Salih Hudayar, el primer ministro de la región autónoma china de Turkestán Oriental, comparó el trato inhumano que el Partido Comunista Chino (PCCh) está dando al pueblo uigur, con el que sufrió el pueblo judío durante el Holocausto alemán en la segunda guerra mundial.
La comunidad uigur es la etnia más grande de China, vive en la provincia de Xinjiang, también conocida como región autónoma de Turkestán Oriental, al noroeste de China y profesa la religión musulmana.
Hudayar su primer ministro, quien vive en exilio, declaró a finales de enero ante el Daily Caller News Foundation: “El Partido Comunista Chino (PCCh) demonizó a los uigures, calificándolos de ‘enemigos del pueblo y del estado’, como personas con un ‘virus ideológico’ y de ‘malas hierbas que había que fumigar y matar’, al igual que los nazis demonizaron a los judíos y a otras víctimas del Holocausto“.
Hudayar dijo que, los uigures han sido “adoctrinados por la fuerza, sometidos a medicación forzada, hambre, violación, sustracción de órganos, tortura e incluso la muerte de la misma manera en que millones de judíos y otras personas fueron enviados a campos de concentración, torturados y asesinados”.
El líder uigur aseguró que el régimen chino utiliza la fuerza y el terror para gobernar a su pueblo, diciendo que “tanto el PCCh como los nazis hicieron hincapié en el ‘rejuvenecimiento nacional’ y en las ideologías fascistas extremas de supremacía como base para legitimar sus atrocidades, incluido el genocidio contra grupos étnicos y religiosos que no son chinos en el caso del PCCh, y no alemanes en el caso de los nazis”. Según Hudayar es lamentable que la comunidad internacional no haya reaccionado ante el holocausto ni ante lo que ocurre hoy en día en China.
El régimen ha incinerado cuerpos en un intento de ocultar pruebas y el primer ministro cree que cientos de miles de uigures y otras minorías han sido asesinados desde 2017.
Así como los musulmanes túrquicos, los creyentes de otras religiones y prácticas espirituales, también son blancos de persecución del régimen chino, como es el caso de los practicantes de Falun Gong que desde 1999 son sometidos a brutales torturas y maltratos.
Escrito por Margarita Restrepo, con información de theepochtimes.com y Bles.com