Un panel internacional pide a la Corte Penal Internacional emitir órdenes de aprehensión contra miembros del régimen de Maduro por crímenes de lesa humanidad en Venezuela. El informe destaca violaciones a los derechos humanos y testimonios de víctimas.
Este viernes, un panel de expertos internacionales instó a la Corte Penal Internacional (CPI) a emitir órdenes de aprehensión contra miembros del régimen de Nicolás Maduro. La petición se basa en un informe detallado sobre los crímenes de lesa humanidad perpetrados en Venezuela, respaldado por testimonios impactantes de víctimas que han vivido en carne propia la represión y violencia del régimen.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, convocó a cuatro expertos para analizar la situación de los derechos humanos en Venezuela. Los expertos se centraron en una muestra representativa de 183 casos notorios de violaciones a los derechos humanos, incluyendo asesinatos, torturas, detención arbitraria y persecución política.
El informe resultante, titulado “Impunidad en Venezuela: luz verde para crímenes de lesa humanidad”, pone de manifiesto la extensa represión que enfrenta la sociedad venezolana. El documento resalta la falta de rendición de cuentas por parte de las autoridades, así como el sufrimiento de activistas de derechos civiles, víctimas y sus familiares.
Tras presentar el informe, los expertos hicieron un llamado a la CPI para que inicie investigaciones contra individuos específicos y lleve estos casos ante la Corte con el objetivo de emitir órdenes de arresto. Instaron a concentrar las investigaciones en perpetradores de nivel medio y alto con carácter urgente para frenar la comisión de nuevos crímenes, señalando la significativa brecha de impunidad que persiste en el país.
Durante la sesión, varias víctimas compartieron sus experiencias ante la OEA, revelando los horrores a los que fueron sometidas. Jesus Alemán, un expreso político, relató cómo fue secuestrado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y sometido a descargas eléctricas, negación de asistencia médica y torturas físicas. “Me daban descargas eléctricas en la espalda y el tórax. Me negaron asistencia médica. La carne se me caía a pedazos, llegué a ver los tendones de mis pies”, relató.
“Después de cada golpe, se reían (…) No sabía si estaba muerto o en una pesadilla”, agregó.
Nixon Leal, otro ex preso político, reveló que fue víctima de desaparición forzada, lo que llevó a su madre a buscarlo hasta en la morgue. Relató cómo fue sometido a torturas extremas, incluyendo ser cubierto con insecticida y gas lacrimógeno, lo que le provocó un paro respiratorio. “Un día me clavaron chinches en las uñas de mis manos (…) Quise suicidarme. Intenté ahorcarme con mi propio suéter, pero no lo logré: estaba esposado”, comentó.
Luis de la Sotta, capitán de navío y prisionero durante más de cinco años, contó que fue privado de alimentos y obligado a hacer sus necesidades en el suelo. Detalló humillaciones, burlas y amenazas de violación contra su esposa por parte de sus captores. “Me obligaron a desnudarme, incluso en presencia de personal femenino. Me golpearon en la cabeza, me insultaron, se burlaron de mí, me dijeron que iban a violar a mi esposa, que los derechos humanos no existían”, contó ante el panel de expertos.
Olga González, esposa de una víctima de las protestas de 2017, habló sobre el asesinato de su esposo a manos de agentes policiales, quienes lo persiguieron y dispararon repetidamente. Lamentó que su esposo solo llevaba caramelos en su bolsillo, y denunció la ejecución extrajudicial y masacre que sufrió.
Estas conmovedoras historias ponen de manifiesto la urgencia de una respuesta internacional para abordar las violaciones de derechos humanos en Venezuela. La CPI debe actuar para responsabilizar a los perpetradores y brindar justicia a las víctimas.
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