6 minutos de lectura. La lucha mundial contra la drogadicción se incrementa día a día. Pero tanto el tráfico como el consumo parecen llevar la delantera.
Puede escuchar o leer este artículo a continuación:
Desde hace ya décadas, el abuso de las drogas se ha convertido en uno de los mayores flagelos de la sociedad actual, hasta el punto de considerársele una pandemia que puede destruir el futuro de naciones enteras.
Aunque no se trata de algo nuevo, si recordamos, por ejemplo, la guerra del opio entre China y el imperio británico en el siglo XIX, hay que admitir que el consumo y abuso de las drogas se ha desbordado.
El auge de las drogas comenzó hacia los años 1960, primero con la marihuana y casi simultáneamente con las drogas sintéticas, como el LSD.
Sin embargo, hay que reconocer que el consumo de dogas psicoactivas ha existido desde los albores de la humanidad. En todas las sociedades primitivas se conoció la producción de diversas plantas fermentadas que derivaron en toda clase de bebidas alcohólicas.
Así mismo, el consumo de opiáceos en oriente o la masticación de hojas de coca en la América precolombina se remonta a muchos siglos atrás.
No obstante, es actualmente cuando el consumo de drogas de toda especie se ha convertido en una pandemia, especialmente en las naciones desarrolladas de occidente.
Según un informe de la ONU de 2019, para ese año alrededor de 275 millones de personas consumieron drogas en el mundo, lo cual representó un aumento del 22% respecto a 2010.
¿Por qué ha aumentado el consumo drogas?
Existen varias razones para el aumento constante en el abuso de las drogas. Por un lado, es debido a que estas son cada vez más potentes y adictivas, lo que genera un mayor consumo, y aumenta el riesgo de sobredosis o daños físicos y mentales, dejando muertes y secuelas permanentes.
De hecho, solo en 2019 se registraron en EEUU 50.000 muertes por sobredosis de fentanilo, una droga de gran impacto.
Por otro lado, la creencia generalizada de que las drogas son ante todo un medio de recreación que no conlleva mayores daños contribuye a que cada día lleguen nuevas personas al mercado adictivo.
Por ejemplo, la marihuana actual ha ganado cuatro veces en potencia, pero los jóvenes siguen pensando que es totalmente inofensiva. De hecho, son muchos los gobiernos que hacen la vista gorda a su consumo, pues no se percibe más peligrosa que el alcohol.
Por otro lado, se suma una oferta muy variada de sustancias, entre las que se encuentran la cocaína, la marihuana, las anfetaminas, los opiáceos y los poderosos opioides, entre los que se destacan la heroína y el fentanilo.
Esta variedad de drogas ha generado la competencia de precios entre los diferentes carteles, abaratando el producto final; así se amplía la población consumidora.
Finalmente, se ha producido una tendencia a la tolerancia social con las drogas. Esto hace que a los organismos de salud les sea más difícil educar a los jóvenes. La pedagogía preventiva cae en terreno estéril, pues parece vivirse un momento en el que todo es permitido.
Al mismo tiempo, la producción de las drogas suele ubicarse en países agobiados por problemas sociales, como Colombia, México o Afganistán. Esto genera una disputa entre productores y consumidores, que cierra el camino para una solución realista.
Por un lado, los países consumidores ven el problema en la excesiva oferta de los países que exportan la droga, los cuales no tienen la capacidad de controlar a las mafias de narcotraficantes.
Desde otro ángulo, los países productores acusan a los países consumidores de negligencia al combatir el tráfico y consumo de sustancias ilícitas.
Pero, en tanto que ambas partes se sienten víctimas, los carteles se enriquecen mientras destrozan las sociedades de ambos lados del problema.
Fentanilo, un flagelo de China para el occidente
Pero al margen de todo esto, hay una inquietud que está creciendo, especialmente en EEUU. Se trata de la cantidad de fentanilo que cada vez más llega por muy diversos medios, procedente de China, para atender a unos consumidores que han perdido totalmente la voluntad ante esta agresiva droga.
En China múltiples bandas criminales producen el fentanilo y lo envían por vía postal, aprovechando que solo se requieren pequeñas dosis. Esto hace difícil de detectarlo, de modo que las cantidades que llegan a las calles son muy considerables.
El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína. Por lo tanto, una dosis de solo 2 miligramos puede ser mortal. Es por esto que el 70% de las muertes por sobredosis entre adolescentes está relacionada con esta droga.
Sin embargo, aunque las incautaciones han logrado disminuir el riesgo, la droga sigue llegando, no solo por los medios tradicionales, sino ahora por la asociación de los carteles chinos con los mexicanos.
Es muy extraño que sea China la fuente principal de este problema, sabiendo la enorme capacidad de control y vigilancia que el Partido Comunista Chino ejerce sobre sus ciudadanos.
También le podría interesar:
Posiblemente esto fue lo que motivó a la fiscal general de Florida, Ashley Moody, a exigir al gobierno de Biden que se declare al fentanilo como “arma de destrucción masiva”. Esto porque si se observan las cifras, así como el daño que produce entre la juventud, la masiva llegada de todo tipo de drogas a los EEUU parece un ataque concertado para destruir a esta sociedad.
La juventud es el futuro de la nación, y es esta la que está siendo atacada por esta pandemia de las drogas. De hecho, las muertes por sobredosis ya superan a las producidas por armas y accidentes de tránsito.
Sin embargo, las muertes son apenas una parte del problema. Porque según informes de la ONU, para 2021 había alrededor de 275 millones de consumidores de droga en el mundo. Siendo esta una cifra que crece cada vez más rápido, resulta inquietante pensar en el futuro que le espera a una sociedad cada vez más alienada por causa del consumo.
Basta ver las imágenes de jóvenes bajo los efectos del fentanilo o de drogas similares, caminando como zombis en las ciudades norteamericanas, para entender que su futuro es totalmente incierto.
Entonces, debemos concluir, ¿se trata de una estrategia de guerra de China hacia EEUU? Lógicamente no existen las evidencias directas sobre esto. Por otro lado, sería simplista atribuir este problema a una sola causa.
Pero si miramos los hechos, y vemos de dónde procede el mayor volumen de fentanilo, la más agresiva de las drogas, y sus deficientes medidas de control al tráfico, es inevitable pensar que muy posiblemente, en medio de su lucha por derrotar a occidente, el gobierno comunista chino ha encontrado un perverso aliado.
Escrito por Carlos Morales Galvis para VCSradio.net
Foto: Wikimedia Commons
Artículos similares: