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En Francia, por causa de una nueva ley, se autoriza a la policía, colocar micrófonos ocultos en los
hogares y los vehículos, hackear los correos electrónicos o disfrazarse de repartidores para
entregar paquetes a quienes sean considerados sospechosos de “desviaciones de culto”.
Lo que la mayor parte de la ciudadanía razonaría como una conducta normal en cuanto a poder
ejercer libremente sus creencias religiosas, es visto con desconfianza por la policía. Si agregamos a
esta situación, la posible antipatía que pueda generar algún vecino, éste podría informar a la
agencia especializada en anti sectas sI sospecha de un comportamiento extraño, lo que llevaría a
pensar que su vecino hace parte de una “secta”.
China y Rusia utilizan “técnicas policiales especiales” contra las “sectas”
Como es bien sabido, esta situación es vivida a diario en China, en donde las autoridades hacen
grandes esfuerzos para exterminar a las llamadas “sectas”; de igual modo que sucede en Rusia, en donde se consideran “extremistas” a varios grupos religiosos, no porque sean violentos, sino por su labor de
tratar de convertir a varias personas. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) puede arrestar e
incluso torturar a integrantes de la mayoritaria Iglesia Ortodoxa Rusa.
En el mundo, donde aún se practica la democracia, se siguen denunciando con toda razón, todas estas violaciones a los derechos humanos y a las libertades religiosas.
La nueva legislación en Francia
Es sorprendente que en un país en el que se practican valores democráticos y se tiene una fuerte
tradición humanista secular, como lo es Francia, ahora se introduzca una legislación similar a la de
China y Rusia.
A partir de la Revolución Francesa se creó una agencia gubernamental especializada que lucha en
contra de las “desviaciones de culto”, a pesar de que ser miembro de un “culto” no es considerado
un delito por sí mismo en Francia.
La ley anti-culto
En 2021 se estableció la ley anti-culto, en la que se establece que someter a una persona a técnicas puntuales, en una condición en la que exista dependencia física o psíquica que conlleve a provocarle un daño considerable, es catalogado como un delito.
En concreto, no se considera ser un criminal en Francia, por solo pertenecer a una “secta” o “culto” o por ser parte de algún movimiento sospechoso de “desviaciones de culto”; sin embargo, el trato a tal persona será como si fuera un delincuente.
Las “técnicas especiales de investigación”
El artículo XXV del código Procesal Penal menciona las “técnicas especiales de investigación”, que
los oficiales de policía pueden utilizar, entre las que se encuentran: Piratear las cuentas de correo electrónico, enviar correos falsos pinchar automóviles, ocultar micrófonos en casas, usar identidades falsas en redes sociales, hacerse pasar por “cultistas” o conversos, operar de encubiertos como carteros que entregan paquetes y ser asistidos por “asistentes especializados”.
La nueva ley del 24 de enero de 2023, autoriza a la policía francesa a aplicar las “técnicas especiales de investigación” en la investigación del presunto delito, a las “bandas criminales organizadas” que utilizan el “abuso de debilidad” a través de las técnicas que producen dependencia psicológica. Lo anterior les da la autoridad de aumentar las penas de hasta siete años de cárcel y multas de hasta un millón de euros.
La mala utilización de las técnicas de la Sección XXV
Cuando la seguridad del país o la vida de los ciudadanos se encuentra en peligro, se puede admitir
el uso de las técnicas de la Sección XXV, ya que fueron creadas para combatir el crimen organizado
y el terrorismo; pero cuando se trata de “desviaciones de culto” al realizar la investigación, no
existen las evidencias de que el grupo pueda ser acusado de usar técnicas prohibidas de lavado de
cerebro, tal y como lo quieren dar a entender.
Debido a la complicada caracterización legal de la idea de control mental, ya que estos son
conceptos vagos lejanos de los contornos jurídicos habituales, los fiscales franceses, muy rara vez,
obtuvieron decisiones judiciales que condenaran el delito de “crear dependencia psicológica” por
causa de las “desviaciones de culto”, admitió la agencia gubernamental contra las sectas,
Miviludes.
Conclusiones finales
Académicos y tribunales en otros países han concluido que la idea de que las “sectas” utilizan
técnicas tanto mágicas como misteriosas de “control mental” y que además son efectivas, es un
mito pseudocientífico.
Los ciudadanos que son pacíficos, cuyo único delito es formar su propio criterio al ejercer su
derecho a pensar y creer diferente a la mayoría de personas, son perturbados en su vida privada
por la ideología y retórica de las anti sectas, que pretenden justificar el allanamiento policial en
busca de delitos imaginarios.
Escrito por Darío Chaparro para VCS Radio.net
Locución, Liliana Fonseca
Fuente de información Bitterwinter