El presidente argentino Javier Milei responde contundentemente a las acusaciones de Nicolás Maduro, quien lo tildó de pertenecer a “sectas satánicas”. Milei destaca la diferencia entre sus creencias y el comunismo, señalando una profunda crisis diplomática entre Argentina y Venezuela.
El presidente argentino Javier Milei ha respondido enérgicamente a las acusaciones del líder venezolano Nicolás Maduro, quien lo señaló de pertenecer a “sectas satánicas”. Milei, conocido por su retórica vehemente, rechazó las afirmaciones con un mensaje enfático: “El comunismo es ateo, nosotros tenemos fe en Dios”. Además, añadió: “El cielo los aplastará”.
Las tensiones surgieron cuando Maduro, durante un acto con la Guardia Nacional Bolivariana el domingo, arremetió contra Milei y el empresario Elon Musk. Maduro declaró: “Son sectas satánicas del poder estadounidense que han articulado sectas como la de Milei, o en Venezuela sectas satánicas como el fascismo que ha atacado al país”.
El lunes por la mañana, Milei recurrió a la plataforma X para responder, utilizando citas bíblicas para subrayar su mensaje: “Los comunistas nos atacan, llenos de insolencia e impiedad, para exterminarnos a nosotros, a nuestras mujeres y a nuestros hijos, y para apoderarse de nuestros despojos. Nosotros, en cambio, luchamos por nuestra vida y por nuestras costumbres”. Continuó afirmando: “El cielo los aplastará delante de nosotros ¡no les tengan miedo! Porque la victoria en el combate no depende de la cantidad de soldados, sino de la fuerza que viene del cielo”. Concluyó su mensaje con una declaración contundente: “El comunismo es ateo, nosotros tenemos fe en Dios. ¡VIVA LA LIBERTAD!”.
La disputa entre ambos líderes se intensificó tras las recientes elecciones en Venezuela, donde Maduro se proclamó ganador sin presentar pruebas concretas. Milei denunció el proceso como un “fraude” y criticó a la comunidad internacional por no enfrentar la dictadura en Venezuela.
El domingo, Milei también criticó a los “políticos, periodistas, empresarios y sindicalistas” que no se han pronunciado contra la violencia del régimen chavista, acusándolos de ser “cómplices por acción y omisión”. En su publicación, Milei cuestionó: “¿No les llama la atención que todos los políticos, periodistas, empresarios y sindicalistas que nos tildaron de fascistas cierren la boca con respecto a la dictadura venezolana?”. Llamó a tomar una posición clara: “¿Maduro o Corina Machado?”, refiriéndose a la líder opositora venezolana. Añadió: “Mientras sigan buscando al helado caliente, al esqueleto obeso y a la meretriz virgen seguirán siendo los grandes cómplices del desastre decadente argentino”.
En respuesta a las tensiones, Maduro ordenó el cierre de la embajada argentina en Venezuela y la evacuación de su personal. La representación venezolana en Buenos Aires también cesó sus funciones. En este contexto, Brasil asumió la protección de seis asilados políticos de la oposición venezolana.
A pesar de las denuncias de represión, Maduro felicitó a la Guardia Nacional Bolivariana por su “conducta ejemplar”, aunque las protestas en Venezuela han dejado un saldo de al menos 16 muertes, más de 2000 detenidos y numerosas denuncias de secuestros y torturas por parte de las fuerzas chavistas.
Esta escalada de declaraciones y medidas diplomáticas subraya la creciente tensión entre ambos países, en un contexto de inestabilidad política y social en la región.