobre la clave del éxito en cualquier oficio y sobre la humildad de aprender de los más sabios.
Un joven leñador cortaba leña en las montañas cuando un viejo leñador llegó a trabajar cerca de él.
Al caer la noche, el joven leñador se sorprendió al descubrir que el viejo leñador había cortado más madera que él, a pesar de que había llegado más tarde; por esto decidió en secreto que iría a trabajar más temprano al día siguiente.
En la mañana, el joven leñador llegó al bosque muy temprano y se dispuso a trabajar. Pensó: “Ciertamente ganaré esta vez”. Pero, en la tarde, cuando llevaba su madera de regreso, descubrió que el viejo leñador nuevamente había cortado más madera que él.
Al tercer día, el joven leñador decidió llegar más temprano e irse más tarde. Pensó que definitivamente ganaría esta vez. Sin embargo, al final el viejo leñador tenía nuevamente más troncos cortados. Lo mismo sucedió el cuarto y el quinto día.
En el sexto día, el joven leñador ya no pudo soportarlo más e interpeló al viejo leñador: “Comienzo a trabajar antes que tú y dejo de trabajar más tarde. ¿Cómo puede ser que produzcas más que yo? Además, también soy mucho más joven y fuerte que tú”.
El viejo leñador le dio unas palmaditas en el hombro y le dijo: “¡Ay, joven! Después de llegar a casa todos los días, lo primero que hago es afilar mi hacha. Mientras tu duermes, mi hacha se vuelve más y más filosa. Por lo tanto, aunque soy mayor que tú, empiezo a trabajar más tarde y me voy más temprano que tú, mi hacha está más afilada que la tuya. El árbol cae después de que yo lo corto solo cinco veces, mientras que tú debes hacerlo más de 10 veces”.
El joven leñador entendió completamente el viejo dicho que dice: “Un artesano primero debe afilar sus herramientas si quiere hacer bien su trabajo”.
En este sentido, si uno quiere hacer bien su trabajo, debe prepararse primero. Si un estudiante quiere obtener una buena puntuación, primero debe enriquecer su conocimiento. Si una empresa quiere aumentar su participación en el mercado, primero debe estar bien organizada internamente. Si una persona quiere obtener el respeto y la atención de los demás, primero debe comportarse bien.
El joven leñador solo estaba prestando atención a los resultados, pero ignoraba el factor clave del proceso que era el afilado. Es por eso que solo obtuvo la mitad de los resultados con el doble de esfuerzo. Sin embargo, el viejo leñador se enriqueció a sí mismo, ¡lo cual es la clave del éxito!
Adaptado de Clearharmony para Bles.com
Narración: Javier Hernández
Imagen de portada: Momentmal en Pixabay
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