¿Te sientes abrumado por la negatividad del mundo? Descubre cómo convertirte en un faro de esperanza para otros siguiendo los 6 pasos de este artículo. Encuentra tu ancla interior, cultiva la compasión, usa tus palabras con sabiduría y enciende la llama de la alegría en tu corazón. ¡Tú también puedes ser la luz que el mundo necesita!
Vivimos en un mundo caótico. Noticias negativas y crisis nos invaden por internet, creando una sensación de desesperanza e impotencia. La tecnología nos conecta, pero nos aleja de la interacción humana real, intensificando la soledad.
Sin embargo, existen personas especiales que iluminan nuestro camino y ofrecen esperanza e inspiración espiritual. Su bondad y caridad son más fuertes que cualquier adversidad. Si conoces a alguien así, te inspirará a ser como ellos, no desaproveches esta oportunidad. De igual manera, tú también puedes ser esa luz para otros. Solo necesitas seguir algunos pasos sugeridos por Carolina Avendaño en un artículo para Visión Times:
1. Comprende tu propio sufrimiento.
Es difícil ayudar a otros si nosotros mismos nos encontramos luchando contra nuestros apegos, vicios y dificultades. Atrapados en un ciclo de búsqueda y decepción, perdemos de vista el horizonte general. Preocupados por nuestras propias necesidades y deseos, olvidamos las de los demás.
Al comprender que esta búsqueda interminable es la base de nuestro sufrimiento, podemos salir de este embrollo y atascamiento en el que vivimos, encontrar estabilidad y paz interior, y ayudar a otros con un corazón lleno de bondad y compasión. ¿Como hacerlo?
2. Encuentra tu ancla.
Aun en medio de una tormenta, un pilar fuerte necesita de un refugio seguro, un ancla que le de protección y confianza.
Cuando pareciera que nuestro mundo se desmorona y se hunde en la oscuridad, debemos buscar esa ancla en nosotros que nos ayude a refugiarnos y a actuar en un espacio con serenidad, sabiduría y armonía, libre de juicios y miedos. Algunas personas encuentran ese refugio en un lugar especial, en la naturaleza, en la compañía de seres queridos, en la meditación o en un pasatiempo preferido.
Sin embargo, estos refugios no siempre están disponibles para nosotros. Por eso, las personas resilientes y superadas crean un espacio seguro dentro de sí mismas. Un espacio en la mente y el corazón, libre de pensamientos y emociones negativas al cual accedemos luego de darnos cuenta de que muchos de nuestros pensamientos se basan en nociones erróneas y que nuestro verdadero yo interior y nuestra naturaleza original es pura, tranquila y bondadosa.
Para crear y sustentar un espacio como este, se requiere de un trabajo espiritual que incluye principios y valores altruistas. La meditación y la atención plena ayudan a transformar los patrones de pensamiento y convertir nuestro interior en un oasis de tranquilidad. Desde allí, podemos enfrentar cualquier desafío que la vida nos depare.
3. Deja de lado el hábito de juzgar.
Un corazón altruista se entrega a los demás sin importar quiénes sean o cómo actúen. Busca las razones que tiene la persona detrás de su enojo, la frustración o el resentimiento que expresan. Al reconocer el sufrimiento universal, se puede perdonar sus errores.
Concéntrate en lo bueno de las personas y deja de lado la idea de que los demás deben cumplir con tus expectativas. Al reconocer la belleza en las otras personas, encontraras que tu mente se calma y tu corazón se vuelve generoso.
4. Di palabras que den vida.
Las palabras son muy poderosas y pueden tener una influencia inmensa. Pueden alegrar el día de alguna persona o por el contrario dejar cicatrices profundas y duraderas. Debemos ser conscientes del impacto de nuestras palabras y usarlas para construir, no para destruir.
Unas pocas palabras amables y reflexivas pueden marcar una gran diferencia en la vida de alguien que está pasando por un momento difícil. Un aliento sincero o un reconocimiento sincero de sus esfuerzos pueden aumentar r su confianza y generar un cambio positivo en la persona.
5. Ten paciencia
Ayudar a otros requiere mucha energía, tanto física como emocional. Cuando nuestros esfuerzos parecen no funcionar, es fácil desanimarse y querer rendirse.
En esos momentos, recuerda por qué decidiste ayudar en primer lugar. Ponte en el lugar de la otra persona y ten paciencia. Al superar las dificultades, sentirás el orgullo de haber resistido y de haber iluminado el camino de alguien.
6. Percibe e irradia alegría.
En nuestro afán de convertir la oscuridad en luz interior, es útil considerar a los demás como espejos que reflejan nuestras propias pruebas y errores. Verás que muchos de nuestros problemas no son tan insuperables como aparentan.
Esta comprensión genera una sensación de libertad y satisfacción profunda que no depende de nada externo. Es una alegría perdurable que surge de nuestro interior e irradia brillo y calidez para las personas que nos rodean.
Cada uno de nosotros tiene el poder de ser una persona resiliente y altruista, capaz de iluminar el mundo. Solo hay que seguir este proceso y convertirnos en esa luz que tanto se necesita.
Articulo escrito por Margarita Restrepo para VCSradio.net
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