Un estudio de la Universidad de Yale revela que hasta el 40% de los jóvenes que vapean modifican sus cigarrillos electrónicos, exponiéndose a riesgos graves como explosiones y lesiones pulmonares. La investigación destaca la necesidad urgente de regulación y educación.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale, publicado en la revista Pediatrics, ha revelado que hasta cuatro de cada diez adolescentes y adultos jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos, los modifican de manera ilegal, un proceso conocido como “pirateo”. Esta práctica conlleva serios riesgos para la salud y la seguridad de los usuarios.
Modificaciones y Riesgos Asociados
El estudio, realizado entre noviembre de 2022 y febrero de 2023, encuestó a más de mil adolescentes y adultos jóvenes de entre 14 y 29 años que habían vapeado al menos una vez en el último mes. Los resultados mostraron que más del 40% de los encuestados recargaban sus cigarrillos electrónicos, aunque estos dispositivos no están diseñados para ser recargables. Esta práctica se ha popularizado debido a su costo reducido y a las instrucciones fácilmente accesibles en internet y redes sociales.
Sin embargo, estas modificaciones no están exentas de riesgos. La manipulación de los dispositivos puede llevar a quemaduras por explosiones, daños en la batería, y fugas de líquidos electrónicos. Además, existe el peligro de exposición directa al líquido electrónico, lo que puede resultar en sobredosis de nicotina si el líquido no está bien mezclado.
Uso de Cannabis y Consecuencias Pulmonares
El estudio también reveló que aproximadamente el 25% de los encuestados modificaron sus líquidos de vapeo, y el 20% añadió líquidos de cannabis o combinó cannabis con líquidos de nicotina. Esta combinación aumenta significativamente el riesgo de lesiones pulmonares, como la enfermedad pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo (EVALI).
En 2019, una epidemia de EVALI llevó a 2807 hospitalizaciones y 68 muertes en Estados Unidos. La condición, caracterizada por una inflamación pulmonar grave, ha sido vinculada principalmente al tetrahidrocannabinol (THC) y al acetato de vitamina E, un aditivo común en algunos productos de THC. Este último, aunque inofensivo cuando se ingiere, puede adherirse a los tejidos pulmonares y causar graves daños al ser inhalado.
Necesidad de Regulación y Educación
A pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) regula los dispositivos de administración de nicotina, como los cigarrillos electrónicos, no existe una regulación similar para el cannabis. Este vacío regulatorio ha permitido que productos de cannabis no regulados sean una causa significativa de EVALI, ya que muchos usuarios obtienen estos productos de fuentes informales.
El estudio subraya la importancia de regular el vapeo de cannabis y aumentar los esfuerzos de prevención y educación para informar a los jóvenes sobre los riesgos de modificar cigarrillos electrónicos. Más de la mitad de los participantes obtuvieron información sobre cómo piratear dispositivos a través de amigos y redes sociales, y un preocupante 11% la obtuvo en tiendas de vapeo, a pesar de que muchos eran menores de 21 años.
La profesora Grace Kong, autora principal del estudio, destacó la necesidad de incluir en los esfuerzos educativos los riesgos de explosiones y quemaduras, así como los peligros asociados al vapeo de cannabis. “Es crucial que abordemos estas prácticas de modificación para proteger la salud y seguridad de nuestros jóvenes”, concluyó.
Artículo escrito con información de The Epoch Times
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