Un alto ejecutivo de Google ha revelado en un video encubierto que las grandes tecnológicas y corporaciones están coordinándose para influir en las elecciones presidenciales de 2024 a favor de Kamala Harris. La admisión sugiere una peligrosa manipulación del panorama político por parte de poderosas empresas.
En un reciente video encubierto, Dakota Leazer, estratega de crecimiento de Google, fue grabado admitiendo que las grandes tecnológicas y corporaciones estarían trabajando de manera coordinada para influir en las elecciones presidenciales de 2024 en EE. UU., favoreciendo a la candidata demócrata Kamala Harris. Esta revelación fue expuesta por el periodista James O’Keefe, quien lleva adelante investigaciones encubiertas a través de su plataforma, O’Keefe Media Group (OMG).
Leazer, durante la conversación, sugiere que Harris sería el “próximo CEO” de Google y otras grandes corporaciones, lo cual formaría parte de un esfuerzo concertado para asegurar su victoria. Alega que para Google, generar miedo y mantener a la población en estado de crisis es más rentable, y que se han utilizado campañas publicitarias que parecen legítimas, pero que en realidad promueven a Harris. Según Leazer, los multimillonarios que controlan las grandes tecnológicas juegan un papel clave en este proceso, manipulando algoritmos y motores de búsqueda para favorecer a la candidata demócrata.
Leazer también mencionó que la propaganda política, a menudo cargada de odio, genera clics e ingresos publicitarios. Argumentó que la retórica pro-Harris fue disfrazada como contenido neutral en anuncios de Google, que, en realidad, estaban diseñados para beneficiar a la candidata. Además, señaló que hay un esfuerzo constante de las grandes tecnológicas y corporaciones por manipular los medios para controlar el mensaje que llega al público.
El video ha generado controversia, ya que Leazer menciona explícitamente que este tipo de operaciones psicológicas son comunes en la industria tecnológica. Además, reconoció que no siente culpa por la manipulación del electorado, ya que, según él, “si no es Google, será otra empresa la que haga lo mismo”.
Este tipo de revelaciones alimenta la discusión sobre el papel que juegan las grandes empresas tecnológicas en las elecciones y el poder que tienen para moldear el panorama político. La admisión de Leazer es un recordatorio inquietante de cómo el control de la información y el uso de la tecnología puede influir en la democracia y la libertad de elección.
Este escándalo sigue a revelaciones previas, como las del director técnico de CNN, Charlie Chester, quien también admitió en un video encubierto que el miedo es una herramienta clave para aumentar la audiencia y los ingresos de la cadena. Leazer, por su parte, ha eliminado su cuenta en redes sociales y borrado cualquier información relacionada con su biografía tras la publicación del video.
En definitiva, la admisión de Leazer es parte de una creciente preocupación sobre el poder de las grandes tecnológicas para influir en las elecciones. Aunque este tipo de tácticas no son nuevas, la transparencia con la que los ejecutivos hablan de ellas es alarmante, lo que genera preguntas importantes sobre la integridad del proceso democrático y la libertad de los votantes para tomar decisiones informadas.
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