Si bien el avance político de la izquierda en Latinoamérica es amplio, esto no significa que sus oponentes permanezcan inermes, ni que no sigan existiendo serios problemas entre los países que la integran, por ahora.
Para empezar, basta con mencionar que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, derramó un balde de agua fría a la ambición de los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de crear una moneda única para Latinoamérica.
No habían transcurrido 24 horas de haber sido anunciado el proyecto, cuando López Obrador expresó:
“México rechaza sumarse la idea de crear una moneda común en América Latina para intercambios comerciales semejante a la propuesta por Brasil y Argentina”. “Nosotros no estaríamos de acuerdo. Por muchas razones tenemos que seguir manteniendo como referencia al dólar”.
Asimismo, López Obrador, dudó de la autenticidad del proyecto, argumentando que faltaba información, y, agregando que, eventualmente, podría perjudicar a lo países promotores de esa moneda, además de que se podría presentar un conflicto con Estados Unidos.
Es de tener en cuenta que los también izquierdistas presidentes de Colombia, Gustavo Petro y de Chile, Gabriel Boric, había mostrado aprobación por la moneda única. Por otro lado, los países del BRIC, Brasil, Rusia, India, China, ya intercambian comercialmente con sus propias monedas, al margen del dólar.
En cuanto a asperezas antiguas, Colombia y Nicaragua se confrontan por el litigio marítimo ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que involucra la soberanía sobre los territorios marítimos que rodean el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, de Colombia.
En otro contexto, Perú y Bolivia se enfrentan por las intervenciones del expresidente boliviano, Evo Morales, ante los asuntos políticos internos de Perú.
Para completar el panorama de desencuentros de los gobiernos izquierdistas de la región, Boric, contribuye, en gran medida, con sus fracasos diplomáticos. En este sentido, el analista e historiador de la Universidad Católica, Patricio Gajardo, comentó: “Hay un impacto político interno contundente por el manejo de la política exterior de Boric, porque Chile estaba acostumbrado a ser percibido positivamente, no tanto por la relevancia del liderazgo en la comunidad regional, sino por la inserción exitosa que permitió generar crecimiento y desarrollo”.
Al respecto, basta con mencionar los comentarios filtrados de la canciller de Chile, Antonia Urrejola, sobre el embajador de Argentina en Santiago, Rafael Bielsa: “Basta, este (expletivo) hace lo que quiere cuando tiene ganas, ¿y la explicación es que está loco?”, y, aún más, durante largos seis minutos.
La escena tuvo lugar en la cumbre de la polémica Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada justamente en Buenos Aires, a partir del 24 de enero, y ya concluida.
Por mucho que estos gobiernos pregonen una ideología de base comunista, el logro del consenso auténtico en países con circunstancias tan diversas, parece estar muy lejano todavía, en tanto que circulan versiones de que estos gobernantes no obedecen a la voluntad de sus electores, sino a la de los llamados ‘jefes globalistas’.
Escrito por José Hermosa para VCS Radio.net
Imagen de portada: Captura de video Presidencia de la República de Colombia