Ante el éxito total de la película Sound of Freedom, por la denuncia de la aberrante explotación de los niños, sus detractores hacen de todo para impedir la difusión del alarmante mensaje.
No en vano los actores Jim Caviezel y Eduardo Verástegui denunciaron repetidas amenazas de muerte, lo que no los amedranta, por el contrario, les permite reiterar su confianza en lo divino.
Plena confianza en Dios
Caviezel afirmó: “No tengo miedo en lo más mínimo. Dios me trajo a Hollywood para convertirme en actor”, agregando: “El Dios más grande, el único Dios, y me amó lo suficiente como para darme un propósito en mi vida…”
Continuó diciendo: “Y con gusto cambiaría mi vida para salvar a estos pequeños, porque los gritos que escuché fueron tan horribles que no puedo dormir por la noche. A las 3 de la mañana, por la razón que sea, puedo escucharlos”.
Por su parte, Verástegui declaró: “Había y siguen habiendo muchas personas que no quieren que esta verdad salga a la luz, que esta película sea vista. Esto es un problema global. Hay muchas personas involucradas en este crimen, en todos los sectores”, según Telemundo.
Ataques por la denuncia de la aberrante explotación de los niños
Rolling Stones y The Guardian, medios internacionales, intentan empañar la terrible denuncia de Sound of Freedom, diciendo que presenta teorías de conspiración, que es derechista y que acusa a las élites progresistas como pedófilas (lo que no es ningún secreto).
Verástegui, replica: “¿Quiénes son los que no quieren que vean la película? ¿No serán los que están involucrados en el tema? Los pedófilos son los pedófilos. Yo me enfrento con toda una industria de más de 150 billones de dólares. No es cosa menor. Van a mandar a su ejército a atacar por todos lados”, agregó.
Y no está lejos su réplica, teniendo en cuenta que Noah Berlatsky, el periodista de Bloomberg que criticó la película, es un famoso activista pro-pedofilia.
Berlatsky sugiere que las redes de pedofilia no existen y que se trata en realidad de una teoría conspirativa del movimiento QAnon. Dice que la película pretende “engañar a la audiencia”, hacer “proselitismo” y que “no hace nada para ayudar a las víctimas”.
Sin embargo, resulta que ese periodista busca reducir las penas para pedófilos y promover la atracción sexual hacia menores de edad, delito al que pretende “desmitificar”.
Por otro lado, la tendencia es tan generalizada que el activista LGBT Peter Tatchell argumenta que los niños de 9 años pueden dar su consentimiento para tener relaciones sexuales con adultos.
Más aún, para Walter Ciantino, presidente de Comusav, Sede Central Mundial, España: “la mayoría de esos gobiernos protegen la mayor red criminal y antihumana de la historia”.
Y agrega: “Si usted cree que en esta realidad no hay militares implicados, se equivoca, está la iglesia católica también, muchos banqueros y globalistas. Recién luego está el movimiento LGTBI que vive con las limosnas enormes de lo que quedan de esos crímenes”.
Un alarmante llamado de atención
Dado que actualmente un gran sector idolatra el placer y le rinde culto a la pornografía, esta película es un llamado de atención a padres y parientes para extremar el cuidado de sus pequeños cuando están fuera del hogar, incluso en los colegios o guarderías, y en otros lugares de actividad.
Es aterradora la descripción de Verástegui acerca de que a los niños de 3 a 5 años los violan “15 veces al día durante muchos años. Cuando ya no son considerados ‘frescos’ para los mercados sexuales, sus órganos son extraídos y vendidos”.
Por tanto, no es de extrañarse que haya muchos intereses globales interesados en detener la denuncia que difunde Sound of Freedom, al grado de que podrían intentar más crímenes lamentables.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net.
Imagen de portada: (Toma de YouTube/Movie trailers Source).
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