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6 minutos. Según muchas leyendas de diferentes pueblos y testimonios de viajeros audaces, en tiempos pasados se pasearon hombres gigantes por el mundo. ¿Realidad, o fantasía? Veamos qué hay de cierto.
Desde los albores mismos de la civilización, los seres humanos se han sentido fascinados por las historias que hablan sobre la existencia de gigantes, los cuales muchas veces han sido integrados a la mitología como seres semidivinos, poseedores de grandes poderes.
Sobre este tema, James Vieira, reconocido estudioso de dicho fenómeno y director del programa de History Channel “En la búsqueda de los gigantes perdidos”, en diálogo con Infobae sostuvo que “Los masones, los rosacruces, los teósofos, la Biblia, los grandes místicos, (…) creen que los gigantes existían. Todos los exploradores tempranos, (…) aseguraron que al encontrar pueblos nativos había gigantes, desde la actual Virginia en Estados Unidos a la Patagonia”.
Testimonios históricos
En primer lugar, vemos que, en la Biblia, el gigante más conocido es Goliat, derrotado por David, pero muchos pueblos de gigantes son mencionados una y otra vez en el Antiguo Testamento.
Así mismo, en Suramérica la historia más conocida es la de los Paragones, que dieron su nombre a Patagonia, y fueron descubiertos por Magallanes, según describió el marino Antonio Pigafetta: “Vimos cerca de la playa (en la Tierra del Fuego) un hombre que era tan grande, que nuestra cabeza llegaba apenas a su cintura”.
También en Suramérica, el explorador neerlandés Jacob Le Maine en 1615 mencionó los huesos de un gigante de más de tres metros de alto, encontrados en Puerto Deseado, Argentina. Por su parte, Juan de Velasco, jesuita ecuatoriano, destacó en su “Historia Antigua del Reyno de Quito” (1789) la presencia de esqueletos de gigantes en la ciudad de Manta.
Aunque muchos arqueólogos niegan la existencia de gigantes en el pasado, algunas evidencias podrían corroborarla. Por ejemplo, en 2010, en la cueva de Denisova, en Siberia, Rusia, se halló un molar bastante más grande que lo normal. El análisis de ADN concluyó que pertenecía a una especie homínida desaparecida hace unos 40.000 años, a la que se denominó Denisovanos. Aunque el tamaño del molar no es indicativo de la estatura de su dueño, de todos modos, se trataría de una especie homínida, de mayor estatura que sus contemporáneos.
El caso norteamericano
También en EEUU hay muchas historias de este tipo. A finales del siglo XIX, se comenzaron a reportar hallazgos de esqueletos de gigantes. Para entonces el Instituto Smithsoniano, estaba a cargo del estudio y conservación de los restos históricos del país.
Pero en 1903 llegó al Instituto el antropólogo checo Aleš Hrdlička, conocido por la teoría del origen común de todas las razas humanas. Sobre él, dice Vieira que era un racista que no creía en los gigantes y se burlaba de cualquiera que lo creyera. De hecho, ignoró todos los informes de los científicos Smithsonianos que habían abierto grandes cantidades de montículos de entierros en América, en décadas anteriores”.
Desde entonces, los restos arqueológicos desconocidos estudiados por el Instituto obtenían un veredicto negativo; las evidencias desaparecían, sin que hasta la fecha se conozca el paradero de ninguna. Los reportes hablaban de “restos de animales sin identificar, errores en las mediciones y casos raros de acromegalia y gigantismo pituitario”.
Incógnita eterna
Para finalizar, Vieira afirma que, “Si existieron gigantes, entonces hay un problema con la teoría de la evolución y los científicos no quieren admitir que algo en la Biblia sea exacto. Es religión versus la ciencia y ambos lados están atrincherados en su pensamiento. La religión tiene verdad en ella y distorsión y error en ella, la ciencia tiene verdad, pero limitación y error. Creo que la respuesta está en el medio”.
Después de conocer tantos ejemplos a lo largo de la historia, podría decirse sobre la existencia de gigantes, lo mismo que se puede decir de los extraterrestres; seguramente, entre tantos relatos escuchados, hay muchas mentiras y fantasías. Pero solo se requiere una pequeña porción de verdad, para asegurar que, en algún momento de la historia, caminaron por la tierra hombres de gran tamaño, y en ese entonces fueron reyes en el mundo.
Escrito por Carlos Morales G. para VCSmedia.net
Narración: Edgar Montañez
Foto de portada: Pixabay, libre de derechos
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