Tiempo de lectura 6 minutos. El Informe Anual 2021 de la CECC alienta a los miembros del Congreso de Estados Unidos a que motiven a sus homólogos chinos a poner fin a la persecución a Falun Gong, en China.
La CECC es una agencia independiente del gobierno de los EE. UU. creada en 2001, para supervisar todo lo relacionado con el tema de derechos humanos en China. Vela porque se cumpla en ese país el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Según su página oficial:
“La CECC busca alentar al gobierno chino a respetar los derechos que la propia constitución y las leyes de China garantizan al pueblo chino, y a poner sus prácticas gubernamentales en conformidad con las normas internacionales de derechos humanos. La Comisión no busca imponer estándares estadounidenses a China”.
Supervisa temas como la libertad de expresión, la libertad religiosa, la libertad frente a detenciones arbitrarias o torturas y el derecho a un juicio justo, los derechos de las minorías étnicas, la condición de la mujer, y otros más.
La Comisión está compuesta por nueve senadores, nueve miembros de la Cámara de Representantes y cinco altos funcionarios de la Administración designados por el presidente.
Informe Anual 2021 de la CECC
En los primeros meses de cada año, la CECC publica su informe sobre los resultados de sus investigaciones en esta materia y lo presenta ante el presidente de los Estados Unidos y el Congreso. Así mismo celebra mesas redondas, debates periódicos y envía comunicación a otras instituciones de derechos humanos.
El ‘Informe Anual 2021’ fue publicado el pasado 21 de marzo de 2022.
Incluye una variedad de investigaciones basadas en fuentes informáticas de derechos humanos, medios de comunicación y documentos oficiales del gobierno.
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El informe señala que las violaciones a los derechos humanos en China, como la persecución a los practicantes de Falun Gong, aún continúa. En el informe se denuncia esta persecución, en los temas sobre libertad de religión, justicia penal y casos relevantes de personas detenidas.
Falun Gong también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual que realiza ejercicios de meditación y difunde enseñanzas morales basadas en tres principios fundamentales: Verdad, Compasión y Tolerancia. Sus practicantes han sido brutalmente perseguidos y torturados por el régimen comunista chino, desde 1999.
Jeff Merkley, presidente de CECC afirma:
“Los terribles abusos de los derechos humanos y el atropello de la dignidad humana por parte del gobierno chino hacen que sea más importante que nunca que la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, documente los abusos de los derechos humanos y del Estado de Derecho en China, como lo ha hecho la Comisión durante los últimos 20 años”.
Merkley tiene la esperanza de que el Congreso y la Administración estadounidense sigan las recomendaciones que plantea la CECC en su informe.
Tema sobre Libertad religiosa
Igual como lo han revelado en informes anteriores, el régimen comunista continúa deteniendo a los practicantes de Falun Gong. En el 2021 fueron sentenciados por ejercer su fe, 622 practicantes, según lo menciona Minghui.org, el medio oficial que informa sobre Falun Gong.
De igual manera, en dicho informe se asevera que las autoridades chinas siguen persiguiendo y torturando a los practicantes, y que esto se viene presentando desde hace varios años, causando la muerte a decenas de practicantes, en los años 2020 y 2021.
Así mismo, el informe trata el tema de la sustracción forzada de órganos, la cual vienen denunciando muchos organismos de derechos humanos e instituciones de salud, desde 2006. Miles de practicantes de Falun Gong han sido asesinados por sus órganos, que luego son vendidos, lo que ha generado un enorme beneficio económico principalmente para el estado chino que autoriza este tipo de práctica.
El informe señala lo siguiente:
“En junio de 2021, un grupo de 12 expertos en derechos humanos de la ONU dijeron que estaban ‘extremadamente alarmados’ y ‘profundamente preocupados’ por informes creíbles de sustracción forzada de órganos en China que parece constituir ‘ataques [a] grupos étnicos, lingüísticos o étnicos específicos”, minorías religiosas detenidas, a menudo sin [explicar] los motivos del arresto o dar órdenes de arresto, en diferentes lugares’. Entre los grupos atacados, la comisión de la ONU mencionó a las minorías, los practicantes de Falun Gong, los uigures, los tibetanos, los musulmanes y los cristianos”.
En cuanto a las violaciones a la libertad religiosa, el informe asegura que el PCCh controla a grupos religiosos, usando tácticas de “transformación” para que renuncien a su fe, tales como lavado de cerebro, encierros en habitaciones oscuras y con poco aire, golpizas, torturas mentales y físicas en general.
Tema sobre Justicia Penal
Con referencia al tema sobre Justicia Penal, el informe publica que las autoridades chinas recluyeron injustamente a practicantes de Falun Gong en centros de detención que están por fuera de la ley.
El texto en el informe dice lo siguiente:
“Su existencia y uso no tienen base legal, y las personas detenidas en dichos sitios, muchos de los cuales son peticionarios y practicantes de Falun Gong, no saben cuándo serán liberados y no tienen ninguna protección procesal”.
Sabemos que la detención injusta y arbitraria está en contra de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como también de la constitución de China que según el informe “prohíbe la privación o restricción ilegal de la libertad de una persona”.
A su vez, el informe asegura también que se usaron leyes mal concebidas en el sistema legal de China para detener y presentar cargos legales contra los practicantes de Falun Gong y otros grupos minoritarios.
“Las autoridades chinas continuaron reprimiendo el ejercicio de los derechos humanos universales mediante el uso de cargos penales”. Los practicantes a menudo son acusados de “organizar y usar un culto para socavar la implementación de la ley”.
Recomendaciones en el Informe
Para reducir los abusos y la violación a los derechos humanos del PCCh, el informe propone una lista de acciones a emprender por el Congreso y la Administración de los EE.UU. como las siguientes:
- Finalizar las importaciones de productos realizados con trabajo forzoso en China.
- Apoyar a las víctimas de la persecución.
- Abordar el autoritarismo digital.
- Aplicar la La Ley Global Magnitsky de Responsabilidad por los Derechos Humanos, la cual castiga a los funcionarios chinos que cometen actos de abuso contra los derechos humanos.
- El vicepresidente de la CECC, James McGovern a su vez señalo: “Documentar los abusos contra los derechos humanos cometidos por el gobierno chino no es solo el mandato de la Comisión, sino nuestra obligación moral con aquellos que, debido a la represión y la censura, no pueden contar sus historias”; finalmente dijo: “Espero seguir trabajando con mis colegas para poner en práctica las recomendaciones de la CECC”.
- Finalmente, una recomendación de obligación moral: “Dar prioridad a la documentación de los crímenes incalificables del PCCh contra uigures, tibetanos, practicantes de Falun Dafa, cristianos, periodistas, abogados defensores y otros que sufren graves abusos por las políticas de asimilación forzada de China”.
En resumen, el informe alienta a los miembros del Congreso de Estados Unidos a que motiven a sus homólogos chinos a poner fin a la persecución a Falun Gong, en China.
Artículo escrito por Margarita Restrepo con información de es.minghui.org y faluninfo.net
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