Hoy hace 23 años, comenzó en China la persecución a Falun Gong (Falun Dafa), ordenada por el entonces líder del Partido Comunista Chino Jiang Zemin. Desde entonces, los practicantes de esta disciplina organizan en muchas ciudades del mundo actividades que denuncian este hecho atroz, para generar conciencia sobre el genocidio que se ha llevado a cabo al interior de China desde 1999.
¿Qué es Falun Gong y por qué se convirtió en la opción salvadora para el pueblo?
Falun Gong (Dafa) es un tipo de disciplina de meditación de la Escuela Buda, muy antigua, pero que se popularizó solo hasta 1992. Sus enseñanzas basadas en los principio universales de Verdad, Benevolencia y tolerancia están consignadas en el libro, Zhuan Falun, las cuales guían a sus seguidores.
Después de más de 40 años de ateísmo, el pueblo chino acogió con alborozo a Falun Dafa, y en pocos años se volvió tan popular que llegó a tener 100 millones de seguidores. El vacío espiritual fue llenado por las profundas y ancestrales enseñanzas de Falun Dafa.
Un pueblo con 5 mil años de historia, cuya cultura se originó en tres religiones poderosas -budismo, taoísmo y confucianismo- fue despojado de sus creencias. Esto ocurrió en campañas del PCCh, como la gran revolución cultural, la eliminación de los 4 viejos y la erradicación de las religiones.
Sin embargo, jamás se pudo erradicar la necesidad humana interior de buscar la trascendencia, por lo cual Falun Dafa llegó y llenó este vacío.
Actualmente se practica en más de 100 países de forma independiente y gratuita, con múltiples experiencias de sus beneficios para la salud y la recuperación de la moral.
La desmesurada popularidad de Falun Gong asustó al Partido Comunista Chino
100 millones de personas practicando Falun Gong preocuparon al régimen, ya que esta cifra sobrepasaba a la de los miembros del PCCh. Se sintió amenazado de perder el poder, y por eso decretó en 1999, la persecución más brutal. Ordenó acabar con 100 millones de creyentes, ya fuera reeducándolos, u obligándolos a dejar la práctica con medios violentos como la tortura, encarcelamientos, y hasta la muerte.
Aparte del miedo a perder el poder político, para el régimen comunista los principios espirituales de Falun Dafa ocasionaban un conflicto con la ideología atea comunista, pues su poder manipulador podría ser disminuido.
Recuento histórico de la persecución
Human Rights Watch presentó un informe donde relata que la noche del 20 de julio de 1999, en todo el territorio chino, las fuerzas de seguridad, allanaron los hogares de los practicantes y detuvieron a miles de seguidores de Falun Gong.
Comenzaron con los coordinadores de los grupos de práctica y luego siguieron con los demás practicantes, en forma sistemática y ordenada. A la par, los medios de comunicación en su totalidad controlados por el estado lanzaron una campaña de difamación contra la práctica y su fundador.
La violación a los derechos humanos contra este grupo espiritual fue ignorada por el mundo por varios años hasta que practicantes que huyeron de China para salvar sus vidas, informaron en el exterior.
Evidencias de organismos internacionales
El sitio oficial de Falun Gong Minghui.org afirma que oficialmente el número de víctimas mortales llega a 4828, pero observadores, organismos de derechos humanos y personas al interior del país creen que esta cifra puede ascender a millones, si se tienen en cuenta los desaparecidos. Los datos oficiales son controlados por el mismo régimen.
Relatores de Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado que, desde el inicio de la persecución a Falun Gong, las autoridades chinas han realizado arrestos masivos ilegales, detenciones extrajudiciales y toda clase de torturas por todo el país, para obligar a los practicantes a abandonar sus creencias.
Organismos internacionales, tribunales independientes y resoluciones de parlamentos de varios países han dado a conocer que los practicantes son detenidos en campos de trabajo forzado, donde se les aplica torturas y lavado de cerebro y en ciertos centros hasta se hace sustracción forzada de órganos -cuando estos están aún vivos.
El Tribunal Independiente sobre el Uso de Órganos de Prisioneros de Conciencia en Trasplantes en China, en 2019 informó, a través de su director, el abogado británico Geoffrey Nice, que existen pruebas contundentes de que en China se realiza extracción forzada de órganos desde hace más de 22 años.
En 2017, la ONG Freedom House notificó que “Cientos de miles de seguidores de Falun Gong fueron sentenciados a campos de trabajo y a prisión, lo que los convierte en el mayor contingente de presos de conciencia del país”. También afirmó que existe “evidencia creíble que sugiere que los detenidos de Falun Gong fueron asesinados por sus órganos a gran escala”.
El abogado de derechos humanos de Canadá -y nominado al premio Nobel de la Paz – David Matas catalogó este crimen como “el genocidio del siglo XXI”. Así mismo, el ex Secretario de Estado de Canadá, David Kilgour presentó un informe llamado “Cosecha sangrienta” frente a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Argentina, en el cual concluye que 41.500 practicantes murieron ‘como consecuencia de operaciones forzadas en las que se les extirparon sus órganos para utilizarlos como fuente de trasplantes con fines lucrativos’.
Hasta hoy continúa la persecución
A pesar de que el líder chino actual Xi Jinping, en su campaña anticorrupción ha encarcelado a los principales líderes comunistas vinculados a la sustracción de órganos, este crimen aún continúa ya que el ala dura del líder Jiang Zemin aún continúa operando en algunas áreas del estado.
Dentro de China, los practicantes exponen su seguridad al aclarar la verdad sobre la persecución, repartiendo folletos, carteles, y CDs para así contrarrestar la propaganda calumniosa de los medios. En algunas áreas la población brinda su apoyo a Falun Gong y piden la liberación de los detenidos.
Desde 2015, las víctimas están demandando legalmente a Jiang Zemin para llevarlo ante la justicia.
Artículo de VCSradio.net
Foto: The Epoch Times
Fuentes:
Human Rights Watch. (s.f). III. Defiance and Response: a chronology. https://www.hrw.org/legacy/reports/2002/china/China0102-02.htm
Ruth Ingram. (5 de abril de 2019). Tribunal sobre sustracción de órganos 2019. Revista Bitter Winter. https://es.bitterwinter.org/tribunal-sobre-sustraccion-de-organos-2019/
Sarah Cook. (2017). Falun Gong: Religious Freedom in China. Freedom House. https://freedomhouse.org/issues
David Matas, Esq. and Hon. David Kilgour, Esq. (31 January 2007). An Independent Investigation Into Allegations of Organ Harvesting of Falun Gong. Organ harvest investigation Practitioners in China. Organ harvest investigation. https://organharvestinvestigation.net/
Artículos similares:
- Informe Anual sobre Libertad Religiosa: China Continúa Persiguiendo a la Práctica Espiritual Falun Dafa
- Destrucción de la Dignidad Humana en una Cárcel de Mujeres de China
- Régimen chino aprovecha la pandemia para intensificar la persecución a la libertad religiosa
- Régimen chino, ‘atroz violador’ de la Libertad Religiosa