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8:40 minutos. Desatar el nudo gordiano había sido una empresa imposible para muchos. Alejandro Magno encontró una forma ingeniosa y nos dejó una enseñanza.
El Nudo Gordiano simboliza la seguridad y la toma de decisiones creativas y definitivas ante situaciones o problemas de la vida que producen incertidumbre, angustia y son difíciles de resolver.
Según la leyenda griega, el oráculo predijo que quien pudiera desatar el “nudo gordiano” estaba predestinado a conquistar toda Asia.
Fueron muchos quienes intentaron y fracasaron. Pasaron siglos, hasta que llegó Alejandro Magno y le bastó con desenfundar su espada y con un corte certero, desatar el tan intrincado nudo.
Consulta del Oráculo
El tiempo transcurría entre los pobladores de la antigua Frigia, en el siglo IX a. C. (región de Anatolia, en la actual Turquía). Cierto día, sus pobladores ávidos de conocer quién sería su próximo rey, decidieron consultar el oráculo.
El oráculo les indicó que el primer hombre que entrara a la ciudad montado en una carreta tirada por bueyes, sería el que ocupara el trono de Frigia.
La antigua ciudad de Gordio
La ciudad de Gordio se remonta a los años 3000 a.C. Albergó numerosas civilizaciones, y en exploraciones arqueológicas se han encontrado tumbas monumentales. Entre estas, la más conocida es la llamada Túmulo de Midas, a nombre del rey Midas.
En la actualidad es posible apreciar los monumentos históricos en el Museo Arqueológico de Estambul y en el Museo de Civilizaciones de Anatolia y Ankara.
Según la leyenda, un humilde campesino que tan solo poseía una carreta y una yunta de bueyes, vio con asombro un día, que un águila se posó sobre su carreta. Entonces, supuso que esto era señal de buen augurio y que era posible que algún día fuera rey.
No obstante, decidió ir a Telmiso en Frigia y consultar con el oráculo para saber que podía significar tal suceso.
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El nombramiento del Rey de Frigia
En el camino, antes de llegar a la ciudad, Gordias, el campesino, se encontró con una linda joven, a quien le comentó el motivo de su ida a Frigia. Ella le pidió que le permitiera acompañarlo.
Gordias y la joven se casaron y tuvieron un hijo, quien resultó ser Midas, el Rey que, según la mitología griega, tenía el don de convertir en oro todo lo que tocara.
Los habitantes de Frigia, que andaban atentos a que apareciera la persona que el oráculo les había indicado que sería su rey, vieron acercarse al campesino, que entraba al poblado en una carreta tirada por dos bueyes.
Felices, los frigios corrieron a recibir al aldeano, quien, sorprendido por la algarabía y la buena bienvenida, les comentó que él se llama Gordias y que sus tesoros tan solo se componían de la carreta y la yunta de bueyes.
Los Frigios, algo desilusionados, pues suponían que el rey debía poseer grandes tesoros, se abstuvieron de contradecir al oráculo y nombran al humilde campesino rey de Frigia.
El Nudo Gordiano
Una vez proclamado Rey, Gordias fundó la ciudad de Gordio, convertida en la capital de Frigia en los años 800 a.C. Esta ciudad llegó a alcanzar su máximo esplendor durante el período de su hijo, el Rey Midas.
Gordias ofreció al dios Zeus la carreta y el yugo en virtud de agradecimiento por el destino que le había otorgado.
La llevó a la parte más alta de la ciudad y allí la ató fuertemente con un nudo enrevesado a una columna, de tal forma que los cabos no se notaran y así dificultar el desenlace del lazo, tanto así, que se le denominó el “nudo gordiano” en remembranza de su nombre.
El nudo se volvió un mito, se dice que el mismo oráculo de Frigia señaló que aquel que lograra desatarlo sería rey de Frigia y dueño de Asia.
Alejandro Magno desata el nudo
Pasaron aproximadamente cuatro siglos hasta que Alejandro Magno, rey de Macedonia y de los griegos, en sus travesías de conquista de ciudades e imperios, llegó a la ciudad de Gordio.
La leyenda aún persistía entre los pobladores. Desatar el nudo gordiano significó todo un reto para Alejandro, pues de no hacerlo, pasaría a la historia como uno más de los que intentaron y fracasaron ante dicho enredijo, pese a las conquistas y batallas libradas que lo mantenían como el ícono de los héroes griegos.
Tanto monta cortar como desatar
A finales de 334 a.C., Alejandro Magno se hallaba en un receso, venía de conquistar las ciudades griegas de las costas, Éfeso, Halicarnaso, Pérgamo y Mileto entre otras. Se acercó entonces a la ciudad de Gordio para retomar fuerzas y continuar en sus hazañas.
Estando allí, los sacerdotes del templo recordaron la sentencia del oráculo de que “quien supiera desatar el nudo gordiano conquistaría Asia”. A modo de desafío lo invitaron a resolver el lío.
Sin más miramientos y de manera resuelta, Alejandro cortó de un solo tajo el nudo con su espada, indicando: “Tanto monta cortar como desatar”, logrando, así, soltar la carreta de la columna donde tiempo atrás la había atado Gordias.
Esa misma noche, cuenta la leyenda, cayó una tormenta con rayos y centellas, lo cual interpretó Alejandro como una señal de que el dios Zeus estaba de acuerdo con la manera de desatar el nudo.
Alejandro prosiguió sus conquistas y en su corto período de vida, pues murió a los 33 años, cumplió la profecía, logrando expandir su imperio, conquistando Asia hasta el Indo.
Conclusión
Cuántas veces, en nuestro diario vivir, nos hallamos ante encrucijadas o situaciones tan complicadas que se nos hace imposible resolver. Les damos tantas vueltas, nos desvelamos y llegamos al borde de la desesperación.
Ante situaciones tan intrincadas y siguiendo la enseñanza que nos deja la leyenda del nudo gordiano, ante momentos o problemas que aparecen como imposibles de resolver, a la manera de Alejandro Magno, lo mejor es actuar con ingenio y habilidad y cortar de raíz el problema.
Escrito por Patricia Morales Galvis para VCSradio.net
Narración: Javier Hernández
Música de fondo: Classical Epic – Envato
Foto de portada: Alexander corta el nudo gordiano, pintura de Jean-Simon Berthelemy ca. 1767 – Wikimedia Commons
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