Aunque durante años todos nos habíamos acostumbrado a las rutinas de estudio y trabajo, esas rutinas podían ocultar nuevas formas de hacer las cosas, solo una situación tan drástica como la que estamos viviendo podría hacernos ver todo con un prisma diferente.
En su libro “Armas de instrucción masiva” John Taylor Gatto muestra las ventajas que podemos sacar a esta situación. Gatto ofrece una crítica a la educación tradicional revelando sus inconvenientes y las limitaciones que crea en nuestros hijos.
“Sé lo extraño que suena todo esto: primero te digo que leer, escribir y la aritmética son fáciles de aprender siempre y cuando no se enseñen sistemáticamente, y ahora te digo que la institución escolar muy ‘integral’ que Harvard recomendó en la década de 1950 está arruinando a nuestros hijos”, dice Gatto en su libro.
El texto muestra los inconvenientes de la educación estandarizada en las aulas de clase, la cual puede hacer que nuestros hijos pierdan motivación y no solo eso, también puede hacer que sus habilidades y fortalezas se desvanezcan. De hecho, Gatto y muchos padres de familia saben que el incremento en los tiempos escolares, el cual muchos expertos han elogiado, puede tener implicaciones adversas, irónicamente, en el aprendizaje de los pequeños.
Una encuesta reciente reveló que, en la actual crisis, más del 41 por ciento de los padres en EE.UU. tenían más probabilidades de inscribir a su hijo o hija en una escuela en el hogar, en una cooperativa de educación en el hogar del vecindario o en una escuela virtual una vez que terminen los cierres. Por su parte, un 50 y 54 por ciento de los padres negros y asiáticos, respectivamente, desean seguir educando a sus hijos en sus hogares.
La tendencia no es de extrañar luego de que muchos padres vieran que la educación personalizada del hogar no solo es más dedicada, sino que también puede abrir un marco de entendimiento más completo sobre el mundo. Lo que revela la encuesta contrasta absolutamente con algunas tendencias noticiosas que demonizan la situación de los pequeños aprendiendo en sus casas con sus padres.
Entonces, ¿qué debemos hacer para llevar a cabo la importante misión de enseñar a nuestros hijos en nuestros hogares?
Una de las primeras cosas que debemos saber es que educar en casa es criar a los hijos. Según Bárbara Danza, Phd (Doctora en filosofía), emprendedora y experta en educación en el hogar, la educación que realizan los padres en casa no es replicar a la escuela tradicional.
A pesar de que los padres se aferran a sus ideas sobre lo que es la escuela e implementan cronogramas y métodos propios de la educación tradicional, ahora hay enfoques que se presentan de forma más natural y dan más frutos.
Uno de los primeros enfoques a tener en cuenta debe ser el reconocimiento de que cada padre es, en realidad, un maestro. Darse cuenta de esta situación no es difícil, solo hay que recordar cada momento en que hemos hablado con nuestros hijos y cada consejo que han recibido de nuestros labios para entrar en sintonía con este hecho.
Otro punto importante es saber que los niños siempre están aprendiendo, ellos no pueden evitar aprender, es su naturaleza, solo resta orientar este potencial y llevarlo hacía lo esencial.
Cuidar el entorno es prioritario, permita que el ambiente sea más tranquilo y que se pueda pensar en soledad, así como también es necesario reunirse y colaborar en proyectos o juegos juntos. Cuelgue mapas, toque o escuche música clásica, rodéese de excelentes libros, llénese de materiales de arte y de objetos interesantes, reduzca el desorden e invite a la creatividad de sus hijos.
Sepa que cada rincón de su casa se puede convertir en un taller de enseñanza. La cocina es un laboratorio, el comedor es un taller, el patio es un lugar fantástico para hacer un alboroto, según Bárbara Danza.
Compartir los intereses es primordial a la hora de expandir las capacidades de sus pupilos hogareños. Por ejemplo, si a su hijo le encantan los dinosaurios, puede hacer las matemáticas para calcular cuánto tiempo hace que vivieron diferentes tipos de dinosaurios, practicar la geografía para trazar un mapa de los lugares donde se cree que vivieron, aprender el latín para memorizar sus nombres científicos, practicar la ortografía de los complicados nombres de los dinosaurios, hacer proyectos de arte sobre los dinosaurios, investigar las teorías de su extinción en la ciencia y aprender sobre cómo vivieron, comieron, se reprodujeron y se comportaron.
No sobra decir que es muy importante hacer el proceso de enseñanza y aprendizaje lo más fácil posible. Cuando las cosas se descompongan, cancele el trabajo del día y deje que todos lean independientemente, otorgue libertad y use la fuerza de cada momento para encausar el aprendizaje. Considere su currículo como una herramienta que usa, no como un tirano que gobierna. Considere disfrutar el proceso, lo hará siempre que tenga en cuenta que como padre usted es, en realidad, un Maestro.
Para motivarse en el proceso considere la opinión de la psicóloga experta en crianza Wendy Grolnick, quien ha estudiado cómo pueden los padres ayudar a los niños a estar más motivados y a disminuir los conflictos en la familia.
El primer concejo de Grolnick es involucrar a los niños en establecer los horarios. Los padres pueden discutir el horario y pedir a los niños su opinión sobre las decisiones como a qué hora todos deberían estar fuera de la cama y vestidos, cuándo los descansos de las tareas escolares funcionarían mejor, y dónde debería estar cada miembro de la familia durante el tiempo de estudio.
Ellos, los pequeños, también deben escoger entre algunas tareas del hogar que los padres les asignen. Cada tarea puede ir acompañada de una recompensa, come ver la tv después de lavar la vajilla.
Otra de las opciones para que los hijos no se desanimen es hacer declaraciones de empatía. Por ejemplo, “Sé que usar una pizarra grande parece una tontería, porque estamos en la casa. Pero usarla es algo que me hace sentir más cómoda enseñándote”. Aunque no estén de acuerdo con la perspectiva de su hijo, cuando los padres demuestran que los entienden, la cooperación se intensifica, al igual que la relación entre padres e hijos.
Las razones que subyacen a cada regla planteada, a la hora de enseñar a los hijos, deben explicarse cabalmente, así ellos tendrán más apertura mental frente al cumplimiento de sus compromisos de aprendizaje.
Artículo, Sebastián Puerta con información de la gran Época para VCS radio.net