En el sitio web minghui.org, se cuenta la historia de vida de una enfermera de 43 años, quien desde hace 10 años comenzó a sufrir una serie de dolencias. Con el tiempo estas se fueron agravando hasta el punto de ser inmanejables por parte del personal médico.
Dichos padecimientos comenzaron repentinamente con una parálisis izquierda del cuerpo. Esta le afectó el habla y los músculos de la deglución por lo cual no podía alimentarse. Los ligamentos de alrededor de su ojo y boca se aflojaron de forma tal que babeaba permanentemente
“Me veía como si hubiera sufrido un derrame cerebral…Estaba confinada en una cama de hospital con dolor agonizante”, explica la enfermera.
De inmediato la internaron para tomarle una tomografía cerebral computarizada, la cual mostró una mancha oscura sobre el lóbulo parietal derecho. Los médicos creyeron que era algún tipo de tumor cerebral. Encima, le diagnosticaron esclerosis múltiple y formularon gran cantidad de esteroides. Esto la estabilizó un poco, pero la parálisis del brazo y pierna derechas persistía.
Su familia estaba muy preocupada por su estado de salud, pero no encontraban ninguna salida.
Sin haberse recuperado aun -año y medio después- le surgió una grave necrosis aséptica de las dos cabezas femorales. Esto produjo deformación izquierda de cadera.
Los médicos advirtieron que debía permanecer en reposo, para evitar una cirugía que reemplazaría las cabezas femorales. No debía caminar sino permanecer confinada en cama.
Ella no entendía por qué le estaban pasando tantos quebrantos de salud y solo pudo llorar y deprimirse.
Además, tuvo que someterse a tratamientos prolongados, seguir un régimen de medicación herbal diario, asistir 6 veces al mes a un hospital para aliviar la presión ósea mediante perforaciones de las cabezas femorales, rayos X e inyección de medicamentos. Estos procedimientos producían un dolor tan intenso que necesitó tomar fuertes dosis de analgésicos.
Al ver que solo aliviaba, pero no se curaba, buscó por muchos lugares y gastó grandes sumas de dinero. Sin embargo, las enfermedades continuabas y parecían aumentar.
Después de tres años de padecimientos comenzó a perder el valor para seguir viviendo, pues el dolor era insoportable.
Estando en total desesperanza, alguien le presentó una práctica de qigong llamada Falun Dafa. Esta consiste de una serie de ejercicios y meditación.
Esta técnica apareció en 1992 y fue muy popular en China en la década de los 90. Por todos los parques se veían practicantes, como en una danza de ejercicios. A uno de estos grupos se unió la enfermera, con la esperanza de buscar algo de alivio.
“Sus enseñanzas movieron mi corazón y me condujeron como un faro de luz para salir del amargo mar del sufrimiento. Inmediatamente comencé a practicar. Leí repetidamente los libros de Falun Dafa. Ni el viento ni la lluvia, ni el calor del verano ni el frío del invierno me han llevado a perderme las sesiones diarias de práctica al aire libre. Me mido con los estándares de Falun Dafa en todo lo que hago y me esfuerzo en el arduo camino de la cultivación”, describe entusiasmada la enfermera.
Los efectos fueron milagrosos. Todos estaban asombrados de la recuperación tan rápida. En menos de dos años se recuperó totalmente
“Ya pude andar en bicicleta. Mis tobillos y dedos de los pies se volvieron ágiles, y el dolor en la cadera desapareció. Un chequeo médico de seguimiento confirmó que las cabezas de los fémures se volvieron normales”.
La necrosis aséptica de las cabezas femorales es una enfermedad de difícil tratamiento y no existe tecnología alguna que cure totalmente este tipo de afección. Sin embargo, desapareció completamente con solo realizar los ejercicios de Falun Dafa.
En este momento en que pocas personas, o casi nadie cree en milagros, es difícil entender que unos ejercicios de manos puedan curar totalmente una enfermedad tan grave, sin ingerir medicamentos. Pero, de hecho, hay miles de casos documentados en todo el mundo sobre el poder curativo de dicha práctica. Actualmente hay personas en más de 100 países que promueven la práctica de esta disciplina en forma totalmente gratuita.
Y no es solamente en el cuerpo físico donde Falun Dafa beneficia. La sociedad también gana ya que Dafa enfatiza el desarrollo de la virtud, porque su filosofía se basa en los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, convirtiendo a sus practicantes en mejores personas.
Nota del editor: Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa Copyright (C) 2005, www.Falun Dafa.Org
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