Son tantos los alimentos artificiales que nos ofrece la industria que tan solo los tomamos confiadamente, mientras ignoramos que no siempre son saludables, como ejemplo se cita que la fructosa suele perjudicar la salud.
Si bien la fructosa natural, como la contenida en las frutas y la miel, es saludable, la que se agrega a gaseosas, golosinas, jugos procesados, y batidos, entre otros, genera trastornos metabólicos y agrava la actual epidemia de obesidad, diabetes y presión arterial elevada en los seres humanos.
Los nocivos efectos empeoran cuando el consumo de la fructosa es elevado, de acuerdo con las advertencias de los expertos. Este producto se extrae como un subproducto del maíz industrializado.
La fructosa suele perjudicar la salud.
Más recientemente, científicos de Estados Unidos y Argentina enfatizaron en las alteraciones que se producen en los procesos biológicos. Ellos relacionaron el aumento del consumo de jarabes de maíz ricos en fructosa con el incremento de la obesidad y la diabetes a escala mundial.
Más específicamente, el consumo frecuente de productos con fructosa adicionada puede elevar la presión arterial, los niveles de triglicéridos y del colesterol ‘malo’ (LDL), facilitar la acumulación de grasa en las vísceras (sobre todo en el hígado), e incrementar el nivel de ácido úrico, evidenciando que la fructosa suele perjudicar la salud.
Además, se producen una disfunción de células pancreáticas productoras de insulina, e insulinorresistencia a partir de la tercera semana de dieta no saludable (rica en fructosa) en los animales. Uno de los trabajos que describe estas anomalías fue publicado en la revista Medicina (Khaunas).
Los expertos lo confirman
En este sentido, el doctor Flavio Francini, director del Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada (CENEXA), de Argentina, expresó: ”el aumento de diabetes tipo 2, como de obesidad, se relaciona con la adopción de estilos de vida no saludables tales como sedentarismo, estrés crónico y hábitos alimentarios perjudiciales para la salud”.
Por otra parte, un estudio publicado en el Diario Internacional de Morfología, aconseja reducir la ingesta de azúcares refinados (naturales o añadidos) a menos del 10 % de la ingesta calórica total en niños y adultos, con el fin de poder limitar la ‘epidemia’ que genera la fructosa añadida a los alimentos.
En Argentina la obesidad se disparó hasta un 74 por ciento entre el 2005 y el 2018, al grado de que ya se considera una epidemia. Casos similares se presentan en muchos otros países, de acuerdo con Infobae, puesto que la fructosa suele perjudicar la salud.
No es solo la fructosa
Como si fuera poco, en la última década se hallaron pruebas de que los alimentos ultraprocesados son perjudiciales para la salud. El profesor Tim Spector, catedrático de epidemiología del King’s College de Londres, que estudia las tendencias de las enfermedades, supervisó uno de los estudios.
“Estamos hablando de toda una variedad de cánceres, enfermedades del corazón, derrames cerebrales, demencia”, alertó Spector, publicó BBC, el 5 de junio. Los ultraprocesados, sorprendentemente, constituyen cerca de la mitad de lo que se come ahora en el Reino Unido.
En esa dieta se incluyen el pan integral en rebanadas, los platos precocinados y los helados, entre sus ingredientes se encuentran conservantes, edulcorantes artificiales y emulgentes, que no suelen estar presentes en la cocina casera.
Así las cosas, vale la pena preguntar: ¿Revisa usted los componentes de los alimentos ultraprocesados que consume su familia?
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada: (Toma de YouTube: Al Jazeera English)
También le podría interesar: